Las circunstancias adversas de los últimos años, con la pandemia de la Covid-19 como catalizador principal, han transformado la sociedad en diferentes ámbitos e incrementado considerablemente la concienciación sobre la importancia de la salud mental y el bienestar laboral. Tanto es así que la mayoría de la población (92,5%) considera que es necesario normalizar y concienciar sobre la salud mental, según reveló un estudio de Sanitas1. Sin embargo, mientras que el bienestar psicológico se ha convertido en indispensable, un reciente informe de Cobee señala que casi 9 de cada 10 españoles no reciben ningún tipo de apoyo emocional por parte de su empresa2.
A la necesidad de reforzar el apoyo psicológico en el puesto de trabajo, se le suma el hecho de que la escasez de personal sanitario se ha convertido en un problema crítico en la industria de la salud. Esta circunstancia, que afecta directamente a la atención al paciente, así como a la calidad general del servicio, continúa agravándose dado el aumento de la longevidad de la población. En este contexto, la rápida y constante evolución de diferentes aplicaciones tecnológicas se posiciona como uno de los mejores aliados del sector sanitario y el 60% de los españoles consideran que las herramientas digitales pueden contribuir al cuidado de la salud mental1.
De entre las tecnologías emergentes en los últimos años destaca el caso de la inteligencia artificial, cuya aceptación por parte de la sociedad continúa aumentando, y su implementación para contribuir a un mejor estado de salud es bien vista por la mayoría de los españoles (69%). Sin embargo, el 52% apunta a la necesidad de que esta tecnología cuente siempre con el acompañamiento de un soporte humano profesional1. Un hecho sobre el que hacen hincapié desde Wehumans, compañía española pionera en el desarrollo de humanos digitales entrenados con IA: “El objetivo de las IA es acelerar el trabajo de las personas, permitiendo a los médicos acceder a una mayor cantidad de conocimiento. Pero tenemos un déficit de profesionales frente al que los humanos digitales pueden permitir reducir el coste de cada actividad unitaria gracias a la capacidad de escalar el conocimiento que nos da la IA y a la capacidad de amplificar el alcance para llegar a un número más elevado de personas”, apunta Jorge Cuevas, líder técnico de Wehumans.
Humanos digitales para combatir la soledad y el estrés
Específicamente, son los humanos digitales impulsados por inteligencia artificial la aplicación que destaca por su potencial para mitigar la escasez y reforzar la atención al paciente, la educación médica y el apoyo a la salud mental. Mientras que los chatbots ofrecen una respuesta automatizada pero fría e impersonal, estas entidades digitales con capacidades generativas de IA añaden elementos humanos como empatía, sentimiento, personalización y comunicación no verbal. “La sinergia entre el humano digital y el paciente a través de un trato individualizado y en detalle consigue que la persona se sienta escuchada y valorada sin esa limitación de tiempo que en muchos casos sucede en la visita presencial con un médico. La facilidad de acceso y la personalización son dos cuestiones claves para derribar las barreras de adopción de estas nuevas tecnologías”, comenta Cuevas.
Además, el segundo motivo por el que los españoles no acuden a profesionales de la salud mental es la vergüenza de contar los problemas a una persona desconocida (11%), solo por detrás del económico1. Una circunstancia que posiciona a los humanos digitales como alternativa viable ya que, al no ser realmente humanos, no juzgan y garantizan un 100% de confidencialidad para facilitar la comunicación con aquellos usuarios que muchas veces se sentirían demasiado avergonzados de realizar determinadas consultas a un ser humano real.
La transformación digital del sector sanitario impulsada por la pandemia de la COVID-19 motivó la puesta en marcha de diferentes proyectos piloto en los que se concluyó con éxito que los humanos digitales son una solución tecnológica prometedora y novedosa para proporcionar apoyo psicológico remoto a adultos en riesgo. Por ello, entre los casos de uso en el ámbito de la salud mental entre los que se está explorando la idoneidad de la intervención de humanos digitales destacan el combatir la soledad de los mayores o de personas con procesos depresivos a causa del aislamiento, ejercer de acompañadores virtuales o como coaches virtuales de bienestar aportando píldoras y consejos de estilo de vida más saludable. “Un avatar con forma humana es capaz de generar confianza y complicidad con la persona con la que interactúa. Y uno de los aspectos básicos de la idea de utilizar humanos digitales como interfaz en casos de asistencia a la salud mental es, precisamente, la de generar esa empatía y cercanía”, concluye Cuevas.
Estudio Sanitas “El estado de la salud mental en España”
Informe Salud 2023: Estado de la Salud Laboral en las Empresas