La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y representa sin duda una de las temporadas donde se producen más desplazamientos por todo el país. Como consecuencia, este aumento de los viajes en un período de tiempo tan concentrado puede presentar varios retos en la red de carreteras y sistemas de transporte .
La variabilidad en los patrones de movimiento durante estas fechas añade una capa adicional de complejidad. Esto dificulta la predicción precisa de los flujos de circulación, lo que puede resultar en imprevistos y desafíos logísticos para las fuerzas de seguridad. La infraestructura limitada en algunos destinos turísticos también supone un reto importante. Las carreteras pueden no estar preparadas para gestionar grandes volúmenes de tráfico, lo que puede provocar una movilidad interrumpida de los vehículos y una gestión ineficiente de los recursos de movilidad.
Además, la incertidumbre a nivel meteorológico puede llegar a complicar aún más la situación. La Semana Santa varía de un año a otro su fecha en el calendario, pero se caracteriza por ser el período del año más difícil de pronosticar para los hombres y mujeres del tiempo. Esto tiene una influencia directa en los desplazamientos propios de estas fechas, provocando grandes retenciones cuando las condiciones meteorológicas son adversas para la conducción, incrementando el riesgo de accidentes e modificando las decisiones de los ciudadanos y ciudadanas que pueden cambiar en el último momento la fecha y hora en la que viajar. Un riesgo que aumenta ya que en este período producen viajes a segundas residencias situadas en pueblos a los que se llega a través de carreteras secundarias. El año pasado, 34 personas fallecieron durante estas vacaciones.
En el 2023, la Semana Santa trajo consigo 16 millones de desplazamientos por carretera. Teniendo en cuenta esta cifra, es necesario que se tomen medidas para evitar cualquier evento crítico o situaciones que dificulten la llegada de los turistas a sus destinos. En este contexto, la analítica de datos y la inteligencia artificial (IA) son tecnologías clave para ayudar a anticipar y minimizar las complicaciones, accidentes y hacer que los ciudadanos disfruten de unos desplazamientos seguros y tranquilos.
¿Qué opina SAS sobre esto?
La IA, el cáliz para evitar el Vía Crucis de los atascos en Semana Santa
La analítica avanzada y la inteligencia artificial han demostrado ser herramientas de gran valor como apoyo a una toma de decisiones proactiva e inteligente que permita la gestión óptima de los recursos públicos. En el caso de la circulación, gracias a ellas, es posible planificar de manera óptima los medios necesarios que minimicen las incidencias durante los desplazamientos masivos por carretera, como los que se suelen dar durante las vacaciones de Semana Santa, garantizando así la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos. Un período de vacaciones tan reducido como popular, que el año pasado ya registró una cifra superior a los 1.5 millones de desplazamientos diarios, un 2,5% más en comparación con el 2022.
La analítica avanzada permite analizar los movimientos poblacionales, predecir volumen de desplazamientos y el efecto de factores externos como la climatología, así como la predicción de posibles incidencias y siniestralidad durante los viajes. Gracias al boom de la inteligencia artificial generativa, tecnologías como la de SAS permiten realizar simulaciones basadas en datos sintéticos. El conocimiento de este tipo de información por parte de las autoridades encargadas de la gestión del tráfico les permite realizar análisis de todos los escenarios posibles, diseñando planes de contingencia para cada uno de ellos. Teniendo en cuenta además que los conductores madrileños y barceloneses pasan más de dos días cada año atrapado en atascos, según Deloitte y RACC, la implementación efectiva de estas tecnologías se traduce en una gestión más eficiente de la movilidad. Así, los organismos pueden decidir cómo distribuir y desplazar a sus efectivos en puntos críticos o decidir qué carriles adicionales se pueden habilitar para optimizar la circulación.
Otra de las ventajas que pone la analítica al servicio de la optimización del tráfico viene dada por los algoritmos de machine learning, que permiten analizar patrones en tiempo real, ajustando las predicciones a acontecimientos inesperados o cambios repentinos en el flujo de vehículos. Estas técnicas que hay detrás de aplicaciones móviles muy populares que facilitan una comunicación inmediata entre los conductores que facilitan la compartición en tiempo real sobre el estado del tráfico, recomendaciones de rutas alternativas y consejos para una conducción más fluida, contribuyendo así a la seguridad vial. Una solución que podría ayudar a reducir el número de accidentes en carretera, considerando que la Semana Santa del 2023 fue la más siniestra desde 2016.
Desde SAS, llevamos años trabajando con la DGT para ayudar a realizar previsiones relacionadas con el desplazamiento de vehículos, así como un análisis de la siniestralidad y mortalidad. De hecho, este organismo utiliza nuestro software para el cálculo de todas las estadísticas, análisis de datos y escenarios que se hacen a través del Observatorio Nacional de Seguridad Vial. Una gestión eficiente del tráfico en Semana Santa permite una optimización de los recursos, pero, sobre todo, una mejora en la experiencia y comodidad de todos nosotros durante nuestros desplazamientos. Las herramientas que las grandes compañías tenemos a nuestro alcance pueden brindar a las autoridades la capacidad de tomar decisiones informadas y adaptarse de manera ágil a las condiciones cambiantes del tráfico, donde incluso el clima puede jugar un rol decisivo”.
