

Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
Vodafone España ha formalizado un acuerdo con Ericsson para desplegar su red core 5G standalone (SA) destinada al segmento de clientes particulares. Hasta ahora, esta tecnología había sido implementada por la operadora en entornos industriales y corporativos. Con esta decisión, Vodafone extiende el alcance de su infraestructura 5G de núcleo independiente al mercado residencial, apoyándose en la solución dual-mode 5G Core de Ericsson.
Según ha comunicado la compañía, la colaboración tendrá una vigencia de cuatro años y permitirá consolidar una red móvil 5G independiente de la infraestructura 4G, con capacidad para ofrecer servicios avanzados.
Ericsson desplegará una infraestructura 5G con funciones avanzadas
El despliegue del core 5G standalone representa una evolución respecto a las redes 5G no autónomas (NSA), al basarse íntegramente en una nueva arquitectura nativa. Este núcleo central, donde reside la inteligencia de la red, permitirá a Vodafone ofrecer funcionalidades como network slicing —segmentación virtual de la red para servicios diferenciados—, gestión avanzada de calidad de servicio (QoS) y reducciones de latencia que, en condiciones óptimas, podrían situarse por debajo de los 10 milisegundos.
Además, el proyecto contempla la incorporación de capacidades de edge computing avanzado, facilitando el procesamiento de datos en el borde de la red para habilitar aplicaciones en tiempo real. Esto resulta especialmente relevante para futuros desarrollos en áreas como la automatización industrial, la movilidad conectada o los servicios interactivos.
Expansión de cobertura y nuevos casos de uso
Vodafone planea continuar con la extensión de su cobertura 5G, que ya alcanza a más del 80% de la población en España, con el objetivo de llegar al 90% y más de 3.700 municipios antes de finalizar 2025. El despliegue de esta red 5G SA se integrará en esa infraestructura para ofrecer conectividad mejorada a clientes residenciales.
Uno de los elementos diferenciadores de esta arquitectura es su orientación a servicios. El diseño de la red permite la exposición de interfaces de programación de aplicaciones (API) estandarizadas, lo que abre la puerta a nuevos modelos de negocio centrados en la red como plataforma. Este enfoque posibilita la creación de aplicaciones que explotan capacidades de red personalizadas y bajo demanda, con implicaciones tanto en servicios de consumo como en aplicaciones críticas.
Implicaciones operativas y sostenibilidad
Desde una perspectiva operativa, el acuerdo con Ericsson también contempla mejoras en los procesos internos de gestión de red de Vodafone, orientadas a optimizar su rendimiento y escalabilidad. Según la información proporcionada, la nueva red contribuirá a una mayor eficiencia energética, en parte gracias a la reducción del consumo de batería en terminales compatibles con 5G SA y a un uso más racional de los recursos de red.
El diseño modular y flexible del core 5G SA se alinea con los objetivos de sostenibilidad del sector, permitiendo escalar servicios en función de la demanda real sin necesidad de sobredimensionar la infraestructura.
Nuevos modelos para el ecosistema digital
Con la activación del core 5G SA en el segmento de consumo, Vodafone se posiciona para facilitar el desarrollo de un ecosistema de aplicaciones 5G orientado tanto a usuarios finales como a terceros desarrolladores. Entre las posibilidades abiertas se encuentran servicios de realidad aumentada, videojuegos en streaming con baja latencia, y experiencias inmersivas que requieren conectividad de alta capacidad en tiempo real.
Además, la arquitectura nativa permite gestionar de forma diferenciada los requisitos de cada servicio, asignando recursos y configuraciones específicas según las necesidades del tráfico o la criticidad de la aplicación.