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La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ha votado a favor de restaurar las regulaciones de neutralidad de la red. La decisión, aprobada por 3 votos a 2 siguiendo líneas partidistas, clasifica la banda ancha como un servicio público, permitiendo una regulación similar a la de los servicios de teléfono y agua, según informa The New York Times.
Bajo la dirección de la presidente de la FCC, Jessica Rosenworcel, la agencia revivió las regulaciones que clasifican la banda ancha como un servicio público, comparable a los servicios de teléfono y agua. Este cambio permite a la FCC imponer requisitos más estrictos de reporte y respuesta a interrupciones por parte de los proveedores de banda ancha, así como ejercer una mayor supervisión sobre las cuestiones de seguridad.
Las regulaciones de neutralidad de la red, establecidas originalmente durante la administración de Barack Obama, buscan prevenir que los proveedores de servicios de Internet, como Verizon y Comcast, bloqueen o degraden el acceso a servicios competidores como Netflix y YouTube. Estas normas fueron derogadas durante la administración de Donald Trump en diciembre de 2017, en una decisión que redujo considerablemente la autoridad regulatoria de la FCC sobre los ISP.
La presidente Rosenworcel destacó la importancia de estas regulaciones, afirmando, «Todos los consumidores merecen un acceso a Internet que sea rápido, abierto y justo. Esto es sentido común.» Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta visión. Jonathan Spalter, presidente de USTelecom, un grupo de presión de la industria de banda ancha, ha criticado la decisión, indicando que los consumidores «han disfrutado de una Internet abierta durante décadas» sin la necesidad de estas regulaciones. USTelecom ya ha expresado su intención de «buscar todas las opciones disponibles, incluidos los tribunales» para revocar las reglas restablecidas.
Los republicanos en el Congreso también han manifestado su oposición, argumentando en una carta a Rosenworcel que tratar a los proveedores de banda ancha como servicios públicos perjudicaría el crecimiento de la industria de las telecomunicaciones.
Sin embargo, defensores de la neutralidad de la red, incluidos grupos de consumidores y de libertad de expresión, han aplaudido la decisión. Alegan que sin estas reglas, los proveedores de servicios tienen incentivos económicos para favorecer ciertos servicios o aplicaciones sobre otros, perjudicando la libre competencia y la innovación.
El comisionado republicano Brendan Carr mencionó que «Internet en Estados Unidos prosperó en ausencia de la regulación de comando y control de la década de 1930 por parte del gobierno», evidenciando la profunda división ideológica sobre cómo debe ser regulado el Internet.
Este esfuerzo por restaurar la neutralidad de la red refleja un cambio ideológico en la administración de la FCC bajo el presidente Joe Biden, que ha mostrado un compromiso continuo con la protección del consumidor y el acceso equitativo a los servicios de Internet. La lucha por la neutralidad de la red, lejos de concluir, parece destinada a continuar enfrentando resistencia y posiblemente más desafíos legales en el futuro.
¿Qué es la neutralidad de la red?
La neutralidad de la red es un principio que afirma que los proveedores de servicios de Internet (ISP) deben tratar todos los datos que viajan por sus redes de manera igualitaria, sin discriminación o preferencia por el tipo de contenido, el sitio web, la plataforma, la aplicación, el equipo utilizado o la fuente y destino de la comunicación. Esto significa que un ISP no debe bloquear, ralentizar, ni ofrecer trato preferencial a ningún contenido en línea en base a su naturaleza o su origen.
Este principio fue formalizado por primera vez en Estados Unidos en 2010 por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), bajo la presidencia de Barack Obama. Las reglas originales fueron diseñadas para asegurar que internet continuara siendo un campo de juego nivelado donde las empresas nuevas pudieran competir en igualdad de condiciones con las grandes establecidas, y donde los usuarios pudieran acceder a todo el contenido de manera equitativa.
Sin embargo, la neutralidad de la red ha sido un tema de debate político y legal intenso. En 2017, durante la administración de Donald Trump, la FCC, bajo la dirección de Ajit Pai, revocó las regulaciones de neutralidad de la red implementadas en 2015, argumentando que estas reglas desincentivaban la inversión y la innovación en la infraestructura de red.
La decisión de 2017 fue recibida con considerable oposición de grupos de consumidores, empresas de tecnología y varios estados, que argumentaron que la falta de regulaciones de neutralidad de la red podría llevar a prácticas comerciales abusivas que eventualmente reducirían la libertad de expresión y la innovación en línea. Desde entonces, varios estados han intentado implementar sus propias reglas de neutralidad de la red a nivel estatal.
El tema de la neutralidad de la red continúa evolucionando, ya que los cambios en la administración y las presiones políticas han influido en cómo se regula y se entiende el acceso a internet. Con la administración de Joe Biden, ha habido un renovado impulso para reinstaurar las protecciones de neutralidad de la red, reflejando la visión de que el acceso a un internet libre y abierto es crucial para la información, la innovación y la libertad de expresión.