La transformación de la experiencia del cliente (CX) se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas modernas. Según el informe reciente de la consultora IDC, titulado AI Everywhere drives intelligent experiences for the contact center and marketing functions, el éxito de este proceso depende en gran medida de la elección del socio tecnológico adecuado.
Este análisis, realizado en colaboración con Sprinklr, detalla los cinco factores esenciales que las organizaciones deben considerar para garantizar que las nuevas tecnologías, especialmente las basadas en inteligencia artificial (IA), se implementen de manera efectiva.
Retos en la adopción de tecnologías de nueva generación
El informe subraya que la implementación de tecnologías avanzadas no está exenta de desafíos. Entre los obstáculos más destacados se encuentran la escasez de personal cualificado, que afecta aproximadamente al 45% de los departamentos de marketing y centros de contacto, y el elevado coste asociado a la implantación de soluciones basadas en IA.
Estas dificultades reflejan los esfuerzos previos de muchas organizaciones por modernizar sus infraestructuras tecnológicas y capacitar a sus equipos en canales digitales y plataformas en la nube. Ahora, la adopción de herramientas como la inteligencia artificial generativa plantea nuevos riesgos, incluyendo posibles imprecisiones en los resultados y preocupaciones en torno a la seguridad de los datos.
Cinco criterios clave para seleccionar un socio tecnológico
Para superar estos retos y maximizar el valor de las inversiones en tecnología, el informe identifica cinco aspectos fundamentales a tener en cuenta al elegir un socio tecnológico:
1.- Gestión eficiente de los costes de implantación
Las empresas deben priorizar socios que ofrezcan una estructura de costes clara y que se ajuste a su presupuesto. Según el estudio, la capacidad de controlar los gastos asociados a la implementación de nuevas tecnologías es un criterio determinante para los líderes empresariales.
2.- Soluciones sectoriales específicas y personalizadas
Las ofertas tecnológicas genéricas suelen quedarse cortas al abordar los retos particulares de cada sector. Los socios que diseñan soluciones adaptadas a las necesidades específicas de la industria permiten una mayor adopción y escalabilidad, factores esenciales para el éxito.
3.- Superación de la brecha de habilidades
El rápido avance de la IA ha generado una brecha significativa en las competencias de las organizaciones. Elegir un proveedor que no solo proporcione herramientas tecnológicas, sino también formación y soporte continuado, es clave para abordar este desafío.
4.- Modelos de precios flexibles y basados en resultados
Los enfoques tradicionales de fijación de precios no siempre se alinean con los objetivos empresariales. El informe destaca la importancia de los modelos de precios flexibles, como los basados en resultados, para crear un marco de colaboración más equilibrado entre empresas y proveedores.
5.- Seguridad de los datos y cumplimiento normativo
Garantizar la protección de los datos y el cumplimiento de las normativas aplicables es un factor crítico. Las organizaciones deben priorizar socios que implementen medidas de seguridad sólidas, como el cifrado de datos, controles de acceso robustos y políticas de privacidad completas.
La perspectiva empresarial
Luis Miguel Alcedo, Country Manager de Sprinklr Iberia, señala que la elección del socio tecnológico adecuado puede marcar la diferencia entre una implementación exitosa y un proyecto fallido. “El objetivo no es solo adoptar tecnología de vanguardia, sino aprovecharla para ofrecer un valor tangible e impulsar resultados significativos. Con el socio adecuado, las empresas pueden navegar por las complejidades de la IA y crear experiencias de cliente que realmente las diferencien en el mercado”, explicó Alcedo.
Implicaciones para el futuro de la experiencia del cliente
Este análisis pone de manifiesto la importancia de la planificación estratégica y la colaboración con socios tecnológicos que compartan la visión y los objetivos empresariales. En un entorno cada vez más impulsado por la tecnología, estas decisiones no solo afectan la competitividad a corto plazo, sino también la capacidad de las empresas para adaptarse a las demandas cambiantes de los consumidores.