La gestión de los datos hoy en día es una parte fundamental de las estrategias de las organizaciones, ya que el volumen de la información que generan es cada vez mayor y así, se trata de un proceso que forma parte de su actividad diaria. Una parte imprescindible de este proceso es su almacenamiento, precisamente en un momento en el que las empresas están migrando cada vez más hacia el cloud y es que, según datos de Eraneos, el 49,2% de las grandes empresas españolas prevén aumentar su inversión en la nube por encima del 20% en 2024.
En este sentido, la seguridad de los datos y de la información crítica de la empresa, especialmente aquella alojada en la nube, es cada vez más una preocupación recurrente en las organizaciones, sin importar su tamaño. Por esta razón y con motivo del Día Europeo de la Protección de Datos, que se celebra el 28 de enero, knowmad mood, consultora tecnológica líder en soluciones de transformación digital, recoge una serie de buenas prácticas que ayudan a garantizar su seguridad:
- Cuidar de la encriptación de datos. Esta técnica de seguridad protege toda la información a través de la transformación de los datos sin formato a formato codificado, quedando únicamente accesibles para sistemas o personas autorizadas. Pero los datos no solo deben ser encriptados mientras estén almacenados, sino también durante su transmisión. Así, durante el proceso de migración de los datos a la nube, la información se cifra a la vez y se almacena de forma segura. En todo momento, la clave de encriptación debe quedar guardada en un lugar seguro y únicamente accesible a personas autorizadas.
- Garantizar una sólida gestión de acceso y autenticación. Se trata de asegurar la limitación de acceso a los datos a través de diferentes métodos como la autenticación biométrica o de dos factores. Y es que, mientras que las contraseñas pueden ser robadas o descifradas, procedimientos como contestar a una pregunta personal, recibir un código desde un mensaje de texto o una huella dactilar son mucho más difíciles de combatir. Por ello, hace tan solo unos meses las grandes tecnológicas Apple, Google y Microsoft se han unido bajo el estándar FIDO con el fin de comprometerse a implementar sistemas de seguridad y finalmente superar las contraseñas, que actualmente son el método de autenticación más utilizado.
- Realizar copias de seguridad de forma regular. En el caso de que ocurra un ciberataque o incluso se eliminen los datos de forma accidental, las copias de seguridad garantizan que toda la información y datos puedan ser restauradas. Sin embargo, antes de realizar estas copias será imprescindible, en primer lugar, realizar un inventario de todos los datos que se contienen con el fin de determinar su criticidad para el negocio, y así poder clasificar por nivel de accesibilidad o confidencialidad e impacto en caso de pérdida o robo. La idea principal de ejecutar este proceso es tener un registro de todos los datos para determinar así cuál será la periodicidad de las copias y su contenido.
- Monitorizar la nube a tiempo real para detectar incidentes sospechosos. La monitorización de los eventos a tiempo real permite detectar cualquier actividad sospechosa o intentos de brechas de seguridad dentro de los sistemas donde se alojan los datos. Así, gracias a ello, se puede responder de forma rápida y efectiva a cualquier potencial amenaza. Una forma de esta monitorización es, por ejemplo, controlar el tráfico de la red a través de los cortafuegos implementados en los sistemas, que lo analizan con el fin de detectar y bloquear cualquier tipo de tráfico no solicitado.
- Llevar a cabo auditorías de seguridad periódicas. En cualquier ámbito, la acción de evaluar los riesgos es necesaria para identificar potenciales brechas y, de esta forma, adoptar las medidas correctivas necesarias y pertinentes. Así, las auditorías y revisiones de seguridad periódicas de los sistemas de almacenamiento en la nube son capaces de ayudar a detectar problemas potenciales antes de que se vuelvan amenazas serias, así como a verificar que los sistemas en la nube se ajustan a los requisitos de la normativa y estándares de seguridad.