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Telefónica ha presentado recientemente un documento titulado EU 2024-2029: Forging a competitive path. Digital by innovation, green by design , en el que expone su visión sobre los principales desafíos que enfrenta la Unión Europea (UE) en los próximos cinco años y ofrece una serie de recomendaciones para impulsar la competitividad del bloque.
Este documento destaca la importancia de la transición digital y verde, y subraya el papel fundamental del sector de las telecomunicaciones en el desarrollo de una Europa más competitiva, resiliente y próspera.
Contexto y desafíos clave
El anuncio de Telefónica llega en un momento crucial para Europa, que se enfrenta a una serie de transiciones complejas: digital, ambiental y geopolítica, además de los retos internos de integración y ampliación del mercado único.
Desde la firma del Tratado de Maastricht en 1993, que consolidó la Unión Europea como un bloque político y económico, la región ha avanzado significativamente en términos de estabilidad política, desarrollo social y económico, y liderazgo en innovación.
Sin embargo, tres décadas después, la UE enfrenta un entorno global cada vez más polarizado y un proceso de cambio tecnológico acelerado, lo que plantea serios desafíos para mantener su competitividad.
Uno de los problemas fundamentales identificados por Telefónica es el descenso en el peso económico global de la UE. En los últimos 30 años, la participación de la UE en el PIB mundial ha caído significativamente, desde el 23% hasta el 14%, en un contexto donde las economías de Estados Unidos y China han aumentado su peso relativo.
Este retroceso en la competitividad se refleja también en la lenta adopción de tecnologías clave, como la inteligencia artificial (IA), la computación en la nube o la ciberseguridad, que contrastan con la inversión y desarrollo acelerado que se observa en otras regiones, particularmente en Estados Unidos y China.
Recomendaciones estratégicas de Telefónica
Telefónica basa su visión en cuatro pilares estratégicos clave que deberían guiar las políticas europeas en el ciclo 2024-2029:
- Fomento de un entorno favorable para el crecimiento empresarial: Telefónica destaca la necesidad de eliminar las barreras regulatorias y administrativas que impiden el desarrollo ágil de las empresas en la UE. Además, propone adaptar las políticas de competencia para permitir que las empresas europeas puedan escalar y competir a nivel global.
- Fortalecimiento del sector de las telecomunicaciones: El documento pone énfasis en el papel fundamental del sector de las telecomunicaciones como columna vertebral de la competitividad europea. La red de telecomunicaciones no solo proporciona la infraestructura esencial para la economía digital, sino que también es clave para el crecimiento económico, la creación de empleo y la prosperidad. Telefónica insta a que se priorice el desarrollo de un marco regulatorio que estimule la inversión en redes de fibra óptica y 5G, que son vitales para el éxito de la economía digital.
- Transición digital y verde: Telefónica propone un enfoque de competitividad basado en el lema “digital por innovación, verde por diseño”, que implica aprovechar las oportunidades de la digitalización y de las tecnologías verdes para impulsar un crecimiento más sostenible y eficiente. Esto incluye incentivar la adopción de soluciones ecosmart y la implementación de tecnologías digitales en sectores como el transporte, la energía y la agricultura.
- Gestión de la transición geopolítica: Telefónica aboga por que Europa desempeñe un papel más relevante en el escenario global, fortaleciendo su autonomía estratégica y promoviendo un entorno de cooperación con actores globales, como Estados Unidos y América Latina. Esta estrategia incluye la promoción de una cooperación transatlántica más sólida para evitar la fragmentación en la regulación de tecnologías emergentes y fortalecer la posición de Europa en la gobernanza tecnológica.
Análisis del papel del sector de las telecomunicaciones
Telefónica resalta que, aunque el sector de telecomunicaciones de Europa ha realizado inversiones significativas —alrededor de 50.000 millones de euros anuales en la última década—, la capacidad de inversión del sector sigue siendo inferior a la de otras regiones. Por ejemplo, la inversión por habitante en Europa es considerablemente menor que en Estados Unidos, lo que ha ralentizado el despliegue de redes clave como 5G.
El despliegue de infraestructura de conectividad avanzada, como redes de fibra óptica y 5G, es crítico para el futuro de la competitividad industrial europea, pero Europa sigue rezagada en comparación con otras economías avanzadas. Mientras que la cobertura 5G en la UE alcanzó el 80% en 2023, aún está lejos del objetivo del 100% que se espera lograr para 2030.
Telefónica insta a que se establezca una ley de redes digitales (Digital Networks Act) que priorice el desarrollo de estas infraestructuras y que se eliminen las barreras regulatorias que fragmentan el mercado, dificultando que las empresas del sector puedan alcanzar una escala competitiva.
El Pacto por la Competitividad
El pacto por la competitividad propuesto por Telefónica busca ser una estrategia integral para enfrentar los desafíos económicos y tecnológicos de la Unión Europea en el ciclo 2024-2029. Este pacto se fundamenta en la necesidad de establecer un marco regulatorio y político que favorezca la inversión, la innovación y el crecimiento sostenible en un contexto global cada vez más competitivo. Telefónica señala que el enfoque de este pacto debe estar basado en varios ejes clave para garantizar su efectividad.
Componentes del pacto por la competitividad
- Entorno favorable para el crecimiento empresarial: Uno de los principales objetivos del pacto es la creación de un entorno regulatorio que permita a las empresas europeas crecer y competir de manera efectiva tanto dentro como fuera de Europa. Para ello, es necesario eliminar barreras burocráticas, simplificar normativas y actualizar las políticas de competencia. Telefónica resalta que esto es especialmente importante en sectores clave como el digital y el tecnológico, donde la agilidad para innovar es crucial.
- Refuerzo del sector de telecomunicaciones: Telefónica subraya el papel central de las telecomunicaciones en este pacto, dado que el sector constituye la infraestructura esencial para la economía digital del futuro. La empresa pide que se reconozca la importancia de esta industria como motor de crecimiento y productividad, y que se creen políticas que incentiven la inversión en redes de última generación, como el 5G y la fibra óptica. La Digital Networks Act es mencionada como una prioridad legislativa clave para revitalizar la competitividad en este ámbito.
- Competitividad “digital por innovación, verde por diseño”: Este aspecto del pacto está orientado a fomentar tanto la transformación digital como la sostenibilidad ambiental. Telefónica aboga por un enfoque que promueva el desarrollo de tecnologías digitales innovadoras que impulsen la eficiencia en el uso de los recursos y la reducción del impacto ambiental. La transición verde y digital no solo es vista como una oportunidad para mejorar la competitividad, sino también como una obligación para alinearse con las demandas sociales y ambientales del presente.
- Gestión de la transición geopolítica: Finalmente, el pacto también tiene en cuenta el rol geopolítico de Europa. Telefónica plantea que Europa debe fortalecer su autonomía estratégica y asumir un liderazgo más activo en la gobernanza de tecnologías emergentes. Esto incluye mejorar la cooperación transatlántica con Estados Unidos y otros socios internacionales para evitar fragmentaciones regulatorias que podrían debilitar el crecimiento tecnológico y económico de la región.
Importancia del pacto
El pacto por la competitividad propuesto por Telefónica es visto como un punto de inflexión para asegurar el bienestar futuro de la sociedad europea. En un contexto donde las dinámicas globales están cambiando rápidamente, el pacto no solo busca mantener a Europa competitiva, sino también garantizar que el crecimiento económico se traduzca en una prosperidad compartida entre todos los ciudadanos europeos. Para ello, es esencial que las políticas europeas se alineen con los intereses del sector privado y las demandas sociales, promoviendo un modelo de desarrollo más justo, sostenible y digital.