Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
En la última década, el sector del software ha crecido al doble de la tasa de todas las industrias. Mientras que la economía mundial se contrajo un 3,3% en 2020 en comparación con 2019, los ingresos de la industria del software crecieron un 2,7% y se espera que crezca a más del doble del ritmo del PIB mundial en los próximos cinco años.
En septiembre de 2021, siete de las diez empresas más valiosas del mundo eran empresas de software o relacionadas con el software, lo que refleja la creciente importancia económica del sector. Y el año anterior, más de un tercio de las 100 empresas más valiosas de Estados Unidos procedían del sector, al igual que una cuarta parte de las de Asia.
En Europa, sin embargo, esa cifra se situaba en apenas un 7%. Hoy en día, ni una sola empresa europea figura en la lista de las diez empresas de software más valiosas del mundo, y sólo hay tres entre las 20 primeras.
“Entre las soluciones propuestas existen tres áreas en las que Europa podría tomar la delantera y crear grandes empresas aprovechando los puntos fuertes del continente: el software vertical B2B, las plataformas de software para la digitalización de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), y las plataformas horizontales construidas sobre la excelencia europea en I+D”, añade Torres.
El mercado global anual de software vertical se sitúa actualmente en torno a los 100.000 millones de dólares y se espera que crezca a un ritmo anual de alrededor del 19% en los próximos cinco años. Muchas de las mayores empresas de software B2B ya han realizado movimientos para establecerse en este espacio y esta debería ser la línea de actuación para ganar relevancia.
Por ejemplo, Salesforce ha adquirido Vlocity, una empresa emergente con soluciones específicas para el sector; Oracle ha realizado múltiples adquisiciones de empresas de software que prestan servicio a sectores como la construcción, las comunicaciones, el comercio minorista y la hostelería y los viajes; y SAP, la mayor empresa de software de Europa, ha lanzado una nube industrial para ofrecer soluciones para muchos sectores verticales. No obstante, Europa podría aprovechar las múltiples oportunidades que existen en este nicho de mercado para construir su liderazgo.
Atender la demanda de tecnología por parte de las PYMES
Otra línea de actuación es atender a la demanda de tecnología por parte de las PYMES. En Europa este tipo de empresas dominan la economía, representando más del 50% del PIB y el 65% del empleo. A pesar de ese protagonismo, las PYME europeas han tardado en digitalizarse, y las grandes empresas de software B2B no atienden al sector. “Actualmente se estima que las empresas con menos de 1.000 empleados gastan más de 30.000 millones de dólares al año sólo en software (casi la mitad de los cuales se gastan en software vertical o específico de la industria). Es probable, además, que la demanda siga aumentando por la necesidad de digitalización provocada por la COVID, siendo una buena oportunidad para las empresas de software europeas”, anota Alberto Torres.
Otro área a tener en cuenta, es I+D. La inversión privada europea en I+D está muy por detrás de la de otras regiones: el 1,4% del PIB, frente al 2,2% de Estados Unidos y el 1,7% de China. En cambio, Europa obtiene buenos resultados en materia de I+D en los sectores público y educativo, con un gasto del 0,7% del PIB, frente al 0,5% de China y el 0,8% de Estados Unidos. Esto se refleja en su historial académico: Europa alberga 16 de las 50 principales universidades mundiales de ciencias de la vida y es reconocida como líder mundial en algunos ámbitos, como la investigación en terapia celular y génica (CGT).
Los CEOs encuestados consideran que inversores y empresas podrían colaborar más estrechamente con las universidades e instituciones de investigación europeas para traducir este tipo de investigación básica en valor económico y liderazgo en el mercado. “Para ello, podrían emular el modelo utilizado en los centros tecnológicos de Silicon Valley, Boston, Austin o el Triángulo de Investigación de Carolina del Norte. Otro ejemplo es el «triángulo de oro» en Inglaterra con fuertes vínculos con las universidades británicas de primer nivel con sede en Cambridge, Londres y Oxford. Este centro puso en marcha la mayor parte de los aproximadamente 100 unicornios del Reino Unido y atrajo capital de riesgo por valor de 15.000 millones de dólares en 2020”, explica Alberto Torres.
Modelos de venta escalables y desarrollo de productos globales
Más allá de estas soluciones, los encuestados hacen también hincapié en adoptar en buenas prácticas de gestión que se realizan en otros mercados y que serían importables a Europa como:
- Modelos de venta escalables. Las empresas de software chinas y estadounidenses pueden ampliar su escala rápidamente debido a sus enormes mercados nacionales. En Europa, los análisis demuestran que las empresas tardan en expandirse a través de múltiples mercados más pequeños, un tiempo que las empresas de software no tienen si quieren competir por el liderazgo mundial. Un posible solución sería adoptar un modelo de creación de «centros de ventas internos» paneuropeos en lugares donde existen potenciales empleados multilingües -Barcelona, Dublín y Tel Aviv, por ejemplo- pudiendo dirigir las ventas a distancia. Este modelo de ventas escalables puede ser un 25% más productivo que un modelo de ventas sobre el terreno.
- Gestión y desarrollo de productos de categoría mundial. Las empresas europeas suelen tardar en adoptar la última tecnología repercutiendo negativamente en su crecimiento. A ello se suma la escasez de talento, en concreto, de directos de producto. Los encuestados proponen que los gobiernos ayuden a construir y atraer el talento necesario, por ejemplo, promoviendo programas para ayudar al talento internacional a vivir y trabajar en Europa o programas de rotación universitaria globales o regionales
Aunque el sector público puede impulsar y ayudar a empresas de software europeas, empresarios, inversores y empresas del sector privado también tienen un papel importante y urgente que desempeñar. Para evitar que el sector del software frene la competitividad de muchas de sus industrias y de su economía, Europa debe aspirar a generar empresas globales de software en la próxima década, adoptando un nuevo enfoque que aproveche sus puntos fuertes en lugar de tratar de compensar sus debilidades.