Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
En la planta de la fábrica Ex-Robots de Dalian, ciudad costera del noreste de China, los ingenieros están desarrollando robots humanoides enfocados en mejorar las expresiones faciales y las emociones. En una mesa de trabajo se pueden observar máscaras de silicona, brazos y pies de silicona, cabezas sin cuerpo y robots humanoides en diversas fases de construcción. Una pared está decorada con dibujos de diseños de robots.
Li Boyang, director ejecutivo de Ex-Robots, comentó: «Tenemos nuestros propios equipos de software y algoritmos», añadiendo que los robots humanoides son los productos robóticos más complejos. «Hay muchos modelos y algoritmos básicos que suelen ser de código abierto y que todo el mundo utiliza. Sin embargo, nosotros nos centramos más en cómo hacer que la IA reconozca y exprese expresiones y emociones».
Una trabajadora de Ex-Robots demostró el funcionamiento de uno de los humanoides: al mover la cabeza, sonreír y sacar la lengua, el robot imitó sus movimientos gracias a diminutos motores instalados en varios puntos de su cabeza. Li explicó: «También estamos trabajando en el modelo de base. El modelo que estamos fabricando es multimodal y capaz de expresarse emocionalmente. Puede percibir el entorno que le rodea y producir la reacción facial adecuada».
Según Ex-Robots, la fabricación de un robot humanoide lleva entre dos semanas y un mes, con precios que oscilan entre 1,5 millones de yuanes (207.000 dólares) y 2 millones de yuanes. Hasta ahora, los robots de la empresa se han destinado principalmente a su exhibición en museos, uno de los cuales Ex-Robots ha instalado en el mismo edificio que su fábrica.
Li anticipa que en el futuro, los robots humanoides tendrán un papel más importante en los sectores sanitario y educativo. «El asesoramiento psicológico y la salud son sin duda futuros escenarios de aplicación. Actualmente estamos llevando a cabo investigaciones relacionadas, como el tratamiento auxiliar y la detección preliminar de trastornos emocionales y psicológicos», afirmó. «Además, creo que la interacción emocional tiene aplicaciones más amplias en campos de servicios, como los dirigidos a los niños».
En el contexto global, el desarrollo de robots humanoides está ganando relevancia. Empresas como Tesla también están invirtiendo en la creación de robots con capacidades avanzadas, apuntando a una mayor integración en la vida cotidiana y en sectores clave como la asistencia médica y la educación. La competencia en este campo impulsa la innovación y promete transformar diversas industrias.