Cloudera acaba de presentar su programa «Reeskilling for the Tech Jobs of Tomorrow» con el objetivo de ampliar el acceso a las oportunidades laborales en el sector tecnológico.
La demanda de talento tecnológico, en todos los niveles de cualificación, crece cada día más. Las empresas de todos los sectores y zonas geográficas se encuentran en plena batalla para encontrar empleados cualificados. Además, se estima que unos 1.100 millones de puestos laborales puedan verse transformados radicalmente por la tecnología en la próxima década, la «revolución de la recualificación» exige la necesidad de formar a las personas en las nuevas habilidades que liderarán la economía del mañana.
Con el fin de ayudar a mejorar las habilidades tecnológicas de los profesionales, Cloudera ha iniciado el proyecto Reeskilling for the Tech Jobs of Tomorrow, por el que se asociará con diferentes organizaciones globales que apoyan directamente estos objetivos. La finalidad es ayudar a las personas de todos los orígenes y experiencias diversas a obtener y avanzar en sus habilidades; ofrecer mentoría sobre la industria tecnológica; financiar recursos para ayudar a la consecución del proyecto; y avanzar en las conversaciones de la industria para que en última instancia conduzcan a un cambio de comportamiento más amplio que englobe la captación de talento, la contratación y la mejora de las habilidades.
Este proyecto incluye acuerdos con la organización mundial Generation y la organización internacional Per Scholas, que ofrecen formación gratuita para capacitar, emplear y apoyar a cientos de personas en diversas carreras.
Además de apoyar las necesidades derivadas de la brecha global de habilidades y la crisis de escasez de talento, Cloudera también pretende abordar, con esta iniciativa, los riesgos de la automatización. Poblaciones infrarrepresentadas, como los trabajadores sin un título profesional, tienen cuatro veces más probabilidades de trabajar en empleos altamente automatizables que las personas con una licenciatura, y el 55% de las tareas realizadas por los trabajadores con salarios bajos también corren el riesgo de ser automatizadas.