En un panorama empresarial marcado por la consolidación de la transformación digital, los datos se posicionan como el eje estratégico para quienes buscan liderar el cambio. La firma Denodo, especializada en plataformas de integración y gestión de datos, ha publicado su informe anual sobre las principales tendencias en la gestión del dato empresarial para 2025.
Entre los puntos destacados se incluyen el avance de la inteligencia artificial (IA), la implementación de prácticas FinOps y el cumplimiento de regulaciones más estrictas, con un enfoque creciente en sostenibilidad y gobernanza distribuida.
IA generativa: hacia la integración con datos actualizados
En 2025, la inteligencia artificial generativa alcanzará una etapa de mayor integración en los procesos empresariales, según el análisis de Denodo. Aunque esta tecnología ha mostrado un gran potencial, sus aplicaciones a menudo se han visto limitadas por la falta de acceso a datos actualizados y contextuales. Para superar esta barrera, las plataformas de gestión evolucionarán para conectar grandes modelos de lenguaje (Large Language Models, LLM) con técnicas de recuperación aumentada de datos (RAG), permitiendo el uso de información corporativa reciente. Esto mejorará la precisión y relevancia de las aplicaciones, optimizando su capacidad para generar respuestas específicas y útiles.
Inteligencia artificial aplicada: automatización y análisis avanzado
El desarrollo de la IA no se limitará a los modelos generativos. Tecnologías como el análisis predictivo y prescriptivo, la hiperpersonalización y la automatización avanzada desempeñarán un papel clave en sectores diversos. Además, los catálogos de datos impulsados por IA permitirán una organización más eficaz de los recursos, proporcionando información en tiempo real sobre la calidad, el origen y los patrones de uso de los datos. Esto será fundamental para empresas que buscan optimizar sus operaciones en un entorno cada vez más dinámico.
Data Mesh y Data Fabric: gobernanza distribuida y autonomía operativa
Modelos como el Data Mesh y el Data Fabric continuarán ganando relevancia en 2025, especialmente en organizaciones que necesitan descentralizar la gestión de datos sin comprometer la gobernanza. Estas estrategias permiten asignar la propiedad de los datos a las unidades de negocio, al tiempo que aseguran su seguridad y cumplimiento normativo. Este enfoque busca reducir la dependencia de los equipos de TI, acelerando la toma de decisiones y fomentando una mayor agilidad en los procesos empresariales.
FinOps: eficiencia en la gestión de recursos tecnológicos
El control de costes seguirá siendo una prioridad para las empresas. Las prácticas FinOps, que combinan la gestión de recursos tecnológicos con objetivos financieros, se consolidarán como una estrategia esencial. Entre sus aplicaciones destacan la organización de datos según su frecuencia de uso para optimizar costes de almacenamiento y la asignación dinámica de cargas de trabajo en función de las prioridades empresariales. Estas prácticas permitirán a las organizaciones alinear mejor sus recursos tecnológicos con sus metas operativas.
Sostenibilidad: eficiencia energética en la gestión de datos
En 2025, la sostenibilidad será un criterio esencial en las estrategias de gestión de datos. Las empresas adoptarán prácticas diseñadas para minimizar el consumo energético y reducir su huella de carbono en entornos de nube. Además, el cumplimiento de estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) influirá cada vez más en la selección de proveedores tecnológicos. Este enfoque no solo responde a las normativas internacionales, sino que también refleja la creciente presión por parte de los consumidores y accionistas para operar de forma más responsable.
Normativas más estrictas: privacidad y control sobre los datos
El endurecimiento de las regulaciones en materia de privacidad y uso de datos impulsará la adopción de arquitecturas híbridas que combinen el almacenamiento seguro de información sensible en nubes privadas con la flexibilidad de las nubes públicas para datos menos críticos. Este modelo permitirá cumplir con los requisitos normativos, al tiempo que optimiza costes y escalabilidad. Asimismo, se avanzará en herramientas automatizadas que rastreen la procedencia de los datos, garantizando su transparencia y alineación con las normativas emergentes en inteligencia artificial y gestión de datos.
Perspectivas para 2025: modularidad y adaptabilidad
“La gestión de datos en 2025 será más descentralizada, en tiempo real y orientada hacia la automatización, con arquitecturas que prioricen la modularidad y el consumo de datos flexible”, explica Bernardo Godar, vicepresidente de Denodo para Iberia y Latinoamérica. Este enfoque permitirá a las empresas adaptarse a la creciente complejidad de los ecosistemas de datos, asegurando la escalabilidad y el cumplimiento normativo mientras promueven una mayor democratización del acceso a los datos dentro de sus organizaciones.
Con estas tendencias, el próximo año se perfila como un periodo de transformación profunda en la gestión del dato empresarial, donde las empresas deberán equilibrar innovación, sostenibilidad y regulación para mantenerse competitivas en un mercado en evolución constante.