Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
Stratesys resalta la relevancia del concepto de consumidor líquido como un aspecto clave para la creación de estrategias de negocio efectivas.
En un entorno comercial dinámico, entender a estos consumidores es esencial para que las marcas puedan desarrollar estrategias de producto, imagen y negocio que les permitan alcanzar sus objetivos.
El término consumidor líquido se refiere a aquellos usuarios que buscan experiencias inmediatas y flexibles, adaptando su comportamiento para satisfacer sus necesidades de manera ágil y eficiente. En este sentido, Stratesys destaca que un análisis profundo y un entendimiento genuino de estos consumidores son esenciales para crear modelos de relación que armonicen las expectativas de los usuarios con los objetivos empresariales.
En este sentido, una visión estratégica rígida y una dependencia excesiva de tendencias emergentes o tecnologías innovadoras pueden ser obstáculos para conectar de manera efectiva con los consumidores. En lugar de buscar soluciones pasajeras, es crucial que las estrategias se basen en un entendimiento profundo y auténtico del consumidor para lograr el éxito.
Claves para entender al consumidor líquido
Frente a este panorama, destaca que basar las estrategias en el sentido común y en una comprensión realista del consumidor es el camino más seguro hacia el éxito e identifica tres factores clave que influyen en el comportamiento de los consumidores líquidos:
- Expectativas y evolución de los propios consumidores: Las experiencias previas de los usuarios, como las ofrecidas por gigantes del comercio electrónico, condicionan sus expectativas respecto a otras marcas y servicios.
- Tendencias de consumo: El análisis de tendencias como la economía compartida, la economía circular y el quick commerce (Q-commerce) es crucial para entender cómo están cambiando las expectativas de los consumidores y cómo las marcas pueden adaptarse a esas nuevas realidades.
- Evolución tecnológica y digital: La digitalización y los avances tecnológicos están redefiniendo la relación entre marcas y consumidores, obligando a las empresas a ser más ágiles y adaptativas.
Economía compartida, circular y el q-commerce redefinen el futuro del consumo
Además, existen algunas tendencias emergentes que impactan en la estrategia de negocio y que están transformando la relación de los consumidores con los productos y servicios. La economía compartida está cambiando las reglas del juego en sectores como el transporte, entretenimiento y turismo. Por otro lado, la economía circular promueve el uso óptimo de recursos y el consumo responsable, cada vez más valorado por las nuevas generaciones.
Por su parte, el quick commerce (Q-commerce) ofrece un modelo de entrega inmediata de productos que responde a la creciente demanda de cercanía y disponibilidad rápida. Para enfrentar estos desafíos, la compañía cuenta con un equipo de expertos en diseño de negocios evolutivos y experiencias basadas en aceleradores tecnológicos. Este enfoque permite a las marcas conectar con las expectativas cambiantes de los consumidores y alinear estas con sus objetivos de negocio.