Las nuevas herramientas de IA generativa están poniendo en jaque al sector educativo y planteando tanto retos como oportunidades para alumnos y profesores. El nuevo informe del Instituto de Investigación Capgemini, «Future ready education: Empowering secondary school students with digital skills», revela que los estudiantes de entre 16 y 18 años se sienten mucho menos seguros que sus profesores sobre si sus habilidades digitales son suficientes a la hora de prepararles para el mercado laboral, sobre todo en las áreas de comunicación digital y la alfabetización informática.
Los sistemas educativos de todo el mundo ya están tomando medidas para dar cabida o excluir las herramientas de IA generativa -como el ChatGPT- de las actividades cotidianas de los alumnos. Casi la mitad (48%) de los profesores de secundaria, por ejemplo, afirma que sus centros han bloqueado o restringido el uso de estas herramientas de una forma u otra. Otros pioneros en el uso de estas nuevas tecnologías han sido menos restrictivos en su planteamiento: el 19% afirma que se han permitido estas herramientas para casos de uso específicos y el 18% señala que aún está evaluando su aplicabilidad y utilidad en el aula. En general, más de la mitad (56%) de los profesores de secundaria coincide en que es necesario adaptar los planes de estudio y las evaluaciones para tener en cuenta el uso que hacen los alumnos de los contenidos generados por IA, y una proporción similar (52%) cree que las herramientas de IA cambiarán la profesión docente para mejor.
Equilibrio entre los riesgos y los beneficios
Aunque muchos pueden ver el potencial de las herramientas de IA generativa, el 78% de los profesores de secundaria a nivel global aún comparte su preocupación por el impacto negativo de las herramientas de IA generativa en los resultados de aprendizaje de los alumnos, incluida la percepción de que disminuirá el valor de la escritura como habilidad (66%) y limitará la creatividad de los alumnos (66%).
A pesar de estas preocupaciones, la mitad de los profesores de secundaria a nivel mundial afirma que el potencial de la IA generativa como herramienta educativa supera los riesgos. Entre los beneficios percibidos que podrían aportar las herramientas de IA, los casos de uso clave destacados por los profesores incluyen su empleo para enseñar a interactuar con modelos de IA y comprenderlos (60%), para ayudar en los ejercicios de pensamiento crítico (56%) y para sugerir correcciones en los trabajos de los alumnos (52%), entre otros.
El sentimiento hacia la IA generativa varía significativamente por países: los profesores de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Finlandia reconocen la importancia y el potencial de la IA generativa, mucho más que los de Singapur, Japón o Francia.
Dotar a los alumnos de competencias clave para el futuro
Casi dos tercios de los profesores de secundaria (64%) están convencidos de la importancia de desarrollar las competencias digitales de los alumnos con el objetivo de que estén preparados para el trabajo; y la gran mayoría (82%) coincide en que la educación obligatoria en competencias digitales sería beneficiosa para los estudiantes. Sin embargo, el informe pone de manifiesto una brecha de confianza entre adultos y adolescentes: el 70% de los profesores y el 64% de los padres creen que los alumnos tienen las competencias necesarias para triunfar en el mundo laboral actual, mientras que el 55% de los estudiantes de 16 a 18 años está de acuerdo. La investigación también revela que existe una diferencia significativa de confianza entre los profesores de las grandes ciudades (83%) y los de las zonas rurales (40%), y que las chicas urbanas de 16 a 18 años sienten casi el doble de confianza que las de las zonas rurales. Por último, los profesores de las zonas rurales son menos propensos a creer que la alfabetización digital sea una prioridad para su escuela, en comparación con sus compañeros de las zonas suburbanas y urbanas[1].
Según la investigación, mientras que el 72% de los estudiantes de entre 16 y 18 años se siente seguro de sus conocimientos digitales básicos[2], menos de la mitad (47%) piensa lo mismo de la comunicación digital y alfabetización informática[3], atributos que, hoy en día, se consideran cruciales para el éxito en el lugar de trabajo. Además, el informe subraya que infundir confianza es fundamental para que los estudiantes puedan distinguir correctamente los hechos de la desinformación en Internet. Aunque la mayoría de los estudiantes (80%) afirma tener confianza para encontrar información en Internet, son menos los que saben en qué fuentes confiar (66%) y aún menos los que son capaces de diferenciar los hechos de las opiniones (61%).
[1] Por ejemplo, el 67% de los profesores rurales afirma que la alfabetización digital es importante, frente al 81% de los profesores suburbanos y el 94% de los urbanos, lo que agrava aún más la brecha digital entre zonas rurales y urbanas.[2] En esta investigación, definimos las «habilidades digitales» como la competencia en las cuatro categorías, no simplemente como la capacidad de navegar por las redes sociales, publicar fotos/vídeos en las redes sociales y utilizar un teléfono inteligente. Las competencias digitales comprenden: 1) alfabetización digital (por ejemplo, comprender cómo funcionan los ordenadores, Internet y los dispositivos móviles); 2) ciudadanía digital (por ejemplo, adoptar un comportamiento adecuado y responsable en línea); 3) alfabetización informática (por ejemplo, comprender cómo trabajar con datos y cómo analizarlos e interpretarlos); 4) alfabetización mediática (por ejemplo, comprender cómo determinar qué fuentes en línea son creíbles y ser capaz de evaluar el contenido en línea).[3] Las competencias en «comunicación digital y alfabetización informática» incluyen saber utilizar distintas formas de comunicación en línea, saber escribir un correo electrónico profesional, crear una presentación utilizando gráficos y texto, y elaborar gráficos a partir de datos.