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Una carta abierta de diecinueve CEO europeos, dirigida a Ursula von der Leyen y al Colegio de Comisarios, resalta la necesidad urgente de reforzar las infraestructuras digitales para asegurar la competitividad de Europa en la economía global.
Este 10 de septiembre, diecinueve líderes empresariales de algunas de las empresas más influyentes de Europa han firmado y entregado una carta abierta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al Colegio de Comisarios.
Los firmantes, entre los que se encuentran los CEO de compañías como Ericsson, Nokia, Siemens y Deutsche Bank, instan a la Comisión Europea a tomar medidas urgentes para evitar que Europa se quede atrás en la carrera global por la digitalización y la competitividad.
La carta subraya que Europa se encuentra en un punto crucial, con un entorno geopolítico inestable y unas perspectivas económicas inciertas. La digitalización es vista como una oportunidad para enfrentar estos desafíos y avanzar en la competitividad del continente. El mensaje central de los líderes industriales es claro: Europa necesita adoptar una infraestructura de conectividad más avanzada, segura y resiliente para asegurar su futuro económico.
La digitalización como clave para la competitividad europea
Uno de los puntos clave mencionados en la carta es la importancia de la digitalización para todos los sectores de la economía europea. Los CEO firmantes coinciden en que la conectividad mejorada no solo impulsará la productividad, sino que también facilitará la descarbonización de los sectores económicos, contribuyendo así a la sostenibilidad y al crecimiento a largo plazo. Esta posición se alinea con el reciente informe de la Comisión Europea, que destaca que la competitividad futura de Europa dependerá en gran medida de contar con infraestructuras digitales avanzadas.
En este sentido, se hace una referencia directa a los objetivos de la Década Digital, en los que se establece que para 2030, Europa debe contar con una cobertura casi total de redes 5G, fibra óptica y satélites en todo el continente, asegurando que ningún ciudadano ni empresa se quede rezagado. Para lograrlo, los líderes empresariales piden un incremento significativo en la inversión en infraestructuras digitales, como se ha venido haciendo en otras partes del mundo.
Europa a la zaga en la inversión en conectividad
Uno de los aspectos más preocupantes que señala la carta es la brecha en la inversión en telecomunicaciones entre Europa y otras regiones. Según el informe The future of European competitiveness de Mario Draghi, la inversión per cápita en este sector en Europa es la mitad que en Estados Unidos. Esto ha tenido consecuencias directas en el despliegue de redes 5G y fibra óptica, que, según los líderes industriales, avanza a un ritmo insuficiente en comparación con otras potencias globales.
Este retraso no solo afecta al sector tecnológico, sino que impacta de manera transversal a toda la economía europea. Como indica Enrico Letta en su reciente informe, la falta de integración en sectores clave como el financiero, energético y de comunicaciones electrónicas es uno de los factores que está contribuyendo al declive de la competitividad europea. La advertencia es clara: si no se toman medidas inmediatas, Europa corre el riesgo de perder su posición en la economía digital global.
Casos de uso en diversos sectores
La carta también resalta ejemplos concretos de cómo la digitalización y la conectividad pueden transformar sectores clave de la economía europea. En el sector de la movilidad, la conectividad avanzada puede hacer que el tráfico sea más seguro y menos contaminante, mientras que en el sector energético, redes más inteligentes y el uso de IA pueden optimizar la cadena de valor desde la generación hasta el consumo de energía.
En el ámbito de la salud, la infraestructura digital es fundamental para el desarrollo de la sanidad digital, facilitando desde el seguimiento remoto de pacientes hasta el uso de IA para el descubrimiento y fabricación de medicamentos. Asimismo, el sector ferroviario se beneficiaría de la inversión en tecnologías como el 5G, mejorando tanto la seguridad como la experiencia de los pasajeros.
Por otra parte, los avances en tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT), la computación en la nube y la IA están creando oportunidades económicas sin precedentes. Sin embargo, para que Europa pueda aprovechar estas tecnologías, se necesita una conectividad sólida y confiable. Los CEO subrayan la necesidad de redes avanzadas que ofrezcan capacidades como mayor potencia de cálculo y menores latencias, elementos esenciales para el despliegue de tecnologías innovadoras.
Una llamada a la acción
La carta es una llamada urgente a la acción, instando a las autoridades europeas a tomar decisiones estratégicas que impulsen la conectividad digital. Los CEO firmantes reconocen el esfuerzo realizado hasta ahora, pero enfatizan que Europa necesita más. La competitividad de todo el continente está en juego, y solo mediante una colaboración estrecha entre el sector público y privado, acompañada de inversiones adecuadas, se podrá garantizar un futuro sostenible y próspero.
Los firmantes reconocen los esfuerzos de la Comisión Europea, en particular el Libro Blanco sobre digitalización y conectividad, y alientan a que en los próximos pasos se tengan en cuenta las necesidades de todos los sectores económicos. Esto, dicen, será clave para asegurar que Europa pueda mantenerse a la vanguardia en la economía digital global y preservar su competitividad en el largo plazo.
Carta abierta de los líderes industriales de la UE sobre digitalización, conectividad y competitividad
Europa se acerca a la mitad de la segunda década del siglo en el contexto de un entorno geopolítico inestable y unas perspectivas económicas inciertas. Tenemos ante nosotros grandes retos y oportunidades, que exigen que Europa adopte la digitalización de sus sociedades y economías. Desarrollar y aplicar la innovación digital es fundamental para aumentar la competitividad de Europa. En este contexto, una conectividad mejorada y segura refuerza la digitalización como factor clave para la productividad y la descarbonización en todos los sectores.
La Comisión Europea señalaba en un reciente Libro Blanco que «el futuro de la competitividad de todos los sectores de la economía europea depende de unas infraestructuras y servicios de red digitales avanzados, ya que constituyen la base de un crecimiento del PIB mundial de entre 1 y 2 billones de euros». Los objetivos de la Década Digital establecen que las nuevas redes 5G y FTTH o los satélites deben llegar a casi todos los rincones de Europa para 2030, de modo que ningún ciudadano ni ninguna empresa se queden atrás. Los jefes de Gobierno, en recientes conclusiones del Consejo Europeo, también señalaron que «la transformación digital de las empresas, las administraciones públicas y la sociedad requiere un verdadero mercado único de servicios digitales y datos, fomentando y facilitando la inversión en infraestructuras digitales como 5G y 6G, y la aplicación de tecnologías digitales revolucionarias, como la IA, blockchain, la computación cuántica y la tecnología de realidad inmersiva».
En la última década, según la European Round Table for Industry, los operadores de telecomunicaciones han invertido 500.000 millones de euros en mejorar y ampliar las redes europeas. Mario Draghi, que acaba de publicar su esperado informe The future of European competitiveness, nos recordó que, a pesar de los esfuerzos, «la inversión per cápita en telecomunicaciones es la mitad que en Estados Unidos, y nos estamos quedando atrás en el despliegue de 5G y fibra».
Por eso estamos de acuerdo con el análisis de la Comisión en que hay que hacer más para arreglar la situación y apoyamos las medidas encaminadas a mejorar la inversión en conectividad y digitalización en todo el continente.
Lo que está en juego para la economía europea es mucho más que el futuro de un sector. Lo subrayó el ex Primer Ministro italiano Enrico Letta en su Informe al señalar que «la falta de integración en los sectores financiero, energético y de las comunicaciones electrónicas es una de las principales razones del declive de la competitividad europea». Si no creamos ahora rápidamente las condiciones para un aumento importante de las inversiones en redes, todo el tejido industrial europeo se resentirá.
En la actualidad, las empresas europeas invierten en digitalizar sus procesos, aplicar la IA y llevar a cabo la visión de la «Industria 4.0», pero esto no puede lograrse sin una conectividad innovadora. Dicho en palabras de Enrico Letta: «tecnologías como 5G (6G en el futuro), IoT, web3.0, edge-cloud computing o AI crearán oportunidades económicas totalmente nuevas. Por supuesto, el despliegue de estas tecnologías depende de las redes, que proporcionarán nuevas capacidades como una mayor potencia de cálculo o diferentes niveles de latencia». Al ser el hogar de algunos de los principales fabricantes de telecomunicaciones del mundo, Europa ha sido una fuerza importante en el avance de la innovación de las redes. Sin embargo, se necesita más apoyo si queremos construir el liderazgo tecnológico europeo sobre una conectividad avanzada y de confianza.
Están en juego numerosos casos de uso, en todos los sectores de la economía y de la sociedad: nos gustaría ofrecer algunos ejemplos de la profundidad y variedad de tales casos de uso.
- Movilidad: la conectividad y los servicios seguros pueden contribuir a que el tráfico sea más seguro y menos contaminante.
- Energía: en el mercado energético de la UE, las redes más inteligentes y la IA pueden beneficiar a toda la cadena de valor, incluyendo la generación, transmisión, distribución y comercialización. Esto incluye tecnologías como la conectividad rápida para emplazamientos renovables remotos o permitir un consumo inteligente para reducir los picos de demanda.
- Energías renovables: la modernización y ampliación de la infraestructura de red puede garantizar la transmisión, el procesamiento y el uso de grandes volúmenes de datos para contadores inteligentes y demanda de flexibilidad.
- Sanidad: las infraestructuras digitales son cruciales para avanzar en la sanidad digital: esto incluye la atención sanitaria y seguimiento digital, los ensayos a distancia, así como soluciones de IA para el descubrimiento, fabricación y suministro de medicamentos más rápido.
- Ferrocarril: necesitamos invertir en 5G para el futuro sistema de comunicaciones móviles ferroviarias (FRMCS) y mejorar los servicios a los pasajeros. 5G y FRMCS ofrecerán una comunicación segura, eficiente y de alta capacidad para la modernización y la seguridad ferroviaria, junto con una conectividad fiable a bordo, mejorando la experiencia de los pasajeros.
Las redes de conectividad también permitirán el uso de la IA en todos los sectores, desde las previsiones y recomendaciones habituales hasta las redes empresariales inteligentes, los asistentes digitales y los modelos de IA generativa. Además, una aplicación armonizada y favorable a la innovación de la Ley de IA de la UE será esencial para que la IA prospere en Europa.
Las redes privadas 5G, en concreto, pueden impulsar la automatización industrial conectando aplicaciones de alta resistencia en diversos sectores. Estas aplicaciones funcionan en entornos difíciles y remotos, lo que permite un despliegue digital más amplio y sencillo en las instalaciones industriales. También se necesita más inversión para luchar contra la ciberdelincuencia, con todas las partes interesadas aunando esfuerzos y de forma armonizada en todo el mercado único: debemos proteger infraestructuras críticas como las redes eléctricas, así como actividades económicas vitales como las del sector financiero.
La base industrial de Europa es potente, pero requiere altos niveles de inversión y políticas adecuadas para que cada una de sus partes pueda crecer, innovar y seguir siendo competitiva a nivel mundial. La conectividad no es una excepción. Como industria europea, necesitamos una mayor colaboración e inversión en conectividad fiable, segura, resistente y de alta calidad, así como en infraestructura informática.
Por eso nosotros, como CEO líderes, creemos que es urgente actuar ahora y dar forma al futuro de la infraestructura digital europea. La competitividad europea está en juego. Aplaudimos el lanzamiento del Libro Blanco de la Comisión Europea y creemos que es esencial garantizar que en los futuros trabajos se tengan en cuenta las necesidades y propuestas de todas las industrias. Sólo así los esfuerzos de los agentes europeos podrán ser sostenibles y exitosos.
Esta carta abierta está firmada por:
- Aiman Ezzat, CEO, Capgemini
- Börje Ekholm, President & CEO, Ericsson
- Christian Klein, CEO and the Chairman of the Executive Board, SAP SE
- Christian Sewing, CEO, Deutsche Bank
- Cláudia Azevedo, CEO, Sonae
- Claudio Descalzi, CEO, Eni S.p.A.
- Flavio Cattaneo, CEO, Enel
- Gonzalo Gortázar Rotaeche, Consejero Delegado (CEO), CaixaBank, SA
- Ignacio S. Galán, Executive Chairman, Iberdrola
- Leonhard Birnbaum, CEO, E.ON SE
- Luca de Meo, CEO, Renault Group
- Markus Krebber, CEO, RWE AG
- Michael Strugl, CEO, VERBUND
- Óscar García Maceiras, CEO, Inditex, S.A.
- Pekka Lundmark, President & CEO, Nokia Corporation
- Peter Herweck, CEO, Schneider Electric
- Richard Lutz, Chairman of the Management Board and CEO, Deutsche Bahn AG
- Robert Falck, CEO, Einride
- Roland Busch, President and CEO, Siemens AG