El cambio climático es una realidad indiscutible, y sus efectos, como el aumento de la temperatura media global, están intensificando la frecuencia y gravedad de los desastres naturales. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay un 47% de probabilidad de que esta tendencia se mantenga en los próximos años. Esto incrementa el riesgo de fenómenos extremos, como los incendios forestales o inundaciones, similares al desastre que recientemente afectó a Valencia.
En este contexto, la inteligencia artificial (IA) se perfila como una herramienta crucial para anticipar y reducir el impacto de estas catástrofes. Desde el IMMUNE Technology Institute, Unai Obieta, director de Inteligencia Artificial, detalla cinco formas en que la IA ya está ayudando en la gestión de desastres en España.
1. Detección de zonas de alto riesgo para inundaciones y otros desastres
La IA permite analizar datos históricos para crear mapas de riesgo precisos que identifican áreas especialmente vulnerables a desastres naturales, como inundaciones, incendios forestales y deslizamientos de tierra. En España, 2,7 millones de hogares están situados en zonas con riesgo elevado de inundación, según el Ministerio para la Transición Ecológica. Gracias a esta tecnología, las autoridades de protección civil pueden priorizar estas áreas y planificar estrategias de prevención adaptadas.
Un caso reciente se observó en Málaga durante el episodio de DANA, cuando la información proporcionada por la IA permitió a las autoridades evacuar viviendas en zonas de riesgo inminente, evitando consecuencias mayores.
2. Simulación y planificación de respuesta
La IA facilita la gestión de bases de datos dinámicas que ofrecen información actualizada sobre materiales y recursos disponibles, incluyendo extintores, maquinaria pesada y equipos especializados. Al integrar esta información con datos en tiempo real sobre la catástrofe, la IA simula diferentes escenarios y planifica estrategias de respuesta adaptadas a los recursos y al tipo de desastre.
Esto resulta vital para equipos de emergencia como la Unidad Militar de Emergencias (UME), que puede optimizar el despliegue de recursos y asegurar que cuenta con el material adecuado en el lugar adecuado. Estas capacidades de simulación y planificación mejoran significativamente la eficiencia y seguridad en las operaciones de rescate y mitigación.
3. Monitoreo dinámico y detección temprana de incendios forestales
Las altas temperaturas y las sequías recurrentes elevan el riesgo de incendios forestales, y en este campo la IA es de gran ayuda. Combinando herramientas de inteligencia artificial con sensores y cámaras de vigilancia, es posible identificar puntos de calor y detectar posibles focos de incendio en sus primeras fases.
Con el uso de drones y satélites, la IA genera mapas en tiempo real que permiten a los equipos de emergencia actuar rápidamente y reducir el alcance de los daños. Estas tecnologías de monitoreo han demostrado ser esenciales en zonas de alto riesgo, facilitando intervenciones oportunas y precisas que minimizan las pérdidas ambientales y económicas.
4. Análisis de redes sociales para identificar necesidades urgentes
Durante un desastre natural, la IA también puede analizar en tiempo real el contenido publicado en redes sociales para detectar necesidades específicas de la población afectada, como agua potable, alimentos o asistencia médica. Esta función de análisis permite a los equipos de rescate y ayuda humanitaria priorizar sus esfuerzos, asegurando que los recursos lleguen a las zonas con mayores carencias.
Unai Obieta señala que tras el desastre en Valencia, el análisis de las redes sociales ayudó a identificar rápidamente las necesidades de la población, complementando el trabajo de los servicios de emergencia y mejorando la respuesta ante la crisis.
5. Apoyo en la recuperación y fortalecimiento para el futuro
Además de su papel en la respuesta inmediata, la IA es una herramienta esencial en la etapa de recuperación y en la planificación a largo plazo para mitigar futuros desastres. Gracias al análisis de datos tras una catástrofe, las autoridades pueden evaluar el impacto en infraestructuras, economía y sociedad, proporcionando información crítica para la reconstrucción y refuerzo de las áreas afectadas.
En España, el gobierno ha implementado recientemente un paquete de medidas para reducir la vulnerabilidad de las infraestructuras. La IA permite identificar mejoras necesarias en sistemas de drenaje, medidas anti-incendios y otros elementos críticos para aumentar la resiliencia de las comunidades ante los desastres naturales.