Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La Unión Europea y China están adoptando estrategias innovadoras para impulsar el desarrollo y la implementación de la inteligencia artificial (IA) entre sus startups y pequeñas y medianas empresas (pymes).
Ambas potencias reconocen la importancia crucial de la IA en la economía digital y buscan eliminar barreras para su adopción a través del apoyo a la computación de alto rendimiento y el acceso a datos.
En Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció en Davos, Suiza, la iniciativa de proporcionar acceso a superordenadores de categoría mundial a startups y pymes, según informa Europa Press.
Este movimiento busca democratizar el acceso a recursos computacionales avanzados, permitiendo a las empresas desarrollar y entrenar grandes modelos de IA, de manera similar a cómo lo hace Microsoft con ChatGPT en sus superordenadores.
Además, se pondrán a disposición espacios de datos europeos comunes y una amplia gama de datos en todos los idiomas de la UE, enfatizando que la IA debe ser inclusiva y accesible para quienes no hablan inglés.
Este enfoque no solo busca potenciar la innovación sino también asegurar un uso responsable de la IA, subrayando la importancia de la ética y la protección de la democracia en el desarrollo tecnológico.
China, por otro lado, ha lanzado una estrategia dirigida a nivelar el campo de juego para sus startups de IA, que enfrentan desafíos significativos debido a la acumulación de recursos computacionales por parte de gigantes tecnológicos y restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos.
Para contrarrestar esto, al menos 17 gobiernos municipales chinos están ofreciendo «vales informáticos» para subsidiar los costos de computación de las startups de IA. Estos vales, valorados entre 140.000 y 280.000 dólares, pueden usarse en centros de datos de IA para entrenar y ejecutar grandes modelos de lenguaje.
Además, se están creando alternativas a los centros de datos y servicios en la nube dominados por grandes corporaciones, incluida la construcción de una red de centros de datos estatales y plataformas en línea para alquilar potencia informática. Este enfoque busca no solo mitigar los efectos de las restricciones de chips sino también promover el uso de componentes nacionales y reducir la dependencia de tecnología extranjera.
Ambas estrategias destacan la importancia de la IA en el desarrollo económico y tecnológico futuro, pero adoptan enfoques distintos que reflejan sus contextos regulatorios y de mercado específicos. Mientras que la UE se centra en la inclusividad y el uso ético y responsable de la IA, China enfatiza en la autosuficiencia y la mitigación de las restricciones externas.
Aunque estas estrategias presentan ventajas significativas, como el estímulo a la innovación y el apoyo a la competitividad global, también enfrentan desafíos, incluyendo la necesidad de mantener un equilibrio entre el avance tecnológico, la ética y la equidad en el acceso a los recursos.