
Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La Junta General de Accionistas de Telefónica, celebrada este 10 de abril en Madrid, ha aprobado la totalidad de las propuestas presentadas por el Consejo de Administración, incluyendo la ratificación del nombramiento de Marc Murtra como consejero ejecutivo. El nombramiento, que ya había sido acordado por cooptación, ha recibido el respaldo del 90,75% del capital representado.
Junto a Murtra, también han sido ratificados como consejeros Emilio Gayo (98,95%), Carlos Ocaña (95,24%), Olayan M. Alwetaid (98,75%) y Ana María Sala (99,07%), quienes habían accedido previamente al consejo por el mismo procedimiento.
Política de dividendos y otras decisiones financieras
Uno de los acuerdos más relevantes ha sido la aprobación del reparto de un dividendo en efectivo de 0,30 euros por acción correspondiente al ejercicio 2025. El pago se efectuará en dos tramos de 0,15 euros cada uno, con fechas previstas para el 19 de junio y el 18 de diciembre, respectivamente.
Asimismo, se ha aprobado la reelección de PricewaterhouseCoopers como firma auditora para el ejercicio 2025. Entre los puntos aprobados destacan también la delegación de facultades al Consejo de Administración para acometer ampliaciones de capital, así como la emisión de bonos, obligaciones u otros instrumentos de renta fija o híbridos. El informe anual sobre remuneraciones del ejercicio 2024 ha sido validado mediante voto consultivo, con un 72,36% de apoyo.

Consolidación del sector y estrategia de futuro
En su intervención ante los accionistas, Marc Murtra ha insistido en la necesidad de una consolidación del sector de las telecomunicaciones en Europa, marcada actualmente —según sus palabras— por una fragmentación y regulación que dificultan la competitividad frente a actores globales. “La consolidación debe empezar dentro de los países; si no es así, no tendrá racionalidad económica”, ha afirmado.
Murtra ha planteado que solo a través de la obtención de una escala operativa rentable se podrán desplegar infraestructuras avanzadas, atraer talento cualificado y reforzar la autonomía tecnológica europea. Ha vinculado esta estrategia a un mayor nivel de productividad y a una mejora de las condiciones para los ciudadanos del continente.
Prioridades estratégicas para 2025
Durante su discurso, el presidente de Telefónica ha señalado que la compañía se encuentra en un proceso de revisión estratégica, que será presentado antes de final de año y que se apoyará en cinco principios: cambios estructurales en Europa, centralidad del cliente, excelencia tecnológica y operativa, lógica industrial disciplinada y generación de valor para los diferentes grupos de interés.
En relación con ello, Murtra ha delineado tres prioridades operativas: enfocar recursos hacia las áreas geográficas y de negocio donde Telefónica mantiene ventajas competitivas —con énfasis en Europa y Brasil como mercados principales—; mantener una disciplina financiera estricta, y simplificar la estructura organizativa.
Ha remarcado, además, que la base de estas transformaciones será el capital humano de la empresa: “Para todo esto serán claves las personas”, ha concluido.
Reconfiguración interna y adaptación a un entorno europeo cambiante
La Junta General de Accionistas de este año se celebra en un momento de transición estratégica para Telefónica, marcada por una reconfiguración interna en su estructura de gobierno y una reformulación de sus prioridades operativas. El respaldo mayoritario a Marc Murtra como consejero ejecutivo refleja el aval del accionariado a esta nueva etapa, en la que la dirección pretende abordar cambios sustanciales en el modelo de negocio y en la manera de responder a un entorno regulatorio y competitivo cada vez más complejo en Europa.
Desde comienzos de 2024, Telefónica ha afrontado presiones externas derivadas de la intensa competencia en el sector, la irrupción de nuevos operadores digitales, la necesidad de realizar inversiones continuas en infraestructuras de red —especialmente en 5G y fibra— y la vigilancia constante de las autoridades regulatorias europeas. En este contexto, el discurso de Murtra no solo ha subrayado la necesidad de consolidación dentro del mercado europeo, sino también la conveniencia de dotar a las grandes operadoras de telecomunicaciones de una escala económica y operativa suficiente para sostener inversiones de largo plazo.
La propuesta de simplificación corporativa mencionada en la Junta se enmarca dentro de esta lógica: reducir estructuras, priorizar mercados estratégicos —como Europa y Brasil— y abandonar o redefinir áreas donde Telefónica no presenta una ventaja comparativa clara. Este planteamiento se conecta con las decisiones ya iniciadas en años anteriores, como la segregación de unidades no estratégicas o la búsqueda de alianzas para compartir infraestructuras con otros operadores.
Además, la designación de perfiles diversos en el consejo, como la incorporación de consejeros dominicales e independientes con trayectorias en el ámbito económico, regulador o industrial, refuerza el mensaje de renovación institucional. Con ello, la compañía pretende reflejar una gobernanza alineada con las exigencias actuales del mercado y los criterios de buen gobierno corporativo.
A escala macroeconómica, Telefónica afronta los mismos desafíos que el conjunto del sector: costes operativos elevados, presión por generar valor en un entorno de bajo crecimiento y la exigencia de mantener dividendos atractivos para el inversor institucional. En este marco, el mantenimiento de la política retributiva, con un dividendo en efectivo para 2025, actúa como señal de estabilidad financiera y refuerza la voluntad de ofrecer retornos sostenibles sin comprometer la disciplina de balance.
La combinación de estos elementos apunta a un reposicionamiento estratégico que, según lo anticipado por su presidente, se presentará formalmente antes de que finalice el año. El análisis que se llevará a cabo contempla un enfoque basado en racionalidad económica, escala industrial y eficiencia operativa como ejes para garantizar la viabilidad y competitividad de Telefónica en el nuevo escenario tecnológico europeo.