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Eva, el chatbot basado en la historia de una reclusa en Paraguay

Eva, el chatbot basado en la historia de una reclusa en Paraguay

  • El chatbot Eva, desarrollado en Paraguay, permite interactuar con la historia de una mujer en prisión por narcotráfico. La IA busca generar empatía y debate sobre la justicia penal.
EVA Chatbot
   es un chatbot desarrollado por el medio independiente paraguayo con el propósito de permitir a los usuarios interactuar con la historia de una mujer en prisión, acusada de tráfico de drogas y crimen organizado. Desde su lanzamiento en septiembre del año pasado, la herramienta ha registrado más de 15.500 interacciones, generando un debate sobre la situación de las mujeres privadas de libertad en .

El se basa en entrevistas realizadas por la periodista Juliana Quintana a una interna de la prisión femenina El Buen Pastor, en Asunción. A lo largo de tres meses, Quintana documentó detalles sobre su vida cotidiana, sus condiciones de detención y su visión sobre el sistema penitenciario. Con estas respuestas, se diseñó un flujo de conversación estructurado en 54 respuestas preprogramadas, evitando que la IA genere contenido propio para evitar errores o distorsiones de la historia.

EVA Chatbot
EVA Chatbot

Un reflejo de la realidad carcelaria femenina

La creación de Eva responde a la necesidad de visibilizar la situación de las mujeres encarceladas en Paraguay, un grupo históricamente marginado en los debates sobre justicia y derechos humanos. Según datos del Mecanismo para la Prevención de la Tortura, organismo estatal independiente que supervisa centros penitenciarios en el país, más del 41% de las mujeres en prisión cumplen condena por delitos relacionados con drogas.

En muchos casos, estas mujeres provienen de entornos de pobreza extrema y son el eslabón más débil dentro de las redes del narcotráfico. La plataforma de Eva recoge este contexto, destacando cómo muchas de ellas terminan en prisión mientras los líderes de los grupos criminales evitan la persecución legal.

Para El Surtidor, el proyecto buscaba desafiar los prejuicios y generar empatía con un segmento de la población que suele ser invisibilizado. “Queríamos construir un puente entre el público y una realidad que rara vez se muestra con profundidad en los medios”, explicó Quintana a Rest of World.

Diseño y funcionamiento del chatbot

El desarrollo de Eva implicó la colaboración de periodistas y diseñadores de experiencia de usuario. Sebastián Hacher, periodista argentino con experiencia en la creación de chatbots, trabajó en la implementación técnica del proyecto. Se utilizó una herramienta de bajo código que permite interpretar distintas formas en que los usuarios pueden formular preguntas, facilitando la interacción con la IA.

El chatbot está diseñado para mantener una conversación fluida sin generar contenido no verificado. Eva responde de manera directa, manteniendo un tono educado y, en ocasiones, emocional. Si un usuario intenta insultarla, el sistema busca redirigir el diálogo hacia un tono respetuoso. Tras tres intentos de agresión verbal, Eva finaliza la conversación.

Además, el chatbot refleja aspectos de la personalidad de la interna en la que se inspira. Se presenta como una persona acusada de tráfico internacional y crimen organizado, pero que “no puede aceptar algo que no le pertenece”. También comparte que estudia derecho con la esperanza de defender los derechos de las mujeres privadas de libertad.

Una iniciativa con impacto

Más allá de ser una herramienta informativa, el proyecto ha generado un impacto en la esfera pública. En diciembre, el Ministerio de la Defensa Pública de Paraguay y el programa de cooperación de la Unión Europea sobre políticas de drogas anunciaron nuevas medidas para proteger a mujeres encarceladas por delitos menores de narcotráfico.

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El caso de Eva también pone en evidencia el papel de la tecnología en la comunicación de realidades sociales complejas. Miguel Montes Camacho, director del Fondo de Investigación y Nuevas Narrativas sobre Drogas de la Fundación Gabo, destacó que el chatbot contribuye a enriquecer el debate público, alejándose de estigmatizaciones y discursos reduccionistas sobre el narcotráfico y la justicia penal.

Un modelo de IA con fines periodísticos

A diferencia de otros chatbots diseñados para empresas o instituciones gubernamentales, Eva busca difundir conocimiento y promover el debate social. Maricarmen Sequera, abogada y miembro de la organización Tedic, señaló que la herramienta representa una nueva forma de usar la en el ámbito de los derechos humanos y la justicia social.

El equipo de El Surtidor financió el desarrollo del chatbot con una subvención de 5.000 dólares de la Fundación Gabo. Actualmente, el medio trabaja en un nuevo proyecto basado en inteligencia artificial para divulgar información sobre tierras expropiadas durante la dictadura paraguaya (1954-1989).

Mientras tanto, Eva sigue generando interacciones y reflexiones en Paraguay. Su historia ha desafiado los prejuicios y ha llevado a muchas personas a reconsiderar su visión sobre las mujeres en prisión. “Esperábamos críticas y comentarios condenatorios”, reconoció Quintana. “Pero la mayoría de los usuarios siguió la historia hasta el final, interesándose en su realidad.”

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