La sostenibilidad es un tema de absoluta prioridad, el llevar al mercado dispositivos tecnológicos más respetuosos con el medio ambiente es una necesidad inminente. Las empresas no solo deben tener en cuenta la huella de carbono de un dispositivo durante la fase de uso del producto, sino en todo su ciclo de vida. En este contexto, se hace cada vez más patente la apuesta por dispositivos refabricados y reacondicionados , aunque aún existe mucha confusión entre estos dos modelos. Canon analiza las diferencias entre ambos y expone los grandes beneficios de la refabricación frente al reacondicionamiento.
1. Más allá de una limpieza exhaustiva. El proceso de reacondicionamiento implica la redistribución de los productos, normalmente electrónicos y eléctricos que se han devuelto previamente a un fabricante o proveedor. Supone desde llevar a cabo unas sencillas pruebas hasta efectuar una limpieza y una reconstrucción exhaustivas del producto. A diferencia de los productos de segunda mano, los productos reacondicionados se someten a pruebas para garantizar que su rendimiento y funcionamiento son correctos. No obstante, con la refabricación se va más allá, los productos refabricados no deben entenderse como productos «usados», «reacondicionados», «reparados» ni «reutilizados». En su lugar, hablamos del proceso de recuperar, desmontar, reparar, sustituir y limpiar componentes para volverlos a vender con la misma calidad, rendimiento y especificaciones que un producto nuevo.
2. Mismos estándares de producción que un producto original. La diferencia entre los productos reacondicionados y los dispositivos refabricados es el rigor, la estandarización y la integridad del proceso de fabricación. Una máquina refabricada se vuelve a producir con componentes individuales para satisfacer las mismas expectativas del cliente que las de las máquinas nuevas. Esto es posible volviendo a fabricar un producto según las especificaciones del producto original, combinando piezas nuevas, reparadas y reutilizadas.
3. Mayor calidad del dispositivo final. Aunque el proceso de refabricación es más costoso que el reacondicionamiento, el resultado final es un producto de mayor calidad, lo que se debe en parte a la exhaustividad del proceso. No obstante, la refabricación sí que ofrece un ahorro al consumidor, ya que es habitual que un producto refabricado cueste menos que uno nuevo y ofrece todo los necesario en un equipo multifunción para satisfacer las necesidades de nuestros clientes.
4. Productos más sostenibles con el medio ambiente. Canon estima que el 60 % de la huella de carbono procede de las primeras fases de fabricación y abastecimiento de materias primas. Con el modelo de refabricación se consigue eliminar muchas de las emisiones producidas en estas primeras fases, además si se tienen en cuanta otros factores como el transporte de materiales para la producción de un nuevo producto, la reducción de emisiones también es considerable.
5. Hacia una economía circular real. La refabricación se torna como una propuesta industrial que encaja a la perfección con el nuevo e innovador modelo de economía circular y avanzar en la consecución de los objetivos de la Comisión Europea recogidos en el Plan de Acción de Economía Circular. Este modelo puede desbloquear nuevas fuentes de ingresos para las empresas, reduciendo los costes asociados a la obtención de nuevas material primas o el reciclaje de antiguas, al tiempo que atrae a los consumidores dispuestos a pagar por productos que sean respetuosos con el planeta.