OPPO, marca líder de dispositivos inteligentes a nivel mundial, está sometiendo a las cámaras de sus smartphones a pruebas cada vez más complejas en su Laboratorio de Imagen Inteligente de Dongguan, para las que se están empleando avances en materia de automatización y robotización, con simulaciones en escenarios cada vez más realistas.
El objetivo es lograr una mayor calidad y mejores capacidades de imagen en sus dispositivos. Las capacidades de imagen de los smartphones de OPPO no han dejado de ganar reconocimiento y preferencia entre los usuarios en los últimos años, un hecho que se ha visto incrementado con el lanzamiento de la serie Find X6. De hecho, las series OPPO Find X, Find N y Reno han aportado a los usuarios unas capacidades de imagen muy potentes entre los productos de su clase.
OPPO cuenta con diferentes laboratorios de imagen en Shenzhen, Dongguan y Xi’an, en los que un total de 100 ingenieros se dedican a trabajos relacionados con el procesamiento de imágenes. Como parte del proceso de desarrollo de un smartphone, el equipo de producto define la función clave de la cámara y la optimiza de forma continua a través de unas 150 rondas de pruebas de imagen, centrándose principalmente en el color, el brillo, la nitidez y el ruido, para proporcionar a los usuarios capacidades de imagen potentes y estables a través de diferentes segmentos de precios.
El Intelligent Imaging Lab de Dongguan, que fue inaugurado en 2021, es el mayor laboratorio de la compañía que dispone de escenarios reales. Este laboratorio proporciona al equipo de producto un entorno y un equipo de pruebas más profesionales, lo que les ayuda a completar el desarrollo y la prueba de capacidad de la cámara del smartphone de forma más eficiente.
Este laboratorio está dividido en dos zonas, una con luz artificial y otra con luz natural, lo que permite simularlos entornos con fuentes de luz más comunes. Desde OPPO han creado réplicas fieles a la realidad de 16 escenas realistas como el vestíbulo de un hotel, un restaurante, una sala de karaoke y un bar con una compleja iluminación ambiental.
Dentro de la zona de luz artificial, la temperatura de color y la iluminación se han diseñado y depurado de forma científica y profesional. La iluminación se puede controlar automáticamente, reproduciendo la mayoría de los escenarios fotográficos del usuario con una fuente de luz estable. Además, el laboratorio está equipado con un modelo de rostro humano de alta fidelidad, que satisface principalmente las necesidades específicas de pruebas para selfies y belleza.
Dentro de sus laboratorios, OPPO realiza pruebas de cámara mediante robots profesionales totalmente automatizados. Además, los ingenieros han establecido más de 500 puntos para pruebas de cámaras en el laboratorio. Simplemente tienen que introducir las tareas en el sistema de pruebas con antelación para que los robots se desplacen por los escenarios y tomen fotos por su cuenta. Una vez las fotos han sido tomadas por los robots, los ingenieros pueden verlas en la nube y así realizar análisis posteriores.
Tradicionalmente los ingenieros tenían que programar sus visitas `in situ´, uno a uno con sus teléfonos móviles, y realizar las fotografías de muestra, teniendo que hacer más de 75.000 fotografías en todo un ciclo de desarrollo. Gracias a la inclusión de robots inteligentes en los laboratorios de OPPO, se pueden obtener hasta alrededor de 500 fotografías en solo 2 horas. De esta manera, queda reflejada la mejora en el proceso multiplicando la eficiencia casi por 5, en comparación con la prueba humana tradicional, con la que se suele tardar un día y medio en probar una cámara.
En el futuro, el OPPO Intelligent Imaging Lab se centrará en desarrollar un estándar objetivo de prueba de cámaras móviles, convirtiendo el balance de color, el estilo y todos los demás aspectos en indicadores técnicamente cuantificables. Así, las capacidades de imagen de los futuros dispositivos e OPPO tendrán una mejor herencia y el proceso de prueba será más coherente.