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España apaga el ADSL: empresas rurales afrontan el reto de la conectividad

España apaga el ADSL: empresas rurales afrontan el reto de la conectividad

  • El cierre del ADSL en mayo deja sin banda ancha a miles de empresas rurales que dependen de la conexión para mantener servicios clave como teletrabajo o IoT.
Fibra óptica

El apagado progresivo de las últimas centrales de en España, previsto para completarse en mayo de 2025, marca el cierre de una etapa en las telecomunicaciones del país.

Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aún quedan unas 500 centrales activas de las más de 8.500 que operaban en su momento, y su desconexión afectará directamente a aproximadamente 45.000 líneas activas. Esta desconexión supone una interrupción significativa para empresas situadas en áreas rurales sin acceso a banda ancha ultra-rápida, que dependen de la digital para mantener servicios como el teletrabajo, la videovigilancia o el soporte remoto de equipos.

La tecnología ADSL, que durante décadas fue la base de las comunicaciones digitales en muchas regiones del país, ha sido superada por la en términos de velocidad, eficiencia y estabilidad. Actualmente, más de 15 millones de usuarios, entre hogares y empresas, cuentan con fibra óptica, mientras que otros 1,5 millones utilizan conexiones HFC. Sin embargo, todavía existen cerca de 500.000 accesos sin cobertura adecuada de banda ancha, especialmente en municipios con baja densidad de población.

Alternativas con limitaciones para zonas sin fibra

Para las áreas que aún no cuentan con despliegue de fibra óptica, las opciones de transición incluyen soluciones como conexiones móviles 4G/5G, enlaces vía satélite a través del programa UNICO Demanda Rural, o redes de radio tipo WiMAX. No obstante, estas alternativas presentan limitaciones técnicas o económicas que impiden su adopción generalizada entre empresas.

En el caso del satélite, por ejemplo, el servicio ofrecido a través de Hispasat sólo está subvencionado durante los dos primeros años, lo que puede suponer un coste elevado a medio plazo. Por su parte, requiere líneas de visión directa entre repetidores, lo que complica su implementación en terrenos montañosos o con obstáculos naturales. Y las soluciones basadas en redes móviles presentan problemas de cobertura en muchas zonas rurales, lo que compromete la estabilidad de la conexión.

Ignacio Martín, director ejecutivo de Fibritel, explica que muchas pequeñas y medianas se encuentran en un punto crítico. “Cuando desaparece la conexión ADSL, se enfrentan a un vacío tecnológico sin alternativas fiables. Las opciones móviles pueden no ser viables por la falta de señal, y las soluciones vía satélite no siempre ofrecen la velocidad ni la latencia que exigen sus operaciones”.

Ventajas técnicas de la fibra frente al ADSL y las redes móviles

La sustitución de las antiguas redes de cobre por fibra óptica aporta mejoras significativas en términos técnicos. A diferencia del ADSL, que dependía de infraestructuras con alto mantenimiento y propensas a fallos, la fibra óptica permite una transmisión más estable y eficiente, reduce el consumo energético y disminuye el número de incidencias técnicas.

Para las empresas, la mejora se traduce en mayor estabilidad de conexión, velocidades que pueden alcanzar los 10 Gbps y una latencia mínima, inferior a 2 milisegundos. Este rendimiento es especialmente relevante en sectores donde las operaciones dependen de la conectividad continua, como el soporte remoto de maquinaria, la gestión de infraestructuras inteligentes (IoT), o el control de accesos mediante videovigilancia.

La fibra también permite conectar múltiples dispositivos sin degradación de la calidad del servicio, algo que no ocurre en redes móviles, que pueden experimentar congestión en horas punta o interrupciones por condiciones meteorológicas.

Despliegue de fibra ad-hoc para el entorno empresarial rural

Frente a estas limitaciones, algunos operadores han iniciado proyectos de despliegue personalizado de fibra en entornos rurales. Fibritel Empresas ha centrado su estrategia en el desarrollo de redes bajo demanda, especialmente en polígonos industriales y enclaves rurales sin cobertura.

Estos despliegues aprovechan canalizaciones ya existentes, lo que reduce los costes de instalación y acorta los plazos de puesta en servicio. La compañía colabora con su filial Gestioniza Infraestructuras para aplicar métodos de excavación más eficientes y de menor impacto ambiental, como el uso de microzanjas, que permiten tender fibra con mayor rapidez en municipios pequeños o zonas poco accesibles.

Adicionalmente, algunos ayuntamientos colaboran con Fibritel para identificar necesidades específicas de conectividad en su territorio y coordinar el avance de las obras, facilitando así la continuidad operativa de las empresas locales tras el cierre del ADSL.

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Martín señala que “la necesidad de mantener los servicios digitales en funcionamiento obliga a replantear el modelo de despliegue tradicional. La fibra óptica no es solo una mejora técnica, sino un requisito estructural para la actividad empresarial, incluso en áreas de baja densidad poblacional”.

Impacto sobre la digitalización empresarial

La finalización del ADSL afecta no solo al acceso a Internet, sino al conjunto del ecosistema digital de muchas empresas, especialmente aquellas que han iniciado procesos de automatización o transformación de sus procesos internos. Sectores como el agrícola, logístico o manufacturero han integrado herramientas conectadas que requieren un acceso estable a la red.

En este contexto, la desconexión del cobre puede actuar como un factor de riesgo para la competitividad de las empresas rurales, que ya enfrentan barreras estructurales como la escasez de talento digital o la menor disponibilidad de infraestructuras tecnológicas.

La viabilidad de una conectividad de calidad se convierte así en una condición indispensable para que estas organizaciones puedan mantenerse operativas, acceder a servicios digitales, participar en programas de digitalización financiados por fondos europeos, o cumplir con requisitos normativos como la factura electrónica obligatoria.

Perspectivas para el cierre definitivo del cobre

Con la desactivación de las últimas centrales prevista para mayo, España consolidará su posición como uno de los primeros países de Europa en completar el apagado del cobre, por delante de Alemania o Reino Unido. Sin embargo, esta transición no está exenta de efectos colaterales para aquellas zonas donde el despliegue de alternativas no ha sido suficientemente anticipado.

Los operadores y administraciones locales deberán coordinar acciones para evitar la pérdida de conectividad en zonas clave para el tejido productivo rural, mientras que la adopción de soluciones técnicas adaptadas a cada entorno —como el despliegue ad-hoc de fibra óptica— se perfila como la opción más sostenible y operativa a largo plazo.

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