La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) se perfila como una tecnología transformadora en el ámbito empresarial, ofreciendo nuevas formas de optimizar operaciones, mejorar productos y crear valor. A diferencia de los sistemas tradicionales de IA, centrados en el análisis y la clasificación de datos, la IAG tiene la capacidad de generar contenido original, como texto, imágenes y código.
En el contexto empresarial español, la IAG promete numerosas oportunidades, aunque su adopción enfrenta retos considerables en términos de inversión, infraestructura y talento especializado.
Recientemente, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y Arsys, APD (Asociación para el Progreso de la Dirección) ha presentado el Barómetro de Inteligencia Artificial Generativa , el primer estudio en España que examina el impacto de esta tecnología desde una perspectiva directiva.
Con más de 450 ejecutivos encuestados, el informe ofrece una visión detallada sobre el estado actual, las barreras, y el potencial de la IAG en los modelos de negocio en España, proporcionando una radiografía del interés y la adopción de la IAG en las empresas.
Madurez tecnológica y factores que impulsan la adopción de la IAG
El Barómetro permite entender cómo factores como la madurez tecnológica, la infraestructura y el tamaño de las empresas influyen en su capacidad para adoptar la IAG. Según el estudio, las empresas que ya cuentan con un grado avanzado de conocimiento en esta tecnología muestran una perspectiva clara sobre sus beneficios y presentan mayor autonomía para integrarla en sus operaciones. Por el contrario, aquellas con menos experiencia perciben mayores obstáculos para implementarla de forma efectiva.
Adopción y comprensión de la IAG: optimismo y desafíos formativos
Entre los hallazgos clave del estudio destaca la percepción general de los ejecutivos sobre la IAG. Aunque el 84,8% de los encuestados opina que la IAG supone una gran oportunidad para aquellas empresas que logren dominarla, solo el 53,8% de los directivos afirma poseer un conocimiento medio o alto sobre esta tecnología. Esta brecha entre el entusiasmo por las posibilidades de la IAG y la falta de comprensión profunda plantea un desafío significativo, especialmente en términos de formación y concienciación.
Este optimismo está acompañado de la necesidad de incrementar la inversión en innovación: el 60,4% de los encuestados considera prioritario aumentar el presupuesto en este campo para facilitar la implementación de la IAG. Asimismo, un 53,1% señala la falta de talento especializado como una de las barreras principales, indicando que la escasez de profesionales formados en IAG limita actualmente su adopción.
Impacto de la IAG en el modelo de negocio y sus retos asociados
La implementación de la IAG no está exenta de complejidad. Uno de los obstáculos más mencionados en el estudio es la dificultad de integrarla en los modelos de negocio existentes, debido en gran medida a la necesidad de talento especializado y a la posible reorganización interna que esta tecnología requiere. Para muchas empresas, especialmente aquellas con menor conocimiento sobre la IAG, la transformación organizativa que exige esta tecnología se percibe como un reto. En cambio, las organizaciones con mayor experiencia en IAG ven esta reestructuración como una oportunidad para innovar.
Otro de los riesgos percibidos es la posibilidad de quedar rezagados respecto a la competencia si no se adapta la IAG. Muchos directivos subrayan que la adopción de esta tecnología es esencial para mantenerse competitivo frente a empresas más ágiles y avanzadas tecnológicamente.
Infraestructura y familiaridad con la IAG: un análisis estratégico
El grado de conocimiento sobre la IAG afecta directamente las decisiones empresariales sobre la infraestructura necesaria para desplegarla. Según el estudio, las empresas que cuentan con una mayor madurez tecnológica y que están familiarizadas con esta tecnología tienden a preferir infraestructuras en la nube, especialmente en configuraciones públicas o híbridas, que les proporcionan flexibilidad y escalabilidad. En cambio, las empresas con menos experiencia suelen mostrar más dudas respecto al tipo de infraestructura a adoptar.
En este contexto, la nube pública se mantiene como la opción preferida para soportar la IAG, especialmente entre empresas de tamaño medio y grande, que valoran la seguridad y personalización que ofrecen infraestructuras privadas. Sin embargo, los elevados costos asociados al despliegue de esta tecnología siguen siendo un obstáculo, en especial para las empresas menos maduras en términos tecnológicos.
El tamaño de la empresa como determinante en la adopción de la IAG
El estudio revela que el tamaño de la empresa influye de manera decisiva en la adopción de la IAG. Las grandes empresas, con estructuras consolidadas y mayor capacidad de inversión, presentan un entendimiento más profundo sobre el reto de implementar esta tecnología. Son conscientes de los elevados costos y de la necesidad de integrar talento especializado, elementos clave para aprovechar las posibilidades de la IAG.
Por otro lado, las pequeñas y medianas empresas (pymes) ven en la IAG tanto una oportunidad de crecimiento como un posible riesgo para su modelo de negocio. Su dependencia de infraestructura pública y de software de código abierto es más alta en comparación con las grandes empresas, que suelen preferir soluciones privadas. Para las pymes, la falta de recursos y el coste de la infraestructura constituyen barreras adicionales para la adopción de la IAG.
Sectores líderes y rezagados en la adopción de la IAG
La adopción de la IAG no es homogénea en todos los sectores. La tecnología, el comercio y la banca destacan como las industrias líderes en la implementación de la IAG, utilizando esta tecnología para desarrollar nuevos productos, optimizar procesos y mejorar la experiencia del cliente. Estas empresas han destinado recursos a la investigación y al desarrollo de aplicaciones basadas en IAG, explorando su potencial para la automatización y la innovación.
En cambio, la agroindustria figura como uno de los sectores menos avanzados en términos de adopción de la IAG. Para estas empresas, la implementación de la tecnología presenta mayores desafíos, especialmente en términos de infraestructura y talento, lo que requiere un esfuerzo adicional de capacitación y apoyo externo.
Principales aplicaciones de la IAG en el ámbito empresarial
Entre los usos previstos de la IAG, destaca la optimización de procesos internos como la aplicación más prioritaria para el 55% de los encuestados. La IAG se percibe como una herramienta eficaz para mejorar la atención al cliente, desarrollar productos y servicios innovadores y optimizar la gestión empresarial. En menor medida, también se prevén aplicaciones en marketing, donde la tecnología generativa puede aportar valor en la creación de contenido automatizado y personalizado.
Las empresas con una estrategia de datos avanzada y mayor madurez tecnológica son las que exploran más aplicaciones de la IAG. Estas organizaciones no solo limitan su uso a procesos internos, sino que también están dispuestas a experimentar con aplicaciones más complejas, como la personalización de servicios y la mejora de la experiencia del cliente.
Colaboración con proveedores y aliados: un elemento clave para la IAG
El estudio revela que la colaboración con proveedores y aliados tecnológicos es fundamental para que las empresas puedan desplegar soluciones de IAG a gran escala. Un 68,6% de los encuestados admite la necesidad de recurrir a proveedores externos, como desarrolladores de herramientas y plataformas de IA, consultoras especializadas, integradores de sistemas y empresas de formación. Esto pone de relieve la dependencia de muchas empresas españolas de actores externos para compensar la falta de recursos internos y talento especializado.
Perspectivas de futuro de la IAG en las empresas españolas
A pesar de las barreras, el informe concluye que la IAG representa una oportunidad relevante para el ecosistema empresarial en España. Las empresas que ya cuentan con un nivel avanzado de madurez tecnológica y recursos propios están mejor posicionadas para liderar esta transformación, mientras que aquellas con una dependencia mayor de proveedores externos deberán estructurar sus estrategias para no quedarse atrás.
El Barómetro de APD y Arsys destaca que la IAG no es una tecnología pasajera, sino un motor de transformación que influirá en el futuro de las empresas en España. Para aprovechar al máximo sus beneficios, los líderes empresariales deberán invertir en talento, mejorar sus capacidades tecnológicas y desarrollar estrategias claras, con el objetivo de asegurar su competitividad en un mercado en constante evolución.
