Las organizaciones seguirán impulsando sus estrategias digitales en 2024, y eso conllevará un crecimiento del gasto tecnológico, que la firma de análisis Gartner cifra en un 8%. Parte de esa inversión se va a destinar a la nube, que es la base de los proyectos de transformación y explorar nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y otras soluciones avanzadas.
Los CIO comienzan ya a planificar los proyectos que serán prioritarios para sus empresas el próximo año y las partidas presupuestarias que necesitarán en un contexto de incertidumbre, marcado por la inflación y las tensiones geopolíticas.
IPM, a Ricoh Company, ha analizado las tendencias que marcarán la evolución de la nube el próximo año, y sus conclusiones son las siguientes:
Predominio de los entornos híbridos
Los datos que maneja IPM son que solo un 6% de las compañías españolas se mantienen en un modelo on-premise puro, frente a más del 70% que prefiere un servicio de TI híbrido, que combina distintos entornos, como nubes públicas, privadas y centros de datos gestionados en sus propias instalaciones.
Esta tendencia se va a mantener porque permite a las empresas beneficiarse de las ventajas de la nube, como la escalabilidad, la flexibilidad, la rapidez de los despliegues o la continuidad de negocio, y de las infraestructuras y plataformas propias de la empresa. En opinión de Raúl Coria, Cybersecurity & Cloud Product Manager de la compañía, “los ecosistemas híbridos son la solución idónea para numerosas empresas, ya que les permite elegir cuál es la mejor ubicación de las aplicaciones y cargas de trabajo en función de sus necesidades y la criticidad de sus datos. La clave está en una buena hibridación entre ambos entornos”.
Modernización de las aplicaciones
En línea con el punto anterior, los especialistas de IPM, a Ricoh Company, detectan la necesidad de que las empresas actualicen sus infraestructuras digitales para conseguir la agilidad que necesitan, y esto afecta a los modelos de desarrollo, entrega y actualización de las aplicaciones.
Frente al software monolítico, que funciona con un código único y que hace que cualquier cambio o fallo en las funcionalidades afecte al conjunto, emergen las arquitecturas de microservicios nativas en cloud en las que cada aplicación se compone de servicios con funciones independientes pero que se comunican entre sí.
El desarrollo de software está evolucionando hacia plataformas de Kubernetes para obtener más agilidad y precisión, y facilitar las actualizaciones. Además, se produce con rapidez porque los proveedores están migrando sus aplicaciones a este modelo, por lo que las organizaciones que no adopten este modelo corren el riesgo de que “sus apps se queden obsoletas y sin cobertura”, advierte Coria.
Búsqueda de eficiencia y costes bajo control
Los CIO van a priorizar los proyectos de TI que les permitan aumentar la eficiencia de sus compañías y controlar los costes, en detrimento de otros que no generen un retorno rápido de la inversión. Esto es importante porque se está produciendo un aumento del uso del cloud y, al mismo tiempo, los precios de los proveedores de nube hiperescalares están aumentando sus precios. Así lo sostiene Gartner en sus pronósticos para 2024, y los especialistas de IPM coinciden con sus analistas.
Por tanto, se prestará atención al control de costes para encontrar el equilibrio entre los recursos consumidos y el precio, a través de una adecuada gestión financiera, que se consigue aplicando metodologías como FinOps.
En relación con conseguir más eficiencia de las operaciones, la tecnológica sostiene que los equipos de TI seguirán impulsando la automatización.
Seguridad
Si hay una categoría de soluciones y servicios de TI en la que la inversión empresarial no deja de crecer, es la de seguridad, ya que el actual panorama de amenazas hace necesarias estrategias de seguridad integrales.
Esto se consigue “implementando medidas de seguridad preventiva y mecanismos de respuesta y recuperación, y estableciendo un enfoque Zero Trust o de confianza cero y un modelo SASE (Secure Access Service Edge) para replicar en la nube el nivel de protección de los sistemas de seguridad instalados en hardware”, explica David López, Cybersecurity Product Specialist de la compañía.
La nube, clave para el desarrollo de la inteligencia artificial
En 2023, la IA, y especialmente la IA generativa, ha sido tema central de las conversaciones de TI y así seguirá siendo en 2024 por la disrupción que conlleva.
Según IPM, la inteligencia artificial impactará en el resto de la infraestructura tecnológica y en la nube es fundamental para su adopción y desarrollo por su capacidad de escala y la capacidad de acceso a modelos preentrenados que proporciona.
En un escenario como este, en el que prima la urgencia digital y la contención de costes, las empresas deben elegir partners tecnológicos que les permitan abordar con garantías sus iniciativas de TI y guiarles en la preparación de sus infraestructuras digitales, concluye el equipo de IPM, a Ricoh Company.