
Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
La Casa Blanca está en negociaciones avanzadas con el gigante tecnológico Oracle para gestionar las operaciones de TikTok en Estados Unidos, según informaron tres fuentes cercanas al proceso a POLITICO.
Sin embargo, la posibilidad de que los fundadores chinos de la aplicación continúen desempeñando un papel en su funcionamiento sigue generando preocupaciones de seguridad entre legisladores republicanos y otros sectores críticos con China.
El vicepresidente de EE. UU., JD Vance, y el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, lideran las conversaciones en representación del presidente Donald Trump. Mientras tanto, varios senadores han solicitado ser informados sobre el estado de las negociaciones, según dos de las fuentes citadas. Una tercera fuente indicó que las discusiones en la Casa Blanca han alcanzado una fase avanzada.
Preocupaciones por la seguridad nacional
El posible acuerdo entre la Casa Blanca y Oracle se produce en un contexto de creciente escepticismo en el Congreso respecto a cualquier acuerdo que mantenga la tecnología de TikTok en manos chinas. Republicanos y legisladores críticos con China han advertido que un cambio en la propiedad de la empresa podría ser una solución superficial si no se garantiza la protección de los datos de los usuarios estadounidenses.
Cuatro fuentes indicaron que esta semana se celebrarán reuniones clave entre Oracle y legisladores preocupados por la seguridad nacional. Uno de los participantes en estas reuniones señaló que el acuerdo implicaría que el gobierno de EE. UU. confíe en Oracle para supervisar los datos de los usuarios y evitar cualquier acceso no autorizado por parte del gobierno chino. Sin embargo, advirtió que garantizar esa seguridad al 100 % podría ser imposible.
“Si el acuerdo con Oracle sigue adelante, el algoritmo sigue estando controlado por China. Eso significa que solo se está pidiendo ‘confiar en Oracle’ para gestionar los datos y garantizar que no haya una ‘puerta trasera’ al sistema”, declaró esta persona a POLITICO.
Si el algoritmo de TikTok no es reconstruido completamente por su propietario en EE. UU. o si la empresa matriz ByteDance sigue teniendo algún tipo de influencia operativa, la plataforma podría seguir presentando riesgos de seguridad, según los expertos consultados.
Evaluaciones previas de seguridad
En febrero, la empresa de seguridad HaystackID, encargada de realizar inspecciones independientes sobre TikTok en EE. UU., afirmó no haber encontrado indicios de actividades maliciosas internas o externas. Tampoco identificó que datos protegidos de usuarios estadounidenses hayan sido compartidos con China.
Sin embargo, estas garantías no han sido suficientes para aliviar las preocupaciones de los legisladores ni del gobierno de Joe Biden. En su momento, la administración demócrata expresó dudas sobre un acuerdo previo con Oracle, conocido como “Proyecto Texas”, que implicaba el traslado de los datos de usuarios estadounidenses a servidores ubicados en Texas y el bloqueo del acceso a empleados de ByteDance en China. A pesar de estas medidas, la administración Biden consideró que la aplicación seguía representando un riesgo de seguridad.
Oracle y su relación con la Casa Blanca
Según el medio especializado The Information, Oracle es el candidato preferido de ByteDance para gestionar TikTok en EE. UU., y las discusiones dentro de la Casa Blanca sobre esta opción han avanzado significativamente. En enero, el expresidente Trump mencionó públicamente a Larry Ellison, fundador y presidente ejecutivo de Oracle, como una opción viable para asumir la propiedad de TikTok. Ellison, conocido por su apoyo a Trump, forma parte del proyecto “Stargate”, una iniciativa de infraestructuras de inteligencia artificial que también involucra a OpenAI, SoftBank y MGX.
El interés de la Casa Blanca por concretar un acuerdo con Oracle coincide con el plazo del 5 de abril, fecha límite establecida por una orden ejecutiva de Trump que exige la venta de TikTok a una empresa estadounidense. En caso de no concretarse una transacción, la prohibición de la aplicación en EE. UU. volvería a entrar en vigor.
Obstáculos desde China
A pesar del interés de la Casa Blanca en avanzar con un acuerdo, la decisión final sobre la venta de TikTok a una empresa estadounidense dependerá en última instancia del gobierno chino. Pekín ha dejado claro en repetidas ocasiones que se opone a cualquier venta forzada de la compañía y que cualquier operación de este tipo requerirá la aprobación de las autoridades chinas.
En marzo, la portavoz del Ministerio de Comercio de China, Shu Jueting, reiteró que cualquier transacción de este tipo deberá cumplir con las regulaciones del país y advirtió que el gobierno chino “se opondrá firmemente” a una venta impuesta por el gobierno estadounidense. En la misma línea, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, acusó al Congreso de EE. UU. de recurrir a medidas “hegemónicas” para intentar tomar el control de la aplicación.
Aunque en enero el gobierno chino adoptó un tono más conciliador respecto a la posible venta de TikTok, no ha dado señales claras de que aprobaría una operación de este tipo. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, declaró que cualquier transacción debería decidirse de manera independiente por las empresas involucradas y en función de “principios de mercado”.
Incertidumbre sobre el futuro de TikTok en EE. UU.
A medida que se acerca la fecha límite del 5 de abril, persisten dudas sobre si la Casa Blanca logrará un acuerdo que cumpla con los requisitos de seguridad nacional y, al mismo tiempo, sea aceptable para el gobierno chino. Legisladores republicanos han señalado que la solución propuesta con Oracle podría ser insuficiente si no se eliminan completamente los vínculos de TikTok con China.
El destino de la aplicación en EE. UU. sigue siendo incierto. La influencia política de Larry Ellison y el respaldo de Trump a un posible acuerdo con Oracle podrían acelerar la negociación, pero la postura del gobierno chino sigue siendo un obstáculo clave para cualquier transacción.