Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
El Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Mobile World Capital Barcelona (MWCapital) han presentado este miércoles el nuevo modelo Intelligent Robotic Assistant (ARI) en el marco del Smart City Expo World Congress.
El robot ARI II incorpora características más avanzadas y mejoras notables en su movilidad en comparación con su predecesor. Gracias a la colaboración del Grupo Saltó, que ha desarrollado el software y trabaja en coordinación con el Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento, el primer modelo de robot se ha probado durante el último año, en un entorno real, con una decena de personas mayores viviendo solas en sus hogares.
El objetivo ahora es ampliar la prueba piloto para que entre 2022 y 2024 el robot se pruebe en un centenar de residencias de personas mayores, durante un periodo de dos meses cada una, en una extensión de la prueba piloto que ya ha comenzado en el domicilio del primer usuario.
El robot ARI II tiene una altura de un metro, un ancho de 35 centímetros y pesa 12 kilogramos. La nueva versión es capaz de moverse por toda la casa, con una autonomía aproximada de ocho horas. También está diseñado para rastrear a la persona, detectar y esquivar obstáculos, reconocimiento facial y de voz, una pantalla táctil interactiva y la capacidad de cargar el móvil sin enchufe.
También incorpora una mayor capacidad de interacción con el usuario (en catalán o castellano) y se puede integrar con otras aplicaciones, como la posibilidad de proporcionar noticias de interés, ser dirigido de forma remota por familiares o cuidadores, o realizar videollamadas.
Hasta el momento la primera versión del robot ARI se ha probado en una docena de hogares de personas mayores o dependientes que viven solas. Los resultados preliminares obtenidos muestran la capacidad de este gadget para mejorar la calidad de vida de los usuarios que, sin reducir el soporte o los servicios personales que puedan estar recibiendo, incorpora elementos de inteligencia artificial configurables según las necesidades específicas de cada persona.
Con este proyecto, y en el marco de la Medida Gubernamental de Innovación Social que se aprobó hace casi un año, el Ayuntamiento de Barcelona se sitúa a la vanguardia de este sector con un programa diseñado específicamente para aplicar la investigación y el desarrollo en el ámbito asistencial, desde un liderazgo público que garantice el retorno social del proyecto y su trazabilidad por parte de la sociedad en su conjunto.
El proyecto surgió en el marco de la alianza 5G Barcelona y de la convocatoria del reto ‘Cómo mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de la tecnología’ puesto en marcha por la Fundación Mobile World Capital Barcelona.
Hasta el momento el MWCapital ha invertido 125.000 euros y durante los próximos tres años la ampliación del piloto contará con una inversión de 150.000 euros por parte del Ayuntamiento y 125.000 euros más por parte del MWCapital.
El potencial de ARI se debe a que, lejos de reemplazar cualquiera de los servicios personales actuales que cada persona puede recibir, el robot puede ayudar a detectar rápidamente situaciones de emergencia dentro del hogar, como caídas o accidentes domésticos, así como ayudar a mantener el patrón adecuado de medicación o recordar fechas de interés como una visita médica, por ejemplo, así como resolver dudas puntuales.
Cabe recordar que aproximadamente 350.000 personas mayores de 65 años viven en la ciudad de Barcelona y que 90.000 de estas personas viven solas, aunque se espera que estas cifras aumenten progresivamente en los próximos años.
Los diferentes estudios realizados hasta el momento confirman que el 90% de estas personas mayores quieren quedarse en casa el mayor tiempo posible y no acudir a una residencia u hogar para sus familiares.
Instrumentos como el ARI pueden facilitar esta tarea, coordinándose con servicios específicos que ya existen como el Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) o el Servicio Municipal de Teleasistencia, entre otros.
Con la ampliación de la prueba piloto, el Ayuntamiento de Barcelona quiere disponer de una base de datos más amplia que permita valorar exhaustivamente la posibilidad de incorporar el robot a la cartera de servicios existente.