En una conferencia de prensa reciente, el presidente electo Donald Trump reveló que el desarrollador de propiedades de lujo con sede en Dubái, DAMAC, planea invertir 20.000 millones de dólares en la construcción de centros de datos en Estados Unidos. Este ambicioso proyecto busca establecer instalaciones en varias regiones clave del país, con un enfoque particular en la inteligencia artificial y las tecnologías emergentes.
Inversión estratégica en tecnología y AI
Durante el anuncio, Trump presentó al presidente de DAMAC, Hussain Sajwani, quien expresó su entusiasmo por la reelección de Trump y destacó los logros de su empresa, que incluyen el desarrollo de 45,000 unidades de lujo en 20 países. Sajwani detalló que la inversión de $20 mil millones, con potencial para aumentar, se destinará a centros de datos enfocados en inteligencia artificial y servicios de hiperescala.
El plan inicial contempla la construcción de centros de datos en estados como Texas, Arizona, Oklahoma, Luisiana, Ohio, Illinois, Michigan e Indiana. Trump aseguró que los inversores que aporten $1 mil millones o más recibirán revisiones ambientales aceleradas, evitando así complicaciones regulatorias.
Impacto ambiental y energético
El crecimiento de los centros de datos ha suscitado preocupaciones ambientales, especialmente debido al aumento en el consumo de energía. Google, por ejemplo, reportó un incremento del 48% en las emisiones de sus centros de datos desde 2019, atribuible a la expansión necesaria para soportar la computación intensiva de modelos de IA. Se estima que las consultas de búsqueda de IA consumen diez veces más energía que las tradicionales.
La Agencia Internacional de Energía anticipa que la demanda de electricidad de los centros de datos se duplicará para 2026. Un análisis de Goldman Sachs proyecta que el uso de energía de estos centros aumentará de 1.8x a 3.4x para 2030. Según la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información de EE.UU. (NTIA), el número de centros de datos en el país crecerá un 9% anual hasta 2030, consumiendo hasta el 9% de la generación eléctrica nacional para ese año.
Reacciones y desafíos
La expansión de los centros de datos ha generado reacciones mixtas. OpenAI, en su respuesta a la NTIA, destacó los beneficios económicos, afirmando que un centro de datos de 5GW podría crear o sostener alrededor de 40,000 empleos y contribuir significativamente al PIB estatal. Sin embargo, enfatizó la necesidad de mitigar el impacto ambiental mediante el uso de energías renovables y una gestión eficaz de recursos.
Por otro lado, grupos laborales y ambientales han expresado escepticismo. Amazon Employees for Climate Justice acusó a Amazon de exagerar su compromiso con las energías renovables, alegando que sus centros de datos aumentan la demanda de combustibles fósiles. La Asociación de Conservación de Parques Nacionales también mostró preocupación por el impacto ambiental en parques nacionales, mientras que la Coalición de Acción Ciudadana de Indiana cuestionó los beneficios económicos, sugiriendo que la energía utilizada por los centros de datos podría generar más empleos si se destinara a otras industrias.
Importancia para el sector tecnológico
La inversión de DAMAC en centros de datos en EE.UU. representa un movimiento significativo en el panorama tecnológico global, destacando la creciente importancia de la infraestructura digital para soportar tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial. Sin embargo, el desafío radica en equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental, un tema crucial para los líderes empresariales y tecnológicos en la toma de decisiones futuras.
