La vigésima edición del Informe Global de Riesgos del Foro Económico Mundial (WEF en sus siglas en Inglés) destaca un panorama global cada vez más fragmentado, donde los desafíos geopolíticos, medioambientales, sociales y tecnológicos amenazan la estabilidad y el progreso. Según el informe, el conflicto armado entre Estados, la desinformación y los riesgos medioambientales encabezan las preocupaciones inmediatas y a largo plazo.
Conflicto armado y tensiones geopolíticas: el mayor riesgo inmediato
El informe señala que el conflicto armado entre Estados es el riesgo más apremiante para 2025, según una cuarta parte de los expertos encuestados. Este resultado refleja un aumento de las tensiones geopolíticas y la fragmentación en el panorama internacional. La creciente rivalidad entre potencias y el debilitamiento de la cooperación multilateral agravan este escenario.
La desinformación y la manipulación informativa se mantienen entre los principales riesgos a corto plazo por segundo año consecutivo. Su impacto erosiona la confianza en las instituciones y aumenta las divisiones sociales, dificultando la cooperación necesaria para afrontar las crisis compartidas. Otros riesgos destacados a corto plazo incluyen los eventos climáticos extremos, la polarización social y los ataques cibernéticos.
Emergencia climática y riesgos medioambientales a largo plazo
Los riesgos medioambientales dominan las proyecciones a una década, liderados por fenómenos climáticos extremos, la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas. Estos desafíos se combinan con la degradación de los recursos naturales, la contaminación y los cambios críticos en los sistemas terrestres.
El informe subraya la creciente preocupación por la contaminación, que ocupa el sexto lugar entre los riesgos a corto plazo y se posiciona entre las amenazas más graves debido a sus impactos en la salud humana y los ecosistemas. Este reconocimiento evidencia un cambio en la percepción global sobre los riesgos relacionados con el medio ambiente.
Impacto tecnológico: oportunidades y desafíos
Los riesgos tecnológicos, como la desinformación y las consecuencias adversas de las tecnologías de inteligencia artificial, también figuran entre las principales amenazas a largo plazo. La evolución de estas tecnologías plantea dilemas éticos y de seguridad que podrían amplificar los problemas existentes si no se abordan de manera adecuada.
Fragmentación y desafíos a la cooperación global
El informe, basado en las opiniones de más de 900 expertos en riesgos globales, responsables políticos y líderes de la industria, destaca un debilitamiento de la cooperación internacional. Más de la mitad de los encuestados espera inestabilidad dentro de los próximos dos años, mientras que dos tercios anticipan un panorama global turbulento para 2035.
Problemas como la desigualdad social, la polarización y la concentración de recursos estratégicos podrían desestabilizar las economías nacionales y globales. Además, la deuda creciente y las actividades económicas ilícitas complican aún más la capacidad de los gobiernos para responder a estas amenazas.
Un llamado urgente a la colaboración
En palabras de Mirek Dušek, Director General del Foro Económico Mundial, «las tensiones geopolíticas y la fractura de la confianza están configurando el panorama de riesgos globales». Según el informe, la cooperación efectiva es clave para prevenir un círculo vicioso de inestabilidad. Sin embargo, con el 64% de los expertos previniendo un orden global fragmentado, la capacidad de las naciones para unirse está bajo presión.
Mark Elsner, jefe de la Iniciativa de Riesgos Globales del FEM, advierte que «la inacción frente a estas crisis interconectadas podría tener consecuencias para generaciones futuras». Para evitar un futuro marcado por la fragmentación, los líderes deben priorizar el diálogo, reforzar los lazos internacionales y construir resiliencia.
Perspectivas para una década decisiva
La década que se avecina es crucial para redefinir los modelos de gobernanza y mitigar los riesgos interrelacionados que enfrentan las sociedades. El fortalecimiento de las instituciones globales, la implementación de políticas climáticas efectivas y la regulación ética de las tecnologías emergentes serán fundamentales para garantizar un futuro sostenible e inclusivo.
El Informe Global de Riesgos 2025 presenta un recordatorio claro: la acción coordinada y el liderazgo responsable son imprescindibles para enfrentar un panorama de riesgos cada vez más complejo y dinámico.
