Hasta la década de los 80, el software se desarrollaba fundamentalmente mediante código fuente de acceso restringido o privativo. Aunque el software libre existía ya, no fue hasta la llegada del Internet a mediados de los 90 cuando comenzó a popularizarse de manera general. La revolución tecnológica surgida a partir de entonces y la entrada en el juego de las nuevas tecnologías actuales han hecho que, a día de hoy, el 99% de todo el software se basa en el open source , según datos del último informe Octoverse de Github.
La popularidad de la que goza este modelo de desarrollo de programas se debe fundamentalmente a que se fundamenta en la libertad de conocimiento, acceso y modificación de códigos fuentes existentes a través de bibliotecas o repositorios por parte de la comunidad de programadores. Así, atSistemas, consultora tecnológica 100% española, destaca una serie de ventajas del desarrollo Open Source:
Alta flexibilidad y personalización
Su modelo colaborativo y de libre acceso al código fuente permite que cualquier empresa o usuario tenga un control total sobre su desarrollo y modificación y que, por tanto, sea un código “vivo”. Esta flexibilidad hace que también pueda ser ampliamente personalizable, lo que permite que otros desarrolladores puedan ayudar, revisar, mejorar su estabilidad y corregir errores cuando se implementan soluciones nuevas en el software, adaptándolo de forma más sencilla a los objetivos empresariales específicos de ese momento. De hecho, esta flexibilidad es una de las razones por las que las empresas eligen el Open Source y es que, según el último informe de Red Hat, el 79% asegura que les ofrece la flexibilidad necesaria para personalizar soluciones y satisfacer las necesidades de la compañía.
Costes mucho más económicos
Como tal, el código abierto tiene un coste cercano a cero, pero es algo que se ha de matizar. Un código abierto sí será mucho más económico que el propietario, ya que los códigos fuentes se encuentran en bibliotecas o repositorios de acceso libre para ser reutilizados y modificados por los desarrolladores. Los costes, en este caso, dependerán no del código en sí, sino del desarrollador, de la licencia del software o de sus costes asociados como el soporte o funcionalidades extras bajo una tarifa, por nombrar algunos ejemplos. Este, de hecho, es el ejemplo de plataformas de e-commerce como WordPress, que se pone a disposición de los usuarios de forma gratuita salvo algunos de los plug-ins y otras funcionalidades adicionales.
Funcionalidad y adaptabilidad
La flexibilidad que aporta el Open Source a su vez proporciona al desarrollo del software una gran funcionalidad y adaptabilidad. Un código que puede modificarse libremente y que no exige usarse de una forma concreta puede ofrecer a la empresa infinitas opciones a la hora de añadir al software nuevas características y funcionalidades externas. Esto a su vez permite que el software sea mucho más escalable, ya que se configura como una infraestructura capaz de adaptarse a las necesidades de los clientes a medida que la empresa va creciendo.
Independencia de un proveedor
Otra de las grandes ventajas del código abierto es el acceso a un amplio mercado de soluciones y herramientas tecnológicas, por lo que se deja de lado la dependencia de un único proveedor. En muchas ocasiones, la dependencia en un software propietario lleva aparejada la necesidad o, incluso, obligatoriedad de adquirir únicamente sus productos y servicios asociados y, además, en caso de necesitar realizar modificaciones en el software, mediante el software de código abierto la empresa se ahorra el paso previo de solicitar dichos cambios al proveedor e incluso tiene la posibilidad de realizar seguimientos de los cambios.