En una rueda de prensa conjunta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el ex primer ministro italiano, Mario Draghi, presentaron el informe, largamente esperado, titulado El futuro de la competitividad europea «.
Este documento, elaborado por Draghi a lo largo de un año, ofrece un análisis exhaustivo sobre la situación económica actual de la Unión Europea y propone una serie de medidas concretas para afrontar los principales desafíos que afectan a la productividad, el crecimiento y la innovación en el bloque comunitario.
Mario Draghi, ampliamente reconocido por su trayectoria y experiencia en el ámbito económico, subrayó con firmeza las principales conclusiones del informe, haciendo hincapié en la necesidad de implementar una transformación radical y urgente en la estrategia industrial europea.
Según Draghi, el panorama actual es preocupante: la desaceleración económica, la pérdida de competitividad y la debilidad de la productividad han alcanzado niveles críticos, lo que obliga a una acción decidida e inmediata.
Crecimiento estancado y productividad débil
Draghi abrió su intervención destacando un problema que Europa, según él, ha ignorado durante demasiado tiempo: la ralentización del crecimiento. «Hace dos años, esta conversación no habría sido posible, porque las cosas parecían ir bien», afirmó. En ese momento, Europa se beneficiaba de la globalización, el desempleo disminuía y los precios de la energía eran competitivos gracias al suministro barato de Rusia.
Sin embargo, el escenario ha cambiado radicalmente. El comercio mundial se ha ralentizado, China se ha vuelto menos accesible y ahora compite agresivamente con Europa en los mercados globales. Además, Europa ha perdido su principal proveedor de energía barata debido a la crisis con Rusia, y, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, el continente enfrenta la necesidad de reforzar su defensa.
Otro factor preocupante es la disminución de la población. Draghi advirtió que, a partir de este año, Europa ya no puede confiar en el crecimiento poblacional para sostener su economía. Se prevé que para 2040 la fuerza laboral europea se reducirá en dos millones de trabajadores anualmente.
En este contexto, aumentar la productividad se presenta como la única vía para mantener el nivel de vida actual, aunque, según Draghi, los niveles actuales de productividad en Europa son alarmantemente bajos.
El reto de la innovación y la digitalización
El informe pone especial énfasis en la innovación como uno de los pilares fundamentales para la recuperación de la competitividad europea. Draghi advirtió que Europa está atrapada en una estructura industrial obsoleta, dominada por empresas de tecnología intermedia que han permanecido estáticas durante décadas. Mientras tanto, en otros continentes, como en Estados Unidos, los líderes en inversión e investigación han cambiado drásticamente, con empresas digitales que ahora ocupan las primeras posiciones.
La falta de un ecosistema favorable para la innovación es una de las principales barreras. Draghi destacó que cerca del 30% de las empresas europeas más innovadoras, conocidas como «unicornios», han abandonado el continente para trasladarse a Estados Unidos, atraídas por un entorno regulatorio más favorable y oportunidades de crecimiento a gran escala.
Además, Draghi subrayó que la falta de personas cualificadas y los obstáculos regulatorios están limitando el potencial innovador de Europa. «Europa debe convertirse en un lugar donde la innovación prospere, especialmente en el sector digital», afirmó. Advirtió que si no se aborda esta debilidad en el sector tecnológico, Europa no solo perderá las oportunidades de crecimiento que ofrece la inteligencia artificial, sino que también verá comprometida la competitividad de sectores industriales tradicionales.
Descarbonización y competitividad: una oportunidad económica
Otro de los pilares del informe es la necesidad de combinar la descarbonización con el crecimiento económico. Draghi subrayó que Europa tiene la oportunidad de transformar sus políticas climáticas en una ventaja competitiva, pero solo si se coordinan de manera efectiva. «Existe el riesgo de que la descarbonización se convierta en un obstáculo para la competitividad si no logramos sincronizar nuestras políticas«, alertó.
Un aspecto clave en esta estrategia es la reforma del mercado energético europeo. Draghi explicó que, actualmente, los precios de la energía siguen dominados por los combustibles fósiles, lo que impide que los consumidores, tanto domésticos como industriales, se beneficien plenamente de la energía más barata producida por fuentes renovables.
Para corregir esta disfunción, propuso un plan para desacoplar los precios de la energía fósil de las fuentes limpias, de modo que los beneficios de la transición energética se reflejen en las facturas de los consumidores.
Seguridad y reducción de dependencias estratégicas
El tercer pilar del informe gira en torno a la seguridad y la reducción de las dependencias económicas y geopolíticas de Europa. Draghi señaló que la era de la estabilidad geopolítica ha llegado a su fin, dejando a Europa en una posición vulnerable. Gran parte de las materias primas esenciales para la producción industrial europea provienen de un número limitado de proveedores, lo que expone al continente a interrupciones en la cadena de suministro.
En respuesta a esta amenaza, Draghi abogó por una política económica exterior que no solo refuerce los acuerdos comerciales preferenciales con países ricos en recursos, sino que también impulse la creación de alianzas industriales que garanticen la seguridad de las cadenas de suministro clave. Además, hizo un llamado para fortalecer la capacidad de defensa industrial de Europa, en línea con la nueva realidad geopolítica.
Financiación y coordinación: el desafío del futuro
Uno de los puntos más críticos del informe es cómo financiar las inmensas necesidades de inversión que plantea esta nueva estrategia. Draghi explicó que, aunque las simulaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea confirman que un aumento significativo de la inversión es posible sin desestabilizar la economía, la inversión privada por sí sola no será suficiente.
En este sentido, subrayó la necesidad de recurrir a fondos públicos, especialmente para proyectos de interés común europeo, como las infraestructuras energéticas y la innovación disruptiva.
En cuanto a la coordinación, Draghi subrayó la importancia de mejorar la gobernanza de la UE, proponiendo una aplicación más estricta del principio de subsidiariedad y una mayor integración en áreas estratégicas clave. Según el ex primer ministro, una gobernanza más eficiente permitirá tomar decisiones más rápidas y coordinadas, lo que es esencial para que Europa pueda responder adecuadamente a los desafíos globales.
La urgencia de redefinir la competitividad europea
El informe de Mario Draghi presenta un panorama detallado y alarmante de los retos que enfrenta Europa en términos de competitividad, productividad e innovación. Las recomendaciones son claras: Europa necesita una transformación radical y urgente que priorice la innovación, la descarbonización y la seguridad.
De no tomarse medidas decisivas, el continente corre el riesgo de caer en un estancamiento prolongado, perdiendo su posición como actor clave en la economía mundial. El tiempo apremia, y la falta de acción podría tener consecuencias irreversibles para el futuro económico y social de Europa.
