El mercado de centros de datos en España se encuentra en plena expansión, destacándose como el país con mayor crecimiento en Europa. Según datos de Spain DC, la potencia instalada en centros de datos podría sextuplicarse en los próximos dos años, pasando de los actuales 160 MW a 600 MW en 2026.
Este desarrollo se produce en un contexto en el que la transformación digital y el auge de la inteligencia artificial (IA) están remodelando la operación de estas infraestructuras esenciales para la economía digital.
Sin embargo, el crecimiento del sector enfrenta retos significativos relacionados con el consumo energético y los objetivos de sostenibilidad. Tal y como destaca Tomás Callejo, director de /fdata, la unidad especializada de la multinacional española fibratel, “las organizaciones deben reevaluar sus planes de implementación de centros de datos en un entorno donde la inteligencia artificial y la IA generativa (GenAI) ofrecen grandes ventajas, pero también implican desafíos sustanciales”.
Beneficios de la inteligencia artificial en centros de datos
La inteligencia artificial está generando transformaciones significativas en cuatro áreas fundamentales de la gestión de centros de datos:
- Gestión de capacidad y rendimiento: La predicción de demanda de recursos mediante IA permite una asignación más eficiente, optimizando el uso de servidores según las cargas de trabajo.
- Mantenimiento predictivo: La monitorización basada en IA identifica señales tempranas de fallos en la infraestructura, mejorando la fiabilidad operativa.
- Optimización energética: Analizando datos en tiempo real, la IA ajusta sistemas de enfriamiento y servidores, lo que contribuye a la reducción de costes energéticos.
- Seguridad: Los algoritmos de IA detectan patrones anómalos que podrían señalar amenazas y permiten automatizar respuestas frente a incidentes.
Estos avances posicionan la IA como un pilar estratégico en la operación y evolución de los centros de datos.
Desafíos vinculados al consumo energético y sostenibilidad
Pese a los beneficios, la integración de la IA y la GenAI acarrea importantes desafíos. Uno de los más acuciantes es el incremento en el consumo energético. Según un informe de Gartner, el despliegue de IA en centros de datos generará una demanda energética que podría crecer hasta un 160% en los próximos años. Además, se prevé que para 2027, el 40% de los centros habilitados con IA enfrentarán restricciones operativas debido a la limitada disponibilidad de energía.
A corto plazo, esto podría afectar negativamente los objetivos de sostenibilidad de las empresas, ya que la escasez de fuentes renovables como la eólica o la solar podría llevar al uso de alternativas menos sostenibles. Según Callejo, “es crucial que las redes energéticas amplíen su capacidad a tiempo para satisfacer esta creciente demanda”.
Soluciones tecnológicas y estratégicas
Para mitigar estos desafíos, los operadores de centros de datos están recurriendo a tecnologías avanzadas, como la refrigeración líquida o por inmersión, que permiten una mayor eficiencia energética. Estas soluciones son esenciales para gestionar las cargas de trabajo intensivas que requieren la IA y otras tecnologías emergentes.
Asimismo, es fundamental desarrollar estrategias que combinen el diseño eficiente con el uso de energías renovables y la ubicación óptima de las instalaciones. En este contexto, los proveedores de soluciones tecnológicas y constructores especializados juegan un papel clave en la planificación y adaptación de los centros de datos a las nuevas exigencias del mercado.
Capacitación y brecha de talento
Otro reto fundamental radica en la necesidad de formación especializada. La implementación de la IA y el cambio de paradigma que representa requieren una fuerza laboral capacitada. Según expertos de fibratel, es esencial colaborar con instituciones educativas y organizaciones del sector para impulsar el aprendizaje continuo en tecnologías avanzadas y mitigar la brecha de talento en esta área crítica.
“La implementación de la IA en los centros de datos requiere una planificación estratégica que no solo aproveche sus ventajas, sino que también aborde los desafíos. Esto incluye priorizar la eficiencia energética, el uso de energías renovables y la capacitación en tecnologías clave”, concluye Callejo.