Fabricación aditiva
Reducción de los residuos, menores tiempos de producción o mejoras en la eficiencia de los recursos son algunas de las ventajas de su implantaciónLa fabricación aditiva se está convirtiendo en una opción cada vez más relevante para que las empresas puedan seguir mejorando su sostenibilidad. Pero ¿en qué ventajas se traduce estos en términos de sostenibilidad para las compañías? Aquí hay cinco razones evidentes, pero muy interesantes, por las que las que se apuesta cada vez más por la fabricación aditiva:
Reducción de los residuos: mediante la fabricación aditiva, las empresas pueden crear productos con un desperdicio de material significativamente menor que los métodos tradicionales. Esto reduce el impacto medioambiental de la producción y, además, contribuye a reducir los costes.
Tiempos de producción más cortos: este tipo de fabricación permite acelerar la producción, ya que las piezas se pueden imprimir más rápido, pero también con mayor precisión. Esto les ofrece a las compañías una mayor eficiencia y una reducción de los recursos a utilizar en los procesos de producción.
Mejora en la eficiencia de los recursos: la impresión 3D utiliza menos materiales que los métodos de fabricación tradicionales, ya que permite ajustar de manera mucho más eficiente los recursos a utilizar en cada caso.
Mayor flexibilidad de diseño: la fabricación aditiva permite que las piezas producidas cuenten con geometrías complejas y detalles intrincados, algo que le proporciona a las empresas la opción de crear productos únicos.
Mayor ciclo de vida del producto: permite producir piezas con mayor resistencia y durabilidad y que aumente el ciclo de vida del producto.
Juan Rodriguez, investigador científico en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros en el CSIC y profesor de EDDM, asegura sobre este tema: “la impresión 3D es una tecnología que se puede usar para combatir la cantidad de desechos de posproducción que se generan en muy distintos sectores”. En relación con el futuro de este ámbito, Rodriguez añade: «estoy convencido de que todavía nos encontramos en el principio de esta tecnología y creo que seguiremos viendo avances que llegarán a desbancar los métodos tradicionales para ciertas aplicaciones. Y, también, que esto afortunadamente, continuará repercutiendo de una forma muy positiva en los procesos de fabricación, haciendo que evolucionen y que sean mucho más sostenibles y respetuosos con nuestro medioambiente. Algo fundamental en el contexto en el que vivimos.”
En los últimos tres años la industria española que contaba con un Plan de Transformación Digital ha pasado de ser del 26% en 2018 al 70% en 2020.