Ante la creciente sofisticación del ransomware y otras ciberamenazas, las empresas buscan soluciones de seguridad que integren detección avanzada a nivel de hardware y software. ESET, en colaboración con Intel, ha implementado sistemas de detección de amenazas que operan directamente desde el procesador, diseñados para reforzar la seguridad sin afectar el rendimiento de los dispositivos.
La detección a nivel de CPU permite una supervisión continua de la actividad del procesador, identificando patrones de comportamiento anómalo que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos para sistemas de defensa tradicionales. Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España, destaca que este enfoque permite interceptar amenazas sofisticadas en tiempo real. “Al observar la telemetría de la CPU, es posible detectar variantes de ransomware que emplean técnicas avanzadas para camuflarse en el sistema”, explica Albors, añadiendo que esta capa de seguridad hardware ofrece una protección estratégica ante las crecientes amenazas cibernéticas.
Desde marzo de 2022, los clientes de ESET disponen de Intel® Threat Detection Technology (Intel® TDT), un sistema de detección que utiliza inteligencia artificial para analizar la actividad de la CPU, integrado en la suite de ciberseguridad ESET PROTECT. Esta colaboración permite que las empresas con dispositivos basados en procesadores Intel accedan a una protección más sólida, sin que el rendimiento del sistema se vea afectado.
Cuatro beneficios clave para las empresas
La sinergia entre ESET e Intel ofrece una serie de ventajas prácticas para las organizaciones, especialmente en un contexto donde la eficiencia y la sostenibilidad también son prioridades:
- Protección avanzada contra ransomware: La capacidad de monitorización a nivel de hardware detecta incluso las variantes de ransomware más complejas. Esto permite una defensa activa en tiempo real, manteniendo una barrera de protección sin comprometer el rendimiento.
- Optimización del rendimiento: Los procesadores Intel® Core™ e Intel® Core™ Ultra distribuyen las tareas de seguridad en núcleos específicos. Los núcleos de alto rendimiento manejan las funciones críticas, mientras que los núcleos eficientes gestionan los procesos en segundo plano, asegurando así que las actividades cotidianas no se vean interrumpidas.
- Eficiencia energética: Utilizar núcleos eficientes para procesos secundarios genera un ahorro de batería de entre un 5% y un 8%. Esta característica resulta especialmente valiosa en entornos de trabajo remoto o híbrido, donde la duración de la batería es crucial para la productividad.
- Implementación simplificada: Las actualizaciones automáticas de esta tecnología reducen la carga de trabajo del equipo de TI, manteniendo el sistema protegido de manera constante sin impactar el rendimiento.
Innovación continua en seguridad
ESET e Intel están explorando nuevas funcionalidades, entre ellas, el uso de unidades de procesamiento neuronal (NPU) en los procesadores Intel Core Ultra, que potenciará la seguridad basada en inteligencia artificial. Estas innovaciones brindan a las empresas la capacidad de enfrentar mejor las amenazas emergentes, al tiempo que mantienen el equilibrio entre seguridad, eficiencia energética y productividad.