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La Comisión Europea adoptará una decisión por la que se establece la Oficina Europea de Inteligencia Artificial , según un borrador de documento obtenido por Euractiv.
Este organismo no solo simboliza un paso significativo en la regulación de la tecnología de Inteligencia Artificial (IA), sino que también establece un precedente en la legislación global sobre IA.
Esta entidad, nacida de la visión estratégica del Parlamento Europeo, aunque reducida en su alcance durante las negociaciones, asumirá un rol vital en la estructuración y aplicación de la Ley de Inteligencia Artificial de la UE. Esta legislación, a punto de ser formalizada, surge de un consenso político fraguado en diciembre.
A pesar de su integración en la Comisión, la Oficina de Inteligencia Artificial dispondrá de una línea presupuestaria propia. Sin embargo, persiste una delicada incertidumbre sobre su grado de autonomía, especialmente ante la ambigüedad de si evolucionará hacia una entidad con objetivos políticos autónomos o simplemente será una extensión de la unidad responsable de la Ley de AI.
Tras revisiones internas, el borrador del proyecto de decisión incluye cláusulas que limitan la interferencia de la Oficina en las competencias de otros departamentos de la Comisión. La decisión, según el documento, debería entrar en vigor con carácter de urgencia el 21 de febrero, previo a la ratificación formal de la ley de AI de la UE.
En una jornada maratónica de 36 horas, los políticos de la UE cristalizaron un acuerdo sobre lo que será un modelo a seguir a nivel mundial en la regulación de la Inteligencia Artificial. Esta Oficina desempeñará principalmente un papel de apoyo en la aplicación de las normas sobre sistemas de IA, delegando la mayor parte de las competencias a las autoridades nacionales.
El acuerdo sobre la Ley de la IA contempla un tratamiento diferenciado para los modelos de IA de propósito general (GPAI), como el revolucionario GPT-4 de OpenAI, para distinguir aquellos que puedan representar un riesgo sistémico. La Oficina deberá desarrollar metodologías y criterios para evaluar estos modelos.
Además, se encargará de la vigilancia de los avances de GenAI4EU, un proyecto para fomentar la adopción de IA generativa en sectores clave.
Finalmente, la financiación de la Oficina, un punto sensible desde su concepción, dependerá de la asignación de recursos humanos por parte de la DG CNECT, el departamento de política digital de la Comisión, y de la redistribución del presupuesto del Programa Europa Digital.