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Informes Draghi y Letta: ¿y si el verdadero desafío es la productividad y no la competitividad?

Informes Draghi y Letta: ¿y si el verdadero desafío es la productividad y no la competitividad?

  • Los informes Draghi y Letta proponen medidas para reforzar la competitividad de la UE, pero analistas del Real Instituto Elcano advierten que el foco debería estar en la productividad y las reformas estructurales.
Aplicación de los informes Draghi y Letta

El foro  Aplicación de los informes Draghi y Letta » organizado por la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC) reunió a diversos expertos del ámbito tecnológico y empresarial para debatir sobre la aplicación de los informes y en la reactivación económica de la Unión Europea.

El evento contó con la participación del director del , Charles Powell, quien contextualizó la discusión dentro de un nuevo escenario geoeconómico global. Powell subrayó que la nueva Comisión Europea enfrenta tres grandes desafíos: la necesidad de mejorar la competitividad, reforzar la seguridad y la defensa, y redefinir las relaciones de la UE con el resto del mundo en un contexto marcado por la reelección de Donald Trump en EE.UU. y la creciente influencia de China. Además, alertó sobre la insuficiencia del presupuesto europeo, que sigue por debajo del 1% del PIB de la UE, para abordar estos retos.

Por su parte, las intervenciones de de Ignacio Molina, Miguel Otero y , investigadores del Real Instituto Elcano, ofrecieron un análisis en profundidad sobre las implicaciones de estos informes en la gobernanza, la competitividad y la regulación dentro del mercado único europeo.

Sus intervenciones abordaron la necesidad de mejorar la toma de decisiones en la UE, la posibilidad de aplicar de forma inmediata muchas de las medidas propuestas sin necesidad de inversión adicional y el enfoque erróneo que se le da a la competitividad como parámetro para medir la situación económica del bloque.

Ignacio Molina: “La UE necesita simplificar su gobernanza y eliminar la sobrerregulación”

El papel de los informes Draghi y Letta en la historia de la UE

Ignacio Molina, doctor en Ciencia Política y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, inició su intervención contextualizando los informes Draghi y Letta dentro de una larga tradición de documentos estratégicos que han guiado la evolución de la Unión Europea. Recordó que desde los años cincuenta, la UE ha encargado estudios a figuras clave para definir su rumbo económico y político.

«Estos informes siguen la estela de documentos como el informe Cecchini de 1988, que promovió el mercado único, o el informe Monti de 2008, que impulsó la modernización de la política de competencia en la UE. Son referencias fundamentales para la toma de decisiones estratégicas en Bruselas.»

Molina subrayó que el informe Draghi fue encargado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para definir las prioridades económicas de la nueva legislatura y que su influencia ya se refleja en la Brújula de Competitividad presentada recientemente por la Comisión.

Un problema estructural: la sobrerregulación y la carga burocrática

Uno de los puntos clave de su intervención fue la necesidad de abordar la sobrerregulación en la UE, que ha generado un entramado normativo complejo y desigual entre los Estados miembros.

«El principal problema de la UE no es la falta de ambición, sino la enorme carga burocrática que frena el desarrollo empresarial. Las pequeñas y medianas empresas son las más perjudicadas, ya que no tienen la capacidad de afrontar la complejidad regulatoria del mismo modo que las grandes corporaciones.»

Molina destacó que los informes Draghi y Letta coinciden en la necesidad de armonizar la regulación a nivel europeo y evitar que los Estados miembros impongan normativas más estrictas que fragmenten el mercado único.

Además, propuso que los Parlamentos nacionales desempeñen un papel más activo en la supervisión de la legislación europea para evitar una acumulación innecesaria de normas.

«Debemos reforzar los mecanismos de control para que cualquier nueva norma que adopte la UE pase por un análisis riguroso de su impacto real en la economía. No se trata solo de legislar más, sino de legislar mejor.»

Miguel Otero: “Casi la mitad de las medidas del informe Draghi pueden aplicarse sin inversión pública”

Un análisis detallado de las 176 medidas del informe Draghi

Miguel Otero, doctor en Economía y especialista en política económica internacional, se centró en el análisis del informe Draghi, examinando sus 176 propuestas y evaluando cuáles pueden aplicarse de forma inmediata sin requerir grandes desembolsos públicos.

«La cifra que se ha manejado en torno a la aplicación del informe Draghi es de 800.000 millones de euros anuales, un 5% del PIB de la UE. Sin embargo, este cálculo ha generado rechazo en países como Alemania y los Países Bajos, que ven inviable una inversión de esta magnitud.»

Otero explicó que el 46% de las medidas propuestas en el informe Draghi no requieren financiación adicional, lo que significa que la Comisión Europea podría aplicarlas de forma inmediata sin necesidad de aumentar el presupuesto comunitario.

Identificación de medidas de rápida aplicación (“Quick Wins”)

Para facilitar la implementación de las recomendaciones del informe Draghi, el equipo del Real Instituto Elcano ha desarrollado una metodología para identificar medidas de rápida aplicación y alto impacto.

«Hemos clasificado las medidas en distintas categorías: ‘Quick Wins’, aquellas que pueden aplicarse de inmediato; ‘Political Wins’, que tienen respaldo político pero requieren más tiempo; y ‘Shared Wins’, que son clave tanto para la UE como para España.»

Entre las medidas de rápida aplicación destacan:

  • Reducir la carga administrativa para las pymes
  • Agilizar la homologación de competencias profesionales en la UE
  • Refuerzo del mercado único de datos y digitalización
  • Avanzar en la ratificación de acuerdos comerciales clave como Mercosur

Otero insistió en que España tiene la oportunidad de liderar algunas de estas iniciativas, en especial en sectores como la digitalización, las materias primas críticas y la política de competencia.

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«España debe jugar un papel clave en la transformación del mercado único digital y en la coordinación de grandes proyectos europeos de innovación y energía. Hay margen para actuar sin necesidad de esperar a nuevas inversiones.»

Judith Arnal: “Competitividad y productividad no son lo mismo”

Una visión crítica sobre la obsesión con la competitividad

Judith Arnal, técnico comercial y economista del Estado, abordó la cuestión de la competitividad desde una perspectiva crítica, argumentando que este concepto ha sido utilizado de manera demasiado flexible y manipulable en el debate político europeo.

«Desde hace décadas, se habla de la falta de competitividad de en comparación con EE.UU. y otros mercados. Pero lo que realmente importa no es la competitividad, sino la productividad: la capacidad de nuestras empresas para integrar la innovación y mejorar su eficiencia.»

Arnal destacó que la diferencia entre la UE y EE.UU. en términos de PIB per cápita se explica en gran parte por la productividad total de los factores, es decir, la capacidad de las empresas para incorporar avances tecnológicos en sus procesos productivos.

Fragmentación del mercado y desigualdad entre Estados miembros

Arnal también analizó cómo la competitividad varía dentro de la propia UE, evidenciando una gran brecha entre los distintos Estados miembros.

«Si miramos indicadores clave como inversión en I+D, acceso a financiación o desarrollo del mercado de capitales, siempre aparecen los mismos países en cabeza: Suecia, Países Bajos, Dinamarca… y siempre los mismos en la parte baja del ranking, como España.»

Para solucionar estas diferencias, Arnal defendió la necesidad de establecer hojas de ruta nacionales para mejorar la productividad, en lugar de centrarse únicamente en estrategias a nivel europeo.

«No es necesario mirar siempre a EE.UU. para compararnos. Podemos fijarnos en los modelos de éxito dentro de la propia UE y aprender de ellos.»

Un llamado a la acción inmediata

Las intervenciones de Molina, Otero y Arnal han puesto de manifiesto que la UE tiene herramientas para mejorar su gobernanza, impulsar su productividad y aplicar muchas de las medidas del informe Draghi sin necesidad de nuevas inversiones. La clave ahora es la voluntad política para actuar con rapidez y evitar que Europa quede rezagada en la competencia global.

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