Hasta hace poco más de año y medio el concepto de transformación digital estaba apuntado en la agenda de muchas empresas, dentro del cajón de proyectos de futuro y baja prioridad.
La pandemia del COVID-19 inició una revolución en el entorno empresarial que ha cambiado la mentalidad de las organizaciones, conscientes de que el ecosistema se ha vuelto impredecible y que la mejor manera de garantizar su supervivencia en el mercado pasa necesariamente por acelerar el despliegue de tecnologías digitales en áreas clave como las de finanzas y recursos humanos.
Conscientes de la nueva realidad del trabajo, los CFOs (Chief Financial Officer) de las grandes compañías se enfrentan al desafío de buscar soluciones tecnológicas adecuadas para reaccionar en tiempo real a los cambios del mercado y legislativos. Aquí es donde entra en juego la adopción de sistemas cloud avanzados que permitan agilizar la planificación, la presentación de informes y otras gestiones propias de la función financiera. Sin embargo, ¿es esta la única preocupación de los responsables financieros?
Con el objetivo de conocer las prioridades de los CFOs a la hora de afrontar la transformación financiera de sus organizaciones, en Workday preparamos un informe a partir de los resultados de una encuesta realizada a 1024 altos ejecutivos de 14 países diferentes.
En él se evidencia que los líderes financieros tienen como prioridades el despliegue de tecnologías inteligentes, el intercambio de skills multifuncionales y la implementación de una planificación continua.
Tecnologías inteligentes para el crecimiento digital
Una de las conclusiones extraídas por los CFOs es que la tecnología es un impulsor evidente del crecimiento digital. Como prueba, el porcentaje de ingresos digitales de las empresas se ha disparado durante el último año.
De hecho, aquellas compañías que decidieron apostar por tecnologías inteligentes como la inteligencia artificial (AI), el machine learning (ML) o la automatización robótica de procesos (RPA) tienen el doble de probabilidades de obtener altos ingresos digitales que las que no han avanzado en estos aspectos.
A esto hay que sumarle que, tal y como reconocen la mayoría de las empresas participantes en nuestro estudio, es más sencillo y rentable cambiar las herramientas de trabajo de una organización que modificar la mentalidad de sus trabajadores.
Así, el 56% de las compañías asegura que su tecnología es compatible con los objetivos de la transformación digital, mientras que tan solo el 16% cree que su cultura empresarial también lo es.
Potenciar la agilidad y la resiliencia empresarial
La mayoría de los CFOs planean mejorar la aceleración digital y la agilidad organizacional para lidiar con el actual entorno dinámico. Para lograrlo, pretenden que la tecnología haga efecto sobre dos ejes importantes: la planificación continua y la resiliencia de la organización.
Ambos elementos son los que determinan que las empresas puedan alcanzar un alto margen de maniobra ante los imprevistos, evitando comprometer en ningún momento la actividad del negocio o la supervivencia de la organización.
La resiliencia está estrechamente vinculada a la planificación continua y la flexibilidad. Por ejemplo, las empresas que más rápidamente reaccionaron a la pandemia fueron aquellas que previamente habían integrado capacidades ágiles como la colaboración transversal o la accesibilidad a los datos.
En esta línea, el estudio revela que, para consolidar una planificación continua que ofrezca valiosos insights en tiempo real, los líderes financieros optan, en su mayoría, por disponer de sistemas o softwares altamente integrados (64%), tecnologías inteligentes (56%) y tecnologías cloud (49%).
Como contraparte a la aceleración digital, las empresas encuentran obstáculos en el reclutamiento y la gestión de las habilidades de los trabajadores. Hasta ahora, uno de los principales condicionantes era la incertidumbre generada por la pandemia, pero el 35% de los CFOs también alude a la incapacidad que presentan los equipos para adquirir nuevas destrezas digitales. A modo de respuesta, los responsables priorizan una vez más la aplicación de tecnología en estos procesos, así como el intercambio de habilidades.
En definitiva, los profesionales de la función financiera están de acuerdo en que el presente es digital y que es prioritario estudiar las necesidades de sus organizaciones para optimizar los procesos y ahorrar costes mediante la inversión adecuada en tecnologías de vanguardia. Asimismo, esta simbiosis finanzas-tecnología requiere un esfuerzo de colaboración estrecha entre CFOs y CIOs (Chief Information Officer) para tomar decisiones estratégicas coordinadas.
