Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
Los tiempos inciertos, como en los que nos encontramos en la actualidad, requieren a las empresas contar con una gran agilidad organizativa. La “nueva normalidad” consiste en gestionar los negocios de forma efectiva en tiempos de incertidumbre y volatilidad. Por lo tanto, a medida que avanzamos esta nueva década, el papel de la tecnología para transformar los negocios seguirá expandiéndose exponencialmente.
Algunas de las cuestiones a las que nos enfrentamos son: ¿cómo es posible crear una arquitectura adaptable y de futuro? ¿Cómo mantenemos un equilibrio entre la estabilidad y la flexibilidad? ¿Cuál es el papel del Cloud en este entorno? El Informe de la consultora IDC y la multinacional Workday Adaptable Architecture: The Backbone for Digital Business Models nos da algunas de las claves para responder a los retos de futuro que se presentan a corto y medio plazo.
La agilidad organizativa es la base principal imprescindible de cualquier empresa que quiera prosperar sean cuales sean los nuevos escenarios que se le presenten, lo cual sólo es posible con un modelo de negocio que cuente con procesos totalmente digitalizados. De ahí que la transformación digital, más que nunca, sea una necesidad básica, en contraposición a hace unos años, cuando era un elemento deseable, pero no obligatorio.
Las organizaciones digitales obtienen unos mejores resultados financieros. Teniendo en cuenta el actual clima económico, la transformación digital se centrará cada vez más en conseguir resultados financieros. El informe apunta que las organizaciones que dan prioridad a la tecnología digital son dos veces más rentables y generan ocho veces más ingresos que sus pares no digitales en la industria. Para 2025, los CEOs esperan que el 48% de sus ingresos provengan de productos, servicios y experiencias digitales.
El poder de la tecnología es tal que ha permitido a empresas nacidas «en un garaje» convertirse en líderes del mercado en el espacio de unos pocos años. Las organizaciones tradicionales de todos los tamaños también se esfuerzan por aprovechar este poder y convertirse en empresas digitales.
Un requerimiento común a todas estas transformaciones es contar con un Core inteligente. Según datos del informe, el 85% de las organizaciones tienen un sistema informático básico anticuado. Sin embargo, mientras que las diferentes innovaciones puntuales pueden aportar algún valor, el valor real depende de contar con una columna vertebral ágil que pueda responder a los cambios del mercado de forma dinámica, lo cual se consigue a través de un sistema digital e inteligente.
Un entorno Cloud ofrece a los equipos de TI la oportunidad de reorientar sus recursos para convertirse en el motor de la innovación digital en sus organizaciones, ofreciendo nuevas capacidades de forma acelerada.
Además, cabe destacar, que una estrategia de digitalización exitosa requiere de una reinvención de los procesos empresariales básicos, donde se convierten en inteligentes, integrados y automatizados. Es decir, contar con sistemas y aplicaciones en la Suite supone retrasar la velocidad de la innovación, ya que dependen de actualizaciones completas de software para ofrecer dicha innovación. Por lo que, tanto la integración de soluciones como el aprovechamiento del cloud son los dos aspectos clave en una organización digital de éxito.