Cuando hablamos de low-code, ¿sabemos realmente de lo que estamos hablando? En una sociedad donde prima la innovación constante, la rapidez y agilidad y donde cada vez hay menos barreras para comunicarse, miraríamos hacia otro lado si pensamos que estos valores no se van a reflejar en el desarrollo de software.
Justo para dar respuesta a esta realidad, aparece el concepto low-code, que no es más que un paradigma que nos ofrece múltiples posibilidades, desde crear aplicaciones o integraciones sencillas (pero que aporten un claro valor al negocio) hasta aplicaciones realmente complejas que den cobertura end to end a un gran proceso empresarial, reduciendo el desarrollo de código hasta niveles casi impensables hace cuatro o cinco años y sin dejar de lado la posibilidad de implementar customizaciones más robustas y de mayor envergadura. Algo reservado, eso sí, para los perfiles de carácter más técnico.
Si eres un desarrollador de software estarás pensando… ¿esto significa que va a dejar de tener sentido mi trabajo y no se va a necesitar expertise técnico para modernizar o desarrollar nuevas aplicaciones? Nada más lejos de la realidad. Que una aplicación o integración se pueda implementar bajo plataformas low-code no significa que los técnicos desaparezcamos.
Miremos desde otro punto de vista. Imagina qué se necesitaba hace 10 años para desarrollar una nueva aplicación web: un CPD (Centro de Procesamiento de Datos) con los servidores que albergaban el backend y el frontend; un equipo de IT capaz de configurar, administrar, securizar, habilitar comunicaciones, monitorizar y mantener la infraestructura; un equipo de desarrolladores que implementaran la aplicación en un contexto donde cada vez es más difícil encontrar este tipo de perfiles y 14 meses de trabajo.
Ahora, y gracias al low-code, esto es posible hacerlo sin infraestructura, ya que dependiendo de la plataforma con la que trabajemos podemos hacerlo en cloud, y probablemente en un tercio del tiempo que nos llevaba antes. Además, si tenemos en mente el concepto de Fusion Teams que traen las plataformas low-code es altamente probable que usuarios sin alto expertise técnico sean autónomos a la hora de incorporar modificaciones en las aplicaciones.
La conclusión es que gracias a las plataformas low-code vamos a notar una reducción de tiempo a la hora de modernizar o crear nuevas aplicaciones. Y ya sabemos que, si reducimos el tiempo, reducimos los costes, sin tener en cuenta los generados por otros conceptos como el de la propia infraestructura.
Lógicamente, todos estos conceptos de los que estamos hablando tienen muchísimas aristas que hay que analizar en profundidad cuando una organización toma la decisión de utilizar una o varias plataformas low-code como parte de su estrategia de creación y/o modernización de aplicaciones.
Llegados a este punto… ¿Qué plataformas low-code se pueden encontrar en el mercado? Ya te adelanto que muchísimas, pero desde Minsait pensamos que una de las mejor posicionadas, es sin duda Microsoft Power Platform . ¿Por qué? Porque es la única plataforma del mercado que nos ofrece la posibilidad de crear prácticamente cualquier componente que permita dar valor al negocio y resolver de una forma real los problemas y las improductividades que se pueden encontrar en el día a día.
Es la única plataforma que permite crear aplicaciones móviles sencillas orientadas a aumentar la productividad, aplicaciones de Back Office para gestionar grandes procesos de negocio, la creación de portales web que dan acceso a usuarios externos a la organización con los que poder interactuar, crear potentes cuadros de mando, gráficos y paneles para análisis y explotación de datos, automatizar procesos empresariales sencillos y no tan sencillos, crear robots RPA para automatizar tareas e integrar datos en aplicaciones legacy, implementar bots conversacionales que utilizan algoritmos de IA para detectar las intenciones de los usuarios e interactuar con ellos, etcétera. Y sí, todo esto prácticamente sin escribir código y con configuración de la propia plataforma y componentes.
Power Apps, Power Automate, Power Virtual Agent y Power BI son los cuatro componentes de Power Platform que se integran entre sí de forma nativa y que actúan como un todo para crear soluciones empresariales con poco esfuerzo y en tiempo récord. Estos componentes no trabajan solos, y se apoyan constantemente tanto en Dataverse que, por simplificarlo mucho, es la solución de persistencia de datos que nos ofrece la plataforma, como en los más de 800 conectores de los que disponemos hoy en día (y subiendo) para conectarnos con cualquier sistema (cualquiera, sí) ya sea un sistema cloud u on premise.
Es realmente importante también tener en mente que estamos hablando de una solución diseñada, construida y mantenida por uno de los mayores fabricantes de software y proveedor de infraestructura cloud y esto trae consigo múltiples ventajas: desde la fuerte inversión que el propio fabricante realiza para seguir innovando e incorporando nuevas funcionalidades a la plataforma dos veces al año, hasta que Power Platform se integra y comunica de forma nativa con todo su ecosistema de soluciones. Esto implica que podemos embeber aplicaciones Power Apps en Microsoft Teams para no tener que estar saltando de una ventana a otra, que podemos extender la funcionalidad de la plataforma apoyándonos en la nube de Azure, etc.
Por último y no por ello menos importante, es necesario resaltar una serie de datos que demuestran que lo que vengo comentando sobre Power Platform es ya una realidad. En el prestigioso último informe Forrester, se coloca a Power Platform como claro líder en los cuadrantes de Low-Code Development Platforms for Professional Developers y Digital Process Automation Software.
No menos relevante es la conclusión a la que llega Gartner cuando afirma que esta plataforma se sitúa una vez más como claro líder en los cuadrantes de Enterprise Low-Code Application Platforms y Analytics and Business Intelligence Platforms.
Es complicado condensar todas las bondades y posibilidades de Power Platform en tan poco espacio, por eso te invito a que te animes a buscar información o, en caso en el que tu organización se esté planteando dar el salto a este nuevo paradigma, buscar apoyo en un partner especialista como Minsait en esta nueva tecnología que ha venido para quedarse.
