Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
Minsait ha incrementado la seguridad y agilidad en el retiro de efectivo en cajeros automáticos gracias a TAPP, una solución que fusiona los canales de banca móvil y autoservicio para entregar, en menos de cinco segundos y sin contacto físico con el dispositivo electrónico, el dinero solicitado por los clientes de las entidades financieras.
Se trata de una solución clave para ayudar a la sociedad y empresas a reducir riesgos de contagio de enfermedades infecciosas como el coronavirus y aumentar los estándares de seguridad en las operaciones del día a día con los bancos.
La operación se realiza mediante una simple transacción de banca móvil, incluso mucho antes de acudir al cajero automático (es incluso posible hacer una reserva de efectivo en un TAPP determinado). Una vez registrada la cantidad de dinero de la que se quiere disponer y seleccionado el TAPP más cercano, el usuario tan solo tiene que acudir al punto elegido cuando le resulte más conveniente y acercar el código QR o NFC recibido en su teléfono móvil al dispositivo para recibir rápidamente el efectivo. La confirmación de la transacción y el correspondiente recibo se envían también a su móvil.
La seguridad, tanto desde el punto de vista del contacto físico como para evitar el robo de contraseñas, se garantiza al 100%. Todo el proceso se realiza a través de la aplicación móvil por lo que el usuario no necesita interactuar con el cajero. Tampoco existen elementos hardware vulnerables a ataques como el lector de tarjetas o Pinpad.
Otras operaciones que se pueden realizar a través de TAPP son la compra de divisas y todas aquellas relacionadas con la ejecución de transacciones previamente autorizadas, tales como pago de pensiones y subsidios, becas, microcréditos o remesas.
Más económico y sostenible
El TAPP supone la experiencia en dispensación de efectivo más segura, rápida, sencilla, pero también la más económica del mercado, dado que el coste total de propiedad es hasta un 50% inferior al de un cajero tradicional.
La eficiencia energética es otra de sus grandes aportaciones debido a que los elementos con mayor consumo energético y con el índice más alto de averías (lectores, impresora y pantalla) no existen en el TAPP. Esto no solo hace posible una reducción de más de un 50% de consumo eléctrico, sino que además representa una disminución de cerca del 60% en la frecuencia de mantenimiento del cajero.
Por otro lado, sus reducidas dimensiones y el elevado porcentaje de componentes reciclables contribuyen a que sea el cajero más eficiente y eco-friendly del mercado. Además, da respuesta a una de las principales tendencias en el entorno ATM (Automated Teller Machine, cajero automático en sus siglas en inglés) que es la integración de smartphones en la retirada de efectivo, al tiempo que constituye una solución innovadora que satisface la demanda de los clientes más digitales.