Hoy en día, las empresas deben saber gestionar el valor intrínseco de sus datos para así explotar todo su potencial. La dinámica por la que se genera y recopila la información no es estática, sino que se encuentra en constante evolución. De hecho, IDC estima que en el 2025 el 80% de los datos mundiales serán datos no estructurados .
En este contexto, resulta esencial que sectores como el de la energía o el de utilities se replanteen su estrategia de gobierno de la información para seguir ofreciendo un servicio de alta calidad. Para ayudar en este camino de transformación, OpenText, líder en soluciones y software de gestión de información empresarial, ha identificado los principales retos a los que las organizaciones se enfrentan al modernizar sus estrategias y sistemas heredados.
Sistemas heredados: un modelo para dejar en el pasado
A diferencia de los datos estructurados, como aquellos recogidos en formularios online, los no estructurados son mucho más complicados de gestionar. Un ejemplo podría ser las conversaciones verbales o las facturas. que, habitualmente, residen en múltiples lugares, y que hoy en día se identifican como sistemas heredados.
Muchas compañías todavía siguen ancladas a sus prácticas arcaicas por comodidad o costumbre. Sin embargo, estas traen consigo una serie de problemas que no deben subestimarse. En este sentido, los sistemas heredados no son solo costosos, sino que también pueden ralentizar el acceso de los empleados a los datos, o afectar a su accesibilidad cuando más se necesitan. A su vez, se perjudica la experiencia de los usuarios y trabajadores, ya que, para las empresas, con la recientemente establecida modalidad de trabajo híbrido, es indispensable poder acceder a los datos independientemente del lugar o momento.
Modernizar los sistemas heredados es algo más que una simple actualización. Se trata de renovar y direccionar la empresa entera hacia el entorno digital actual, en un proceso donde el decomisionado de las estructuras existentes es esencial. Aunque migrar a nuevos sistemas puede resultar difícil debido a la falta de compatibilidad entre las aplicaciones heredadas y las tecnologías modernas, la única manera de mejorar los flujos de información y situar al cliente en el centro es integrando los datos con los sistemas TI corporativos.
Tres pasos para actualizar la gestión de la información
El primer paso consiste en la extracción de datos, seguida del análisis de las estructuras heredadas. Para que las compañías de energía y utilities sean capaces de reevaluar la forma en que se almacenan sus datos es necesario recopilar los diferentes tipos de datos que residen en los distintos servidores.
Para el siguiente paso, se necesita clasificar el tipo de dato que las organizaciones disponen según se traten de estructurados o no estructurados. Sólo entonces será posible abandonar por completo las aplicaciones heredadas.
Una vez finalizado el proceso de desmantelamiento, se necesita implementar una solución de gestión de la información escalable que permita ampliar continuamente la base de datos. En este sentido, la adopción de tecnologías cloud posibilita la creación de ecosistemas informativos e integrados, ya que permite a empleados, partes interesadas y consumidores, tener visibilidad de los datos adecuados cuando sean necesarios.
Asimismo, la migración gradual de los datos a la nube reduce el riesgo de permanecer vinculado a una solución tecnológica específica, y permite ganar tiempo para evaluar las tecnologías emergentes que mejor se adapten a las necesidades concretas de cada realidad. La migración a la nube permite a las empresas explotar la información de forma holística, contrarrestando así el uso de sistemas heredados obsoletos que retrasan los procesos de negocio.