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Ericsson anticipa un modelo evolutivo para 6G y el fin de los ciclos de inversión en generaciones móviles

Ericsson anticipa un modelo evolutivo para 6G y el fin de los ciclos de inversión en generaciones móviles

  • El CEO de Ericsson, Börje Ekholm, prevé que 6G llegará en 2030 como una evolución de 5G, reduciendo la necesidad de grandes inversiones en hardware.
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El CEO de Ericsson, Börje Ekholm, ha declarado que la llegada de 6G, prevista para 2030, no supondrá un salto tecnológico comparable a generaciones anteriores, sino una evolución sobre la actual infraestructura de 5G.

Esta afirmación marca un cambio de paradigma en la industria de las telecomunicaciones, donde tradicionalmente cada nueva generación de redes ha requerido importantes inversiones en hardware y despliegue de infraestructuras.

«6G debe ser visto como una evolución de 5G y no como una nueva generación que implique una renovación completa de la red», afirmó Ekholm en la última conferencia trimestral con analistas, según recoge LightReading. En este sentido, prevé que la transición a 6G no provoque los picos de inversión en infraestructura que caracterizaron a generaciones anteriores, como ocurrió con el paso de 3G a 4G y de 4G a 5G.

Börje Ekholm, CEO Ericsson
Börje Ekholm, CEO Ericsson

Menos dependencia del hardware, más enfoque en software

Históricamente, los fabricantes de equipamiento de redes han obtenido la mayor parte de sus ingresos en los primeros años del despliegue de una nueva generación tecnológica, cuando los operadores móviles invierten en infraestructura para actualizar sus redes. Sin embargo, la rentabilidad de estas inversiones se ha reducido en los últimos años, lo que ha llevado a los operadores a mostrarse más cautos a la hora de realizar nuevas inversiones en hardware.

Ericsson reconoce esta tendencia y, en respuesta, está cambiando su enfoque de negocio. En lugar de basarse únicamente en la venta de equipos de telecomunicaciones, la compañía está priorizando el desarrollo de software para habilitar redes programables. Bajo este nuevo modelo, Ericsson podrá activar funcionalidades a través de software en equipos ya instalados, lo que permitirá a los operadores móviles escalar sus capacidades sin necesidad de grandes cambios físicos en la infraestructura.

Un ejemplo de esta estrategia es el contrato de 14.000 millones de dólares firmado con AT&T, que incorpora una red de acceso por radio (RAN) en la nube. Este sistema sustituye los equipos específicos de 5G de Ericsson por servidores Dell con chips Intel de uso general. Además, algunos de los componentes de radio utilizados en este acuerdo provendrán de otros fabricantes como Fujitsu y Mavenir, lo que refuerza la tendencia hacia una arquitectura de redes más flexible y basada en software.

La transición hacia redes programables

Según Ekholm, «5G y 5G Advanced estarán cada vez más basados en la nube y estructurados de forma horizontal, y 6G será una evolución de ese modelo». Esta visión implica que los operadores no tendrán que reemplazar sus infraestructuras actuales, sino que podrán ampliar las capacidades de sus redes mediante nuevas frecuencias y funcionalidades de software.

En este contexto, Ericsson espera que los ingresos derivados del software tengan un mayor peso en su modelo de negocio en el futuro. En 2024, la compañía registró una caída del 6% en sus ingresos, pero su margen bruto dentro del negocio de redes aumentó en siete puntos porcentuales hasta alcanzar el 46,6%, en parte debido a un mayor volumen de ventas de software.

Ericsson mantiene su apuesta por el hardware

A pesar de este cambio de enfoque, Ekholm y otros directivos de Ericsson subrayan que el hardware seguirá siendo una parte fundamental del negocio de la compañía. «El hardware continuará siendo una parte importante de lo que hacemos», aseguró Fredrik Jejdling, responsable del grupo de negocios de redes de Ericsson.

La compañía ha seguido invirtiendo en el desarrollo de chips de alto rendimiento para sus equipos de red. Recientemente, lanzó su nuevo procesador baseband 6672, con cerca de 100.000 millones de transistores distribuidos en dos circuitos ASIC. Esta apuesta refleja la convicción de Ericsson de que los chips personalizados seguirán desempeñando un papel clave en la infraestructura de telecomunicaciones, a pesar del auge del software y la virtualización de redes.

En paralelo, Ericsson sigue de cerca la evolución de NVIDIA en el sector de telecomunicaciones. La compañía de semiconductores está promoviendo un concepto llamado AI RAN, que propone sustituir los chips x86 de Intel en redes virtualizadas por superchips que combinan CPU basadas en ARM y unidades de procesamiento gráfico (GPU). Sin embargo, el uso de esta arquitectura requeriría adaptar el software de las redes de acceso por radio (RAN), lo que podría ralentizar su adopción.

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Impacto de la fragmentación de la cadena de suministro

Otro desafío clave para Ericsson es la creciente fragmentación de la cadena de suministro global de telecomunicaciones. En los últimos años, el sector ha pasado de operar bajo una estructura optimizada por costes a un modelo basado en la resiliencia. Esto ha llevado a Ericsson a construir fábricas en Estados Unidos y aumentar su capacidad de producción en ese país, en un intento por reducir la dependencia de proveedores asiáticos y fortalecer su cadena de suministro.

Aunque este cambio podría elevar los costes de producción, la compañía asegura que está logrando mejoras en la eficiencia logística. «Estamos trabajando para estabilizar la demanda y nuestra capacidad de suministro en un periodo más corto, eliminando costes logísticos y reduciendo inventarios», explicó Jejdling.

Un futuro sin picos de inversión

Las declaraciones de Ekholm reflejan un intento de ajustar las expectativas del mercado respecto a la evolución de 6G. Tradicionalmente, cada nueva generación de redes ha requerido grandes inversiones iniciales, seguidas de una desaceleración progresiva en el gasto. Sin embargo, el CEO de Ericsson anticipa un futuro en el que la evolución tecnológica será más gradual y estará impulsada por mejoras en software más que por la renovación de hardware.

Este enfoque es consistente con las necesidades de los operadores, que han mostrado un escaso interés en realizar nuevas inversiones en infraestructura tras los bajos retornos obtenidos con el despliegue de 5G. Según estudios de mercado, la mayoría de los operadores prefiere aprovechar sus inversiones actuales en lugar de verse obligados a un nuevo ciclo de renovación tecnológica.

Si las previsiones de Ericsson se cumplen, la llegada de 6G marcará el fin de los ciclos tradicionales de inversión en telecomunicaciones. En su lugar, la evolución de las redes se producirá de manera continua y sin los saltos disruptivos del pasado, favoreciendo modelos de negocio más sostenibles tanto para los fabricantes de equipos como para los operadores móviles.

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