UnaBiz proveedor líder de servicios de Internet de las Cosas (IoT) y primer operador global de redes 0G continúa desarrollando soluciones en el ámbito de las smart cities, colaborando en la construcción de edificios inteligentes. En este caso ha formado parte de la transformación de la Torre Llevant, sede de Cellnex en el corazón de la nueva BCN Fira District.
La Torre Llevant, tal y como recoge Cellnex en su blog, es un espacio de trabajo inteligente pensado para facilitar la colaboración y la conectividad. El objetivo es modernizar los modelos de trabajo y mejorar la gestión del propio espacio, con capacidades de facility management avanzadas, incluyendo soluciones digitales en sistemas de climatización, iluminación, electricidad, seguridad o controles de acceso para una gestión y supervisión más automatizados, eficientes y seguros.
El edificio, que actualmente alberga la sede de Cellnex, se ha construido de acuerdo a estándares muy exigentes en materia de sostenibilidad (calificación energética A y certificado Bream Very Good), lo que demuestra su nivel de calidad y respeto por la eficiencia energética. En este sentido, buena parte de sus soluciones y componentes en torno al facility management están conectadas a la red 0G de UnaBiz, cuyas características más distintivas giran, precisamente, en torno a la sostenibilidad y eficiencia.
Mejores condiciones de trabajo, mayor productividad
El edificio monitoriza distintas variables (temperatura, humedad y CO2) mediante la conectividad de la red 0G de UnaBiz. Esta red tiene varias características ideales para la gestión inteligente de edificios y espacios de trabajo modernos.
En primer lugar, el consumo energético es mínimo ya que se elimina la necesidad de establecer y mantener la conexión permanente entre dispositivo y red, gracias a su funcionamiento basado en tecnología de radio. Por otro lado, el bajo coste. Dado que la energía requerida por los sensores conectados a la red 0G es exponencialmente menor que la mayoría de alternativas IoT, la autonomía de las soluciones es muy alta, de varios años. Además, existe una gran cantidad de proveedores de hardware homologados y las soluciones apenas suponen costes de instalación ni despliegue. Por último, su simplicidad. Las soluciones no requieren cableado, configuración, gestión de SIM, emparejamiento o itinerancia.
El uso de IoT también permite optimizar, mediante la automatización, la recopilación de datos clave sobre el control de la temperatura, el apagado y encendido de luces, medición de la calidad del aire, etc. De esta manera se han conseguido reducir los errores humanos y el tiempo dedicado a ello.
Asimismo, contar con datos en tiempo real sobre los niveles de CO2, la humedad y la temperatura ayuda a tomar las medidas adecuadas para mantener la salud y el bienestar de los empleados. Permite saber, por ejemplo, cuándo es el mejor momento para ventilar estancias, alcanzando un equilibrio óptimo entre climatización y calidad del aire – por la concentración de posibles virus, por ejemplo.
Smart buildings, una oportunidad para el IoT
El IoT tiene un gran potencial en la gestión inteligente de inmuebles y el facility management en general. Actualmente, su principal reto es la escalabilidad: existen muchos proyectos en fase piloto y soluciones muy innovadoras, pero los usuarios son reticentes a ponerlos en marcha por el potencial coste de desplegar multitud de sensores.
Sin embargo, este es un problema del pasado, ya que ya existen numerosas alternativas de bajo coste y amplio alcance, como la red 0G de UnaBiz, que, al basarse en estándares alternativos, no requiere grandes despliegues de infraestructura, abaratando costes y consumo energético, permitiendo el despliegue de cientos de sensores a muy bajo precio e impacto ambiental.
Todas estas innovaciones dan lugar a espacios de trabajo, pero también de vida que, como la Torre Llevant, pueden resultar utópicos, pero que forman parte de la tendencia creciente de la creación de smart buildings.