Los humanos somos vagos por naturaleza, estamos programados para el mínimo esfuerzo y ahorrar energía, y no lo digo por experiencia propia, lo dicen miles de estudios científicos. Nuestro cerebro consume el 25% de la energía que consumimos y para minimizar este consumo de energía y economizar recursos, en primer lugar reutiliza lo que ya sabe y entre dos tareas, siempre elegirá la que menos consumo de energía le supone.
Si quisiéramos buscar el siguiente libro para colocar en la pila de libros que tenemos pendientes de leer en nuestra mesita de noche, haríamos algo que ya es natural y automático desde hace más de 20 años, una búsqueda web.
Seguramente tendríamos ya algunos sitios web preferidos donde confiamos en las sugerencias o quizás alguna aplicación de un club de lectura donde encontraríamos sugerencias de otros lectores. Muchos de nosotros, en este afán de ahorrar energía, nos dejamos guiar por las recomendaciones de Amazon para seleccionar nuestras lecturas, entre muchas otras cosas, sin olvidarnos que ya no necesitamos teclear nuestra búsqueda sino que lo hacemos por una interfaz vocal interactuando con Alexa.
¿Qué crees que pasará ahora, que tenemos a nuestra disposición una herramienta de búsqueda conversacional, mucho más inteligente que Alexa o cualquier otro asistente digital, en la que simplemente introducimos en un chat una petición sencilla, como por ejemplo: “Recomiéndame un libro de ciencia ficción del subgénero cyberpunk, que haya sido editado en los últimos 6 meses”. Debajo tenéis una captura de pantalla del nuevo Microsoft Bing.
Más allá de todas las contras que podamos encontrar en estos momentos en la tecnología de modelos masivos de lenguaje, como ChatGPT de OpenAI o LaMDA de Google con su nuevo y fallido Bard, es evidente que nuestro cerebro, en su permanente búsqueda de ahorro de energía, nos va a llevar a utilizar esta búsqueda conversacional en lugar de perdernos en decenas de páginas, aplicaciones y servicios de recomendaciones de libros, donde tendríamos que leer decenas de comentarios y reseñas para poder encontrar nuestra nueva lectura.
La búsqueda en línea ha evolucionado enormemente desde los primeros días de la web. Inicialmente, los usuarios tenían que ingresar palabras clave para encontrar la información que necesitaban. A medida que los motores de búsqueda mejoraron, los usuarios comenzaron a usar frases y oraciones completas en lugar de palabras clave para encontrar información.
Sin embargo, con la llegada de la IA conversacional, los usuarios pueden interactuar con los chatbots y asistentes virtuales como si estuvieran hablando con un humano. En lugar de ingresar consultas de búsqueda en un cuadro de búsqueda, pueden simplemente hacer preguntas en lenguaje natural y obtener respuestas inmediatas. Esto cambiará drásticamente la forma en que buscamos información en internet.
¿Significa esto el fin del tráfico web?
A medida que más y más usuarios adoptan la IA conversacional para sus consultas de búsqueda, es natural preguntarse si esto significa el fin del tráfico web. Después de todo, si los usuarios pueden obtener respuestas directamente de los chatbots y asistentes virtuales, ¿por qué necesitarían visitar un sitio web?
Sin embargo, la respuesta no es tan simple. Aunque es cierto que la IA conversacional está cambiando la forma en que los usuarios buscan información en línea, no significa que el tráfico web esté destinado a desaparecer.
Los chatbots y asistentes virtuales aún dependen de los sitios web para obtener la información que proporcionan a los usuarios. Además, los usuarios pueden necesitar acceder a sitios web para obtener información más detallada o realizar acciones específicas, como comprar un producto o completar un formulario.
De hecho Bing además de darnos una respuesta concreta, nos ofrece una serie de enlaces para ampliar la información que nos proporciona.
¿Qué significa esto para el SEO?
A medida que la IA conversacional se convierte en una forma más popular de búsqueda en línea, es importante para las empresas y los propietarios de sitios web adaptarse a estos cambios. Esto significa optimizar el contenido para preguntas y oraciones en lenguaje natural y crear contenido que responda directamente a las preguntas más frecuentes de los usuarios.
También es importante tener en cuenta que la IA conversacional no es el único factor que influye en los rankings de búsqueda. La calidad del contenido, la relevancia de los enlaces entrantes y la optimización técnica del sitio web siguen siendo factores importantes. Por lo tanto, la optimización para la IA conversacional debe ser parte de una estrategia de SEO integral en lugar de una solución aislada.
Independientemente de cómo se desarrolle la tecnología, una cosa es cierta: estamos al borde de un cambio de paradigma significativo. Los modelos económicos que hemos llegado a aceptar como «la forma en que funciona la web» están a punto de derrumbarse, pero también en formas que ninguno de nosotros puede imaginar todavía. La buena noticia es que hay tanto dinero en juego, que la «nueva forma en que funciona la web» se revelará más temprano que tarde.
