La Comisión Europea dará por finalizado este próximo 30 de junio el plazo para recabar las opiniones de los Estados miembros, la sociedad civil, la industria y el mundo académico sobre los retos actuales a los que se enfrenta Europa en el despliegue de redes de conectividad y los posibles escenarios para el futuro.
La consulta sobre el Libro Blanco: ‘¿Cómo dominar las necesidades de infraestructura digital de Europa?’, iniciada el pasado mes de febrero y que resumirá todos los comentarios recibidos y los remitirá al Parlamento Europeo y al Consejo para alimentar el debate legislativo, busca abordar estos retos, atraer inversiones, fomentar la innovación, aumentar la seguridad y lograr un verdadero mercado único digital.
Y es que, se estima que el PIB global puede aumentar entre 1 y 2 billones de euros si todos los sectores económicos se apoyan en infraestructuras y servicios de redes digitales fuertes, una apuesta por la unificación que permitiría a los operados europeos satisfacer mejor la demanda de capacidades digitales y competir en mejores condiciones en el mercado tecnológico global.
Gianni Cecchin, CEO de Verne Technology Group, analiza en este sentido, cómo el despliegue de infraestructuras de telecomunicaciones potentes supone un punto clave para alcanzar este objetivo:
«Una infraestructura digital sólida es fundamental para asegurar la conectividad y la viabilidad de futuras tecnologías en Europa, y para ello, es necesario también contar con un sector de telecomunicaciones estable, avanzado y homogéneo. Impulsar las capacidades digitales europeas pasa por tener una alta conectividad en todo el territorio, soportada por redes 5G, que permitan asegurar el liderazgo en el desarrollo de tecnologías del futuro. Para empezar a construir ese escenario, ya hay directivas europeas que buscan el acceso a Internet con cobertura de alta velocidad para todos los hogares europeos de aquí a 2025, y a la conectividad gigabit de aquí a 2030.
El desarrollo de proyectos en tecnologías avanzadas como el 5G y soluciones de Internet de las Cosas (IoT) es esencial para la próxima generación de servicios Telco, y un sector Telco más fuerte y cohesionado en Europa, proporcionaría ventajas competitivas significativas para todos sus actores. Poder desarrollar una infraestructura de telecomunicaciones más robusta y extensa, es crucial, además, para ofrecer servicios de mayor calidad a los usuarios.
El Libro Blanco de la Comisión Europea promueve la creación de un mercado único digital gracias a la creación de un marco regulatorio más uniforme, que elimine las barreras legislativas de cada país, y facilite la expansión a nuevos mercados europeos gracias a una regulación más uniforme y favorable. Que exista una normativa común, reglada, homogeneizada y conocida permitirá ver de forma clara los retornos de inversión para las empresas, al igual que hará los mercados más atractivos e incrementará las inversiones y, al tiempo, se simplificarán las gestiones dotando de agilidad al mercado.
La creación de este marco supondría también un incentivo para llevar a cabo la transición de redes heredadas de cobre a redes de fibra, 5G y otras redes inalámbricas de nueva generación, gracias a las cuales se podrá hacer frente a la creciente demanda de transmisión de datos y medidas de ciberseguridad y protección de las comunicaciones en todo el continente.
En Verne apoyamos firmemente la iniciativa de la Comisión Europea. Nuestra experiencia en el mercado, innovación tecnológica y colaboraciones estratégicas nos hacen, no solo estar comprometidos con la mejora de la infraestructura digital, sino que estamos convencidos de que es esencial para mantener la competitividad y la seguridad digital de Europa. En este sentido, siempre apostamos por alinear nuestras operaciones y estrategias con las políticas y regulaciones que promueven la cohesión y eficiencia en el sector Telco europeo.»