Hoy en día, la realidad aumentada está experimentado un crecimiento sin precedentes y se espera que el mercado global siga aumentando en los próximos años hasta alcanzar los 88.400 millones de dólares para 2026. Así se desprende de los datos analizados por Markets and Markets.
Esta tecnología ya se utiliza en muchos ámbitos de la vida cotidiana, desde la construcción e ingeniería hasta el turismo y el comercio. Asimismo, en los últimos años, la realidad aumentada también ha irrumpido en otros sectores como el de los centros de datos. En este sentido, FNT Software, proveedor líder de soluciones de software para la gestión integrada de infraestructuras de TI, centros de datos y telecomunicaciones en todo el mundo, que ya trabaja en una solución conjunta con empresas asociadas experimentadas, ha recopilado las ventajas que tiene utilizar la RA en la gestión de centros de datos.
Ahora bien, ¿cómo se complementan exactamente la tecnología de RA con una solución DCIM? La tecnología de realidad aumentada permite superponer información digital a la infraestructura física para crear una visualización interactiva. Esta visualización proporciona intuitivamente a los ingenieros del centro de datos una comprensión del rendimiento y el estado del sistema en tiempo real.
Esta sinergia no sólo aumenta las capacidades de gestión de activos al proporcionar una representación visual de las ubicaciones de las infraestructuras, los estados y las métricas de rendimiento, sino que también mejora significativamente la precisión y la eficiencia de la planificación, el seguimiento, la gestión y el mantenimiento de los activos. Al permitir el acceso a los datos en tiempo real, sin necesidad de interactuar directamente con los dispositivos, es posible mejorar significativamente la eficiencia operativa en un 40%.
Otra de las ventajas que ofrece es su potencial para reducir el 75% del trabajo adicional en los centros de datos. El hecho de proporcionar una visión más precisa de las operaciones permite a los operadores estar mejor equipados para tomar decisiones proactivas basadas en los datos e identificar los problemas en una fase temprana. De esta forma, se reduce la probabilidad de que se produzcan errores y de que los ingenieros tengan que desplazarse al lugar, lo que a su vez minimiza la cantidad de trabajo y reprocesamiento necesarios, ahorrando tiempo y recursos.
Por último, gracias a la incorporación de esta tecnología, es posible reducir el tiempo de inactividad, ya que los servicios en remoto suelen ser más sencillos e intuitivos. La solución crea, por lo tanto, total transparencia para utilizar los recursos de forma óptima y sostenible, lo que también fomenta un menor consumo de energía en general. Así, se pueden prevenir los puntos calientes en los centros de datos, evitar las sustituciones prematuras de equipos e identificar las conexiones obsoletas. Estas ventajas son cruciales en un mercado en el que tanto la sostenibilidad como la rentabilidad se están convirtiendo en diferenciadores competitivos clave.