Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
No cabe duda de que, durante los últimos años y debido a la pandemia, tanto la sociedad como las empresas han impulsado enormemente su digitalización.
El futuro en España y en Europa, en este sentido, no se contempla sin la integración de nuevas tecnologías, tanto en el desarrollo de Software como en Big Data, la robótica, la IA, el IoT o las medidas de ciberseguridad cada vez más sólidas. Esta situación ya está generando entre las empresas una demanda de especialistas en tecnología y digitalización que cuesta satisfacer.
Según la Comisión Europea, el 53% de las compañías en Europa afirma tener dificultades para encontrar personas cualificadas en las nuevas especialidades TIC.
Para superar este déficit de profesionales, muchos expertos afirman que la solución radica en impulsar la empleabilidad de las mujeres en este tipo de profesiones. La Comisión Europea también advierte de que, pese a que representan un mayor porcentaje de la población del viejo continente, solo un 17% de los puestos TIC en empresas europeas están ocupados por mujeres.
En España la situación no varía mucho, ya que solo tres de cada diez trabajadores del sector tecnológico son mujeres, tal y como recoge el estudio Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital (junio 2020) del Observatorio de Igualdad y Empleo.
Por ello, y con motivo de la celebración del Día de los Programadores, desde Creditas han analizado las causas de la poca presencia de mujeres en el ámbito tecnológico y han explorado los beneficios que aporta tener en el equipo diversidad de género.
Una de las principales conclusiones en este sentido es que esta desigualdad no aparece a la hora de entrar en el mercado laboral, sino que, desde años anteriores como el bachillerato, formación profesional o estudios universitarios, el porcentaje de mujeres en las ramas científicas y tecnológicas es muy inferior.
Concretamente, solo un tercio de los graduados europeos son mujeres, según la Comisión Europea, mientras que este porcentaje se reduce al 13% en el caso de España, según el informe El estado de la ciencia 2020 presentado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
Hay muchos factores que pueden explicar la poca participación de las jóvenes en las carreras TIC, aunque los expertos coinciden en que las razones más influyentes de esta situación son el refuerzo continuo de los prejuicios y estereotipos de género y la poca visibilidad de los referentes femeninos en el sector.
De esta forma, la poca visibilidad de estos referentes refuerza los prejuicios y los sesgos inconscientes de que las carreras tecnológicas son predominantemente masculinas. “Muchas mujeres que entran en este sector se han enfrentado a la sensación de que tienen que demostrar más que sus compañeros hombres por el simple hecho de ser mujer”, lamenta Tania Dearo Ploennes, Software Developer de Creditas. “Para eliminar esta presión extra y favorecer la entrada de muchas más mujeres en los ámbitos tech, es necesario dar a conocer los referentes femeninos que nos precedieron y alcanzaron grandes hitos en estos sectores”.
Según datos actualizados de las Naciones Unidas y la CIA el 50,5% de la población mundial son hombres y el 49,5%, mujeres. A la hora de crear nuevos sistemas, productos o cubrir necesidades, es esencial el punto de vista de toda la sociedad en conjunto, por lo que es fundamental la creación de equipos mixtos. Asimismo, la combinación de competencias diferentes en los equipos hace que se cubran necesidades y opiniones del conjunto que no se contemplan cuando los equipos se componen por una mayoría absoluta del mismo género.
“Si logramos fomentar la educación tecnológica entre las mujeres que puedan verse interesadas por estas carreras, todo el ecosistema TIC se verá beneficiado. No solo porque se cubrirá la demanda de profesionales tan necesaria para las empresas y los consumidores, sino porque la consecución de equipos más diversos desemboca en productos y soluciones mejor desarrollados para el conjunto de la sociedad”, añade Tania. “¿Cómo vas a crear algo sin tener en cuenta la diversidad de opiniones de tu público? Si queremos avanzar debemos nutrirnos de diferentes perspectivas que nos enriquezcan tanto profesional como personalmente, no podemos ponernos en la piel de todo el mundo, pero seguro que si nos rodeamos de diversidad la tarea es mucho más sencilla. Sin duda, el talento no tiene género”.