
Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, criticó abiertamente la regulación europea sobre inteligencia artificial (IA) y advirtió que las normativas excesivas pueden frenar la innovación y el desarrollo tecnológico.
Durante su intervención en el Foro de Inteligencia Artificial en París, Vance defendió un enfoque menos restrictivo y reiteró la intención de la administración Trump de mantener el liderazgo global en IA. Como muestra de esta postura, ni Estados Unidos ni Reino Unido firmaron la declaración final del foro, un documento que abogaba por un desarrollo inclusivo, transparente y seguro de la IA, respaldado por 61 países, incluidos China, India, Japón, Australia y Canadá, según Reuters.
El foro, organizado por Francia e India, ha puesto de manifiesto las diferencias en la gobernanza de la IA entre Estados Unidos y Europa, donde la Unión Europea ha impulsado la primera normativa integral sobre IA, conocida como AI Act, aprobada en 2023. Esta legislación establece un marco legal para el uso de la IA con el objetivo de garantizar la seguridad, la ética y la protección de los derechos fundamentales.
Vance rechaza la regulación europea y defiende un enfoque de libre innovación
En su primer viaje al extranjero como vicepresidente, Vance dejó clara la postura del gobierno estadounidense en la carrera por la supremacía en IA. Durante su intervención en el foro, expresó su preocupación por la posibilidad de que una regulación excesiva frene el crecimiento del sector y defendió la necesidad de un ecosistema de IA libre de restricciones burocráticas.
«Creemos que una regulación excesiva del sector de la IA podría acabar con una industria transformadora», declaró Vance en su discurso, citado por Reuters.
El vicepresidente también cuestionó el impacto del Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la UE, argumentando que estas normativas imponen costos de cumplimiento legal demasiado elevados para las empresas tecnológicas, especialmente para las más pequeñas.
«Por supuesto, queremos garantizar que internet sea un lugar seguro, pero una cosa es impedir que un depredador ataque a un niño en la red y otra muy distinta es evitar que un adulto acceda a una opinión que el gobierno considera desinformación», afirmó Vance, según The Guardian.
El rechazo estadounidense a la regulación europea se enmarca en la política de la administración Trump de priorizar la innovación y la competitividad sobre la intervención reguladora. Según The Financial Times, el vicepresidente enfatizó que «la IA debe permanecer libre de sesgos ideológicos y no convertirse en una herramienta de censura autoritaria», en una clara alusión a las políticas europeas de moderación de contenido.
El factor China: advertencias sobre la influencia tecnológica
En su discurso, Vance también abordó la creciente competencia con China en el ámbito de la IA, advirtiendo sobre los riesgos de colaborar con regímenes autoritarios. Sin mencionar directamente a la startup china DeepSeek, el vicepresidente hizo referencia al impacto de la reciente irrupción de esta empresa en el sector, que ha desafiado el liderazgo tecnológico de EE.UU. con el lanzamiento de un modelo de IA avanzado y de bajo coste. La noticia tuvo repercusiones en la bolsa, afectando a empresas como Nvidia, cuyos valores cayeron un 17%.
«Todos conocemos la tecnología barata en el mercado que ha sido fuertemente subsidiada y exportada por regímenes autoritarios. Asociarse con ellos significa encadenarse a un amo autoritario que busca infiltrarse y controlar su infraestructura de información», declaró Vance.
Aunque no se ha presentado evidencia de que DeepSeek transfiera información al gobierno chino, algunas organizaciones gubernamentales han prohibido su uso, lo que refleja la creciente preocupación en torno a la influencia de China en el desarrollo de IA.
Europa defiende la regulación como una garantía de confianza
Tras la intervención de Vance, el presidente francés, Emmanuel Macron, defendió la necesidad de regulación para generar confianza en la IA y evitar el rechazo social a la tecnología. «Necesitamos una IA en la que se pueda confiar», afirmó Macron.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respondió a las críticas de Vance asegurando que la UE buscará reducir la burocracia y aumentar la inversión en IA, pero mantendrá su compromiso con un marco regulador que garantice el uso seguro y ético de la tecnología.
El rechazo de EE.UU. y Reino Unido a firmar la declaración del foro ha sido interpretado como un cambio en la estrategia estadounidense, alejándose de la postura más precautoria adoptada durante la administración Biden. Según Russell Wald, director ejecutivo del Instituto de IA Centrada en el Humano de Stanford, «la seguridad ya no será la prioridad para EE.UU., sino la aceleración de la innovación. Regular la IA equivale a perder oportunidades».
Impacto en la cooperación internacional y el futuro de la IA
La decisión de EE.UU. y Reino Unido de no respaldar la declaración final del foro subraya las diferencias en la gobernanza global de la IA y plantea interrogantes sobre el futuro de la cooperación internacional en la regulación de la tecnología. Mientras que Europa ha apostado por un enfoque precautorio y normativo, EE.UU. ha reafirmado su intención de liderar el sector sin restricciones regulatorias que, en su opinión, podrían frenar la innovación.
Europa, por su parte, ha intensificado sus esfuerzos para evitar una dependencia excesiva de EE.UU. o China en el desarrollo de IA. Durante el foro, se anunciaron inversiones por 200.000 millones de euros en infraestructuras tecnológicas, incluidos centros de datos y clústeres de computación, para fortalecer la posición de la región en el sector.
La negativa de EE.UU. y Reino Unido a firmar la declaración del foro también podría influir en futuras negociaciones sobre normas internacionales en IA y en la cooperación en el desarrollo de la tecnología. Según The Financial Times, Washington se mostró escéptico respecto a la declaración porque su lenguaje enfatizaba «la cooperación internacional para promover la gobernanza global», una formulación que EE.UU. no comparte.
A medida que la carrera por la supremacía en IA se intensifica, la divergencia entre EE.UU. y la UE refleja una competencia geopolítica más amplia, en la que las decisiones sobre regulación y desarrollo de la IA tendrán implicaciones estratégicas a largo plazo.