Editor en La Ecuación Digital. Consultor de Innovación y Estrategia…
El sector financiero y asegurador está inmerso en un proceso de cambio profundo, impulsado por la digitalización, nuevas regulaciones y la evolución de las expectativas de los usuarios. En este contexto, Kyndryl ha identificado las tendencias que marcarán el rumbo de estas industrias hacia 2025.
Retos y prioridades tecnológicas en el sector bancario
La digitalización ha convertido las transacciones en tiempo real, los pagos instantáneos y las transferencias internacionales en un estándar. Este entorno exige a las entidades bancarias una infraestructura tecnológica moderna y flexible.
Sin embargo, según un estudio realizado por Kyndryl, el 45% de los líderes del sector considera que las herramientas y procesos actuales están llegando al final de su ciclo de vida útil, mientras que solo el 41% se siente preparado para afrontar los riesgos que plantea el futuro.
En este contexto, las prioridades para la banca en 2025 incluyen:
- Modernización de sistemas heredados: El reemplazo de infraestructuras anticuadas no solo reducirá los costes asociados a la deuda técnica, sino que permitirá a las entidades adaptarse mejor al entorno competitivo marcado por fintechs y neobancos.
- Inteligencia artificial para seguridad y regulación: Las tecnologías de IA generativa desempeñarán un papel clave en la detección de actividades sospechosas y en la actualización automatizada de documentos regulatorios.
- Optimización de sistemas de pago: La consolidación de herramientas y plataformas reducirá los costes operativos y mejorará la experiencia de usuario.
- Adopción de plataformas low-code y no-code: Estas tecnologías permitirán desarrollar soluciones personalizadas y automatizar flujos de trabajo, favoreciendo la gestión de entornos híbridos y acelerando la transformación digital.
Perspectivas para el sector asegurador
El panorama para las aseguradoras presenta desafíos derivados de factores como la inflación, las interrupciones en la cadena de suministro y los desastres naturales. Estas circunstancias han obligado a las compañías del sector a revisar sus modelos de negocio y ajustar sus costes operativos para mantener la accesibilidad de los servicios.
El estudio de Kyndryl revela que, aunque el 94% de los responsables del sector asegura contar con una infraestructura tecnológica robusta, el 56% señala que muchas de sus herramientas están obsoletas y solo el 39% considera que están preparados para los riesgos emergentes.
Las prioridades tecnológicas del sector asegurador para 2025 se centran en:
- Automatización de procesos de reclamaciones: La implementación de herramientas basadas en IA permitirá acelerar los tiempos de resolución y mejorar la detección de fraudes.
- Incorporación de datos climáticos avanzados: La integración de información satelital y local ayudará a gestionar los riesgos derivados de fenómenos climáticos con mayor precisión.
- Capacitación y reclutamiento de talento especializado: Contar con profesionales experimentados en tecnología y atención al cliente permitirá modernizar procesos y ofrecer un servicio más personalizado.
- Ampliación del uso de IA generativa: Esta tecnología será clave en la predicción de riesgos y la mejora de la protección de datos.
El papel de la colaboración tecnológica
La modernización de infraestructuras tecnológicas es fundamental para que tanto bancos como aseguradoras puedan adaptarse a un mercado dinámico y competitivo. En este proceso, Kyndryl colabora con diversas entidades como Kutxabank, Unicaja, Cecabank, Deutsche Bank y aseguradoras como Río Uruguay Seguros e Interseguro.
Estas alianzas tienen como objetivo optimizar operaciones, mejorar la resiliencia operativa y responder con agilidad a los cambios del entorno.
El desarrollo tecnológico seguirá marcando el ritmo de transformación en el sector financiero y asegurador, promoviendo soluciones más seguras, eficientes y sostenibles. La capacidad de adaptación de estas industrias determinará su éxito en un contexto de evolución constante.