Zebra Technologies Corporation (NASDAQ: ZBRA), empresa innovadora con soluciones y socios que permiten a los negocios mejorar su rendimiento, apuesta por la simplicidad para afrontar con garantías la automatización del almacén. Este proyecto consiste en coreografiar las tareas y la información para que lleguen a la persona adecuada en el momento oportuno, y ésta pueda desempeñar su papel adecuadamente. No tiene por qué ser algo complicado. De hecho, algunos de los proyectos de automatización más exitosos son los que dan prioridad a la simplicidad: en el diseño del sistema, la instrumentación de los trabajadores, la incorporación, la gestión y la usabilidad.
Seis de cada diez operarios de almacén en pymes encuestados recientemente por Zebra afirman que la automatización es lo más importante y expresan un fuerte deseo de obtener visibilidad en tiempo real sobre el flujo de productos. Saben que cualquier fallo en las operaciones puede tener un efecto dominó en las tareas internas relacionadas y en los procesos de la cadena de suministro.
Ejemplos de la vida real
Los clientes que trabajan con Zebra equipan a sus trabajadores de primera línea con ordenadores móviles Android™ de categoría empresarial con pantalla táctil, ordenadores de pulsera más pequeños que pueden conectarse al ordenador móvil «anfitrión» (que a menudo se guarda en un bolsillo o en la cadera), escáneres de anillo y auriculares. Zebra trabaja con partners para conectar este hardware a una plataforma de software de reconocimiento de voz, así como a un sistema de automatización de almacenes, y transforman instantáneamente las operaciones de cumplimiento de la empresa.
Los operarios de las carretillas elevadoras son avisados automáticamente para ir a recuperar o reponer los artículos recogidos. Y los ordenadores móviles les facilitan el escaneo y la notificación de los movimientos de los artículos en tiempo real. Esto ha mejorado la gestión del inventario, ya que es fácil confirmar la ubicación y el estado de los artículos, así como los últimos niveles de utilización y de existencias.
Los sistemas de gestión de almacén envían el pedido por lotes al sistema, que analiza el pedido y decide la estrategia de picking más eficiente para cada artículo. A continuación, envía un grupo de pedidos y un robot a un carro, que el robot transporta a la primera zona de recogida. El sistema de voz indica a un trabajador humano cuándo y dónde debe encontrarse con el robot. Una vez allí, se le indica qué debe recoger y en qué orden. Pueden verificar si los artículos recogidos son correctos de un vistazo en sus dispositivos. Los artículos se cargan en el carro y el trabajador pasa a la siguiente serie de pedidos siguiendo las instrucciones del sistema automatizado.
Otro ejemplo de la simplicidad de la automatización sería el uso de sleds de identificación por radiofrecuencia (RFID) para convertir los ordenadores móviles en lectores de RFID que pueden automatizar los recuentos de inventario y, con toda seguridad, las órdenes de reposición de existencias.
Los trabajadores sólo tienen que agitar sus dispositivos móviles en dirección hacis los artículos que quieren contar -o localizar, si se utiliza para fines de picking o auditoría- y en un segundo extraen los datos de más de 1.300 etiquetas. Esto se traduce en el envío de los datos a todos los sistemas de información, automatización y toma de decisiones del almacén. Si se confirma que determinadas referencias están bajas o agotadas, el sistema de gestión de inventarios podría pedir que se reordene automáticamente. Al mismo tiempo, se ayuda a los empleados a confirmar el pasillo, la estantería y la posición precisa del artículo que necesitan recuperar. A su vez, pueden dirigirse allí sin demora, que es básicamente la esencia de la automatización: impulsar acciones o procesos sin en el menor tiempo posible.