Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La identificación digital cuando se producen determinadas transacciones en el ámbito digital es un proceso ineludible que hasta ahora se ha ido solventando sobre la marcha, y a menudo a través de distintas fases y tiempos.
Ahora, más del 88% de la población es consciente de la necesidad de adoptar una identidad digital única para la autenticación de pagos, ya sea a nivel doméstico (28%), a nivel regional (30%) o incluso global (30%).
Según el Informe Seguridad en los Pagos sin Fricciones de Minsait Payments, la necesidad de crear una identidad digital cada vez que se inicia una relación con una aplicación o un sitio web ocurre en gran medida porque los sistemas de identificación actuales presentan deficiencias importantes: no están disponibles para toda la población, a menudo están limitados a los servicios públicos en línea y, en el caso, por ejemplo, de la Unión Europea, no garantizan un acceso transfronterizo ininterrumpido.
Desde la perspectiva de los agentes de la industria, la principal motivación para impulsar una identidad digital está directamente relacionada con la seguridad, y esta a su vez con la sencillez que requieren amplios segmentos de población. Así, el 45% considera que simplificar y estandarizar la autenticación digital es el principal impulsor de esta innovación. Seguidamente, el 28% considera que la motivación está en facilitar la interoperabilidad segura entre diferentes plataformas y servicios.
En torno a las aplicaciones de la IA en el ámbito de los pagos, el 40% de los agentes analizados en el informe de Minsait Payments considera que se usará para esta identidad digital. Sin embargo, no es la aplicación que más destaca: el 81% de los participantes afirma que la principal usabilidad de la IA en el ámbito de los pagos digitales será la seguridad y la prevención del fraude. Le siguen con un 52% el análisis de riesgo, la automatización de procesos con un 43% y la personalización con un 38%.
La seguridad, pilar fundamental de cualquier medio de pago
La seguridad y la prevención del fraude ya son condiciones indispensables para la adopción de innovaciones y nuevas experiencias de pago, atributos que además las personas consideran mayoritariamente innatos. Es por ello por lo que la seguridad, la facilidad de uso, la gratuidad y la rapidez, por ese orden, son los principales motivos que determinan la elección de un medio de pago, valores compartidos por toda la población, aunque con pequeños matices: las personas de más de 55 años valoran en mayor medida la seguridad, una cualidad algo menos importante para los más jóvenes.
El Informe sectorial Seguridad en los Pagos sin Fricciones de Minsait Payments forma parte del estudio que la compañía presenta todos los años sobre Tendencias en Medios de Pago, y que está elaborado en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI). Este documento recoge las opiniones de más de 4.800 personas internautas bancarizadas de España, Italia, Portugal, Reino Unido y Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana).
No obstante, a pesar de los beneficios potenciales, algunos expertos y organizaciones han expresado preocupaciones significativas sobre la implementación de una identidad digital única. Mitxelena, de Accenture Security, advierte sobre los problemas de seguridad que podría conllevar, señalando que la suplantación de identidad es un riesgo creciente y que la confianza en los sistemas digitales podría disminuir con el tiempo si no se implementan medidas adecuadas.
César Pérez-Chirinos, del Comité Español de Blockchain, ha destacado los peligros de la centralización de datos biométricos, sugiriendo que este enfoque podría resultar en un control excesivo y abusos por parte de gobiernos y empresas, lo que pone en riesgo la privacidad de los usuarios (Red Seguridad). Asimismo, organizaciones como Access Now han instado al gobierno de México a reconsiderar la implementación de una cédula única de identidad digital, argumentando que los datos biométricos son especialmente vulnerables a abusos y errores.
Por otro lado, la interoperabilidad y el control del usuario sobre sus datos son aspectos cruciales. La falta de transparencia y la explotación potencial de datos personales son preocupaciones críticas en este ámbito, lo que resalta la necesidad de regulaciones claras y efectivas (Blogthinkbig.com). Además, proyectos como Didit enfrentan el desafío de obtener apoyo tanto de usuarios como de empresas para lograr una adopción masiva y un soporte adecuado, a pesar de sus innovaciones tecnológicas.