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La Comisión Europea ha dado luz verde a una medida de ayuda estatal de €5 mil millones propuesta por Alemania para apoyar la construcción y operación de una nueva planta de fabricación de semiconductores en Dresde.
Esta planta será gestionada por European Semiconductor Manufacturing Company (ESMC), una empresa conjunta formada por Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), Bosch, Infineon y NXP. Este proyecto es clave para fortalecer la seguridad de suministro y la soberanía digital de Europa en el ámbito de las tecnologías de semiconductores, alineándose con los objetivos del Acta Europea de Chips.
El proyecto, notificado a la Comisión por el gobierno alemán, tiene como objetivo la creación de una planta de producción de semiconductores de gran escala en Dresde, diseñada para satisfacer la demanda de aplicaciones industriales y automotrices.
La instalación, que se espera esté operativa a plena capacidad para 2029, producirá 480,000 obleas de silicio anualmente utilizando tecnologías avanzadas como FinFET. Esta tecnología permitirá la integración de varias características adicionales en un solo chip, mejorando el rendimiento y reduciendo el consumo de energía.
Además, la planta funcionará como una fundición abierta, lo que significa que cualquier cliente, incluidos los accionistas de ESMC, podrá realizar pedidos para la producción de chips específicos.
Este modelo operativo es esencial para el ecosistema de semiconductores de la UE, especialmente por el compromiso de ESMC de apoyar a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y a las startups europeas, así como de proporcionar acceso especial a las capacidades de producción para universidades europeas.
La Comisión evaluó la medida alemana bajo las reglas de ayuda estatal de la UE, específicamente bajo el Artículo 107(3)(c) del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE). Este artículo permite a los Estados Miembros otorgar ayudas que faciliten el desarrollo de ciertas actividades económicas bajo ciertas condiciones.
La Comisión concluyó que la medida:
- Facilita el desarrollo de actividades económicas: La planta será la primera de su tipo en Europa, proporcionando tecnologías innovadoras que actualmente no tienen una producción comparable en el continente.
- Tiene un efecto incentivador: El proyecto no se llevaría a cabo sin el apoyo público, justificando así la intervención estatal.
- Impacto limitado en la competencia: La ayuda es proporcional y está limitada a lo mínimo necesario, y se basa en una brecha de financiamiento probada.
- Efectos positivos para el ecosistema europeo: La planta contribuirá a la seguridad de suministro en Europa, ofreciendo acceso a la producción para clientes europeos, incluidas PYMES y startups, y apoyando la investigación y creación de conocimiento en Europa.
ESMC también ha acordado cumplir con las órdenes prioritarias de productos relevantes en caso de crisis, en línea con el Reglamento del Acta de Chips de la UE. Además, la empresa se compromete a invertir en la innovación continua en la UE y a preparar tecnologías de próxima generación, fortaleciendo así el talento y las capacidades tecnológicas del continente.
«Esta medida alemana de €5 mil millones fortalecerá la capacidad de producción de semiconductores en Europa, ayudándonos a avanzar en nuestra transición digital y verde, y creando oportunidades de empleo altamente cualificado.» – Margrethe Vestager, Vicepresidenta Ejecutiva responsable de la política de competencia.
La aprobación de esta medida alemana se enmarca dentro del Acta Europea de Chips, una iniciativa adoptada por la Comisión Europea en febrero de 2022. Este acto subraya la importancia de las inversiones en nuevas instalaciones de producción avanzadas en el sector de semiconductores para garantizar la seguridad del suministro en la UE y la resiliencia de la cadena de suministro.
La decisión de hoy es la cuarta basada en estos principios. Anteriormente, la Comisión aprobó medidas en Italia y Francia para apoyar a STMicroelectronics y GlobalFoundries en la construcción de instalaciones de fabricación de microchips, evidenciando el compromiso de la UE en reforzar su capacidad en el sector de semiconductores.